Celulas Discipulares

El Señor Jesús en su palabra nos dio el mandato de ir y hacer discípulos en todas las naciones, esta orden nos hace comprender que además de la tarea de evangelizar nos dio la tarea de hacer discípulos, esta requiere más tiempo es un proceso y existen varias entornos donde podemos ejecutarla, puede ser en la iglesia o fuera de ella. Es allí donde se hace necesario como hijos de Dios de crear estrategias para obedecer el llamado y ser de bendición a otros enseñándoles un estilo de vida centrado en Jesús.

Una forma de compartir el mensaje de salvación y enseñar a otros a ser discípulos es a través de las células discipulares, según Méndez, y otros (2013):

“Es un grupo de 4 a 15 personas que se reúnen semanalmente en casas o algunos establecimientos fuera de la iglesia para un mayor crecimiento en la palabra, con la visión de aprender y a su vez ser transformados y renovados, siendo instrumentos hacia la evangelización, confraternización y edificación”.

En cuanto a este tipo de reuniones la palabra de Dios nos relata en el libro de los Hechos 2:46-47 cuando los primeros cristianos perseveraban cada día y partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón alabando a Dios. Las células discipulares son una forma de multiplicar la fe de los creyentes hacia otros, es decir de invitar a otros y hablarles de Jesús en una forma sencilla y en un ambiente familiar, con el fin que reconozcan a Jesucristo como Señor y Salvador y enseñarles a tener una relación intima con Él.

Las metas que deben tener un grupo de celula discipular están fundamentadas en los siguientes verbos: ganar, consolidar, discipular y enviar. Ganar se refiere a llevar a otros a Cristo, Consolidarlos es guiarles, animarles a mantenerse en la decisión o paso de fe de seguir a Cristo, Discipularles es enseñarles a seguir a Jesús y a guardar todas las cosas que Él nos enseño, esta enseñanza debe estar basada en la palabra de Dios y caracterizarse por testificar un estilo de vida diferente, por último el objetivo es enviarlos así como Cristo envió a sus discípulos y nos envía a nosotros para dar a conocer a Jesucristo y hacer discípulos, debemos enviar a otros a multiplicarse cuando están listos para esta misión.

Ahora bien, es necesario en este proceso de multiplicación de las células discipulares exista la guía del Espíritu Santo, la enseñanza debe ser con demostración de Espíritu y poder donde las personas tengan un encuentro real y profundo con Dios como Salvador, Libertador, Padre, Sanador, Abogado en fin donde cada persona pueda conocer a Dios; se hace necesario que nunca exista la enseñanza filosófica y teórica que no produce fruto sino religiosidad.

Para que exista orden de Dios y las células discipulares cumplan su función están se deben establecer con lineamientos dados por la casa o iglesia que las envía o establece, los autores Silva y otros (2013) realizan un proyecto para la Primera Iglesia Bautista de San Cristóbal para formación de células discipulares llamándose a estas Casas

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