REFLEXIÓN: "ELOGIO DE LA DIFICULTAD"

REFLEXIÓN: “ELOGIO DE LA DIFICULTAD” Por: Estanislao Zuleta.

Por lo general a nadie le gusta la vida difícil, siempre buscamos la manera de hacer lo difícil fácil, es decir, la comodidad antes que la incomodidad, lo rápido antes que lo lento, difícilmente nos sacrificamos y ponemos una cara amable a los problemas. Nunca pensamos que las dificultades son una oportunidad de superarnos o de aprender algo provechoso para nosotros como individuos.

Somos soñadores, tenemos una tendencia a buscar el cumplimiento de ellos, pero por el camino más fácil y corto. Ciertamente hay logros que tal vez podremos conseguir más fácil, pero yo diría que la minoría. La mayoría son difíciles, lentos y necesitan que actuemos activamente para el logro de ellos. Muchos de esos sueños inalcanzables que en la mayoría de las veces se tornan frustrados, trayéndonos sentimientos de pereza, facilismos, resignación, etc. Afectan totalmente nuestra actitud ante la vida, logrando que tomemos una conducta perezosa para ser conquistadores de lo que queremos.

Aquí el problema se torna difícil cuando adquirimos esa actitud ante la vida, pero debemos discernir que nuestro problema no es solamente que no somos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en lo que nos proponemos: nuestra falla no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal. Deseamos un mundo de fantasía, de cuentos y poemas, un mundo lleno solo de satisfacciones y alegrías, y que nos cuiden como a bebes. Un mundo de abundancia y de ninguna manera de escasez, de felicidad y de ninguna manera de tristezas.

Hace unos días quede atónito con la respuesta de mi hija de 7 años cuando le pregunté: “Hija, ¿por qué no quieres ir al colegio? Y ella me contestó: "mami porque en el colegio me canso". Y pensé que desde pequeños pareciera que la comodidad nos atrajera mucho más al punto de ver las cosas que son provechosas y buenas para nosotros como cargosas y cansonas. Tal vez una niña de 7 años no tiene el alcance de lo que es “la ley del mínimo esfuerzo”, pero perjudicaría su vida si no tuviera unos padres que le infundieran el trabajo y la superación ante cualquier obstáculo o dificultad que se le presente.

Ser esforzados es de valientes, pues en la vida nada es gratis y fácil. Hasta las tareas más naturales como lo es el ser padres, son difíciles. Solo los valientes y esforzados alcanzan sus metas y logran vivir no una vida sin problemas, pero si una vida donde tendrán un sentimiento del deber cumplido y que todas las oportunidades que se le han presentado, las ha aprovechado al máximo.

Debemos trabajar por lo más difícil, lo más importante, lo más necesario, que es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente, valorando cada cosa que nos sucede como una experiencia enriquecedora.

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