Abrazo En Familia
Enviado por Yuleaj • 17 de Noviembre de 2014 • 379 Palabras (2 Páginas) • 455 Visitas
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha establecido desde 1990 el segundo domingo de noviembre de cada año para celebrar el Día del Abrazo en Familia. Se cumplen 24 años continuos desde la iniciativa del sacerdote Aldo Fonti, quien pertenecía al Departamento de Familia de la (CEV)
Unión y amor en un abrazo. En ese gesto se congregan sentimientos de fraternidad que la Iglesia Católica desea resaltar con el Día del Abrazo en Familia, según estable la liturgia el segundo domingo de cada noviembre.
El propósito es promover los valores familiares, fortalecer la paz, la unión, el amor entre los miembros de la familia y la sociedad en general, a través de charlas, encuentros y actividades en los diferentes planteles educativos.
El lema de este año es Mi familia: Constructora de paz. El obispo de la Diócesis de Ciudad Guayana, monseñor Mariano Parra Sandoval hace énfasis en que sea constructora de valores tan importantes como la paz, el diálogo, la justicia, el respeto, la tolerancia.
“La base de la sociedad es la familia, cuando está bien constituida es unida, es solidaria trabaja como un bloque, es sellada por el amor, produce a la sociedad muchos beneficios y ciudadanos mejores, católicos mejores”
Citando al Santo Padre Francisco, acota que “de hecho, la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional”. Recuerda que “la familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor”.
El Prelado revela que “desafortunadamente la condición pecadora del hombre impide en muchos casos la vivencia de la fraternidad, como sucedió en el caso de Caín y Abel. Pero el plan de Dios sigue vigente y espera nuestra cooperación para su realización”.
Recordando al Papa San Juan Pablo II, indica que “La paz es fruto de la justicia”; por lo cual “debemos dirigir nuestra atención, en primer lugar, a las relaciones intrafamiliares si pretendemos alcanzar la paz social”.
El Obispo culmina el mensaje confiado en el auxilio de Dios. “Si las familias cristianas, estuvieran dispuestas a ejercitarse en la escuela del diálogo, ciertamente mejorarían notablemente las relaciones entre sus miembros y se convertirían en agentes multiplicadores de entendimiento, de respeto, de amor y contribuirían eficazmente en la búsqueda de la paz”.
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