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Pedagogia


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  2.929 Palabras (12 Páginas)  •  184 Visitas

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Qué significa en el plano pedagógico crear contextos para el aprendizaje del lenguaje escrito: (tomado de María Clemente Linuesa y Ana Belén Domínguez Gutiérrez(2003) La enseñanza de la lectura. Enfoque psicolingüístico y sociocultural. Pirámide. Madrid.

a) Propiciar que el niño llegue a comprender que, lo mismo que con el dibujo (forma mucho más primitiva) cuenta historias, nos repre¬senta cosas, con la escritura puede hacerlo también. Es decir, que asuma que aprender a leer va a ser una forma de comunicación más fácil y sobre todo más simple que el dibujo; para ello, pode¬mos utilizar la secuencia que Vygotski propone como un continuo que va del dibujo a lo escrito. Deberían seguir todo el proceso a través de sus momentos más críticos hasta el descubrimiento de que no sólo se pueden dibujar objetos, sino que también se puede plasmar el lenguaje (Vygotski, 1979). Para este autor, el proceso natural pasa por la práctica de formas simbólicas más primitivas, o en todo caso, anteriores, como son el gesto y el juego; pero, des¬de un punto de vista más guiado por la instrucción, se establecería un proceso que va del dibujo simple al dibujo como narración, pa¬sando luego a la expresión hacia lo escrito.

b) Enseñar a leer supone hacer captar al niño las funciones que tie¬ne la escritura: la posibilidad de perpetuar un mensaje (que en rea¬lidad es la función primordial); la posibilidad de decir cosas a per-sonas que no están cerca; la posibilidad de hacer notas para acordarse de algo más tarde; la posibilidad de enviar un escrito a un amigo que no está presente en ese momento, etc. Esto se puede iniciar con el dibujo, pero poco a poco le llevaremos a la escritura como otra forma de representación, desde luego más exacta y precisa.

c) Mostrarle otra función fundamental: que leyendo puede conocer historias, entrar en mundos imaginarios; que escribiendo puede producir él mismo cuentos, relatos. En este asunto cobra un inte¬rés especial la propuesta de Bruner sobre la narración como len¬guaje popular y más próximo al niño. La narración, como bien ar¬gumenta el autor, es la forma por excelencia para introducir al niño en el mundo de significados de nuestra cultura (Bruner, 1991).

d) Una cultura letrada supone que el pequeño esté en contacto con libros, con materiales impresos. Será éste un asunto en el que la familia juega un papel fundamental y, por ello, muy necesaria su colaboración en este sentido. La escuela debe complementar estas acciones y suplirlas si ello fuere necesario. El libro de imágenes, el libro de juego, son el preludio de los libros de cuentos, de los libros para leer; hay que crear en los niños interés y, aun si fuera posible, amor por los cuentos.

e) La enseñanza de la lectura y escritura debería estar planteada de manera que el alumno la perciba como algo necesario. Es decir, que el niño necesite estas herramientas para comunicar aspectos de interés en su vida cotidiana, tanto personal como escolar (Vy¬gotski, 1979). Esto nos sugiere la necesidad de considerar este tipo de expresión como forma de transmisión de sentido desde el punto de vista de los alumnos, aun cuando los instrumentos y ha¬bilidades que posean sean aún imperfectos. Si la lectura y escri¬tura poseen significado, podremos estar seguros de que no serán una mera habilidad, sino una forma de lenguaje compleja y nue¬va (Vygotski 1979).

f) Que la escritura se enseñe de un modo natural, como algo normal en su desarrollo personal. Se debe intentar llevar al niño a que comprenda qué es el lenguaje escrito y no a que aprenda única-mente las letras como elementos constitutivos del sistema alfabé¬tico. Los educadores deberían organizar todas estas acciones y todo el complejo proceso de transición de un tipo de lenguaje a otro.

g) Es preciso que el aprendizaje del lenguaje escrito tenga referen¬cias a la experiencia más amplia, extraescolar de los niños, en un sentido general, sin alusiones a experiencias concretas de tal o cual niño. «La lectura de la realidad siempre precede a la lectura de la palabra, así como la lectura de la palabra implica una con¬tinua lectura de la realidad» (Freire, 1989; 56).

h) La enseñanza de los grafismos tendrá un sentido lo más contex¬tualizado posible, lo más significativo posible. Lo cual nos lleva a plantear que la parte propiamente psicolingüística se plasme en situaciones de juego, y de manera muy indirecta, salvo en los ca¬sos en que necesariamente veamos que hace falta una especie de «entrenamiento» muy individualizado.

Actividades para desarrollar habilidades metalingüísticas en el aula

Complementariamente a la creación de contextos que permitan captar al niño qué es el lenguaje escrito, qué interés tiene su aprendizaje, etc., creemos necesario plantear actividades que desarrollen las habilidades me¬talingüísticas, que faciliten el aprendizaje del sistema alfabético. Estas ac¬tividades deben realizarse integradas en las tareas normales de la clase y en forma de juegos; ello permitirá desarrollar el conocimiento fonológico de una forma fácil y lúdica.

Pensando en un aula de educación infantil y primero de primaria, realizaremos una pro¬puesta de actividades clasificadas en las fases en que hemos cifrado el desarrollo fonológico. Es preciso reseñar que nuestra intención al propo¬ner estas actividades para desarrollar en los niños de la escuela infantil el conocimiento fonológico es la de dar ejemplos, más que la de presentar un programa exhaustivo, que el maestro mejor que nadie puede ir crean¬do al compás de sus proyectos de trabajo.

En primer lugar, cualquier actividad debe contemplarse dentro del pro¬yecto global y contextual de cada centro o aula.

En segundo lugar, el or¬den secuencial de las tareas será el que se deriva de las investigaciones que hemos ido analizando, aunque sin duda muchas tareas deberán repe¬tirse y volver sobre ellas.

En tercer lugar, los aspectos que deben obser¬varse serán interpretados por el profesor buscando actividades que tengan en cuenta quizá más de un objetivo o tarea, aunque necesariamente a la hora de precisarlos por nuestra parte debemos presentarlos ordenada y es¬quemáticamente para su mejor comprensión. Estos aspectos para la selec¬ción de actividades destinadas a desarrollar en los niños el conocimiento metalingüístico son los siguientes:

- Trabajaremos indistintamente tanto el análisis desde la frase hasta el fonema, como jugando directamente con palabras.

- Igualmente podemos iniciar el proceso con tareas más básicas, ta¬les, como, por

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