Patologías de la epistemología

PATOLOGÍAS DE LA EPISTEMOLOGÍA

PSIC. MOHAMED ARCE MUÑOZ

Realmente no vemos, nosotros hacemos las imágenes.

Esto es el reflejar mi propia epistemología.

En un principio, no es fácil detectar el error, y no es posible castigarlo de una manera rápida.

Las premisas erróneas de hecho pueden funcionar muy bien. Pero desde otro punto de vista, las premisas dan buenos resultados sólo hasta cierto límite, y en cierta etapa.

Kant, en la “Crítica del juicio”, sostiene que el acto primario del juicio estético es seleccionar un hecho. No existen hechos en la naturaleza, o si ustedes lo prefieren, existe un número infinito de hechos potenciales, de entre los cuales el juicio selecciona sólo algunos, que se convierten verdaderamente en hechos mediante ese acto de selección. Ahora, pongamos a la par de esa idea de Kant la intuición de Karl Jung en los “Siete sermones a los muertos”, un extraño documento donde sostiene que hay dos mundos de explicación o dos mundos de comprensión, el “pleroma” y la “creatura”. En el pleroma sólo existen fuerzas e impactos. En la creatura existe la diferencia. En otras palabras, el pleroma es el mundo de las ciencias exactas, en tanto que la creatura es el mundo de la organización y la comunicación. Una diferencia no puede ser localizada, hay una diferencia entre el color de esta mesa y el color de este teclado; pero la diferencia no está en la mesa, no está en el teclado, ni tampoco puedo apretarla entre mis manos. La diferencia no está en el espacio que media entre esas dos cosas. En una palabra, una diferencia es una idea.

Sólo unas pocas de esas diferencias harán una diferencia.

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