Psicologia

Sistemas de la memoria

La memoria implícita, que se desarrolla al comienzo de la infancia, atañe a los hábitos y destrezas que se adquieren sin esfuerzo, también se le llama memoria procedimental. La memoria explícita es el recuerdo consciente o intencional de por lo regular, hechos, nombres, sucesos y otra información que pueda enunciarse y declararse. Al comienzo de la infancia, cuando las estructuras que resguardan la memoria todavía no están bien formadas, los recuerdos padecen de cierta fugacidad. La maduración del sistema del hipocampo es lo que hace posible tener recuerdos más duraderos. Se piensa que la parte más grande del lóbulo frontal, la corteza prefrontal, controla muchos aspectos de la cognición. Esta parte del cerebro se desarrolla con mayor lentitud que las demás. En la segunda mitad del primer año, la corteza prefrontal y sus conexiones adquieren capacidad para establecer una memoria de trabajo; el almacén de corto plazo para la información que está en proceso. La aparición tardía de la memoria de trabajo sería la causa del lento desarrollo de la noción de permanencia de objetos, que al parecer ocurre en una parte posterior de la corteza prefrontal. A los 12 meses, esta región está desarrollada lo suficientemente para que el niño evite los errores de búsqueda al controlar el impulso de indagar en el sitio donde antes se encontraba un objeto.

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