Chernobyl

El 26 de abril de 1986 a la 1:23 a.m. ocurre la catástrofe nuclear más grande de su tipo en Chernobyl, Ucrania. En dicho lugar estaba ubicada la central nuclear catalogada como una segura e infalible. La sobreconfianza bastó para que se desatara el desastre.

El reactor número 4 de la central nuclear de Chernobyl estalló. Esto se debió a un experimento de seguridad llevado a cabo con el fin de aprovechar el movimiento de rotación de los alternadores para, con el sistema al mínimo rendimiento, observar cuanta energía se podría generar en esos instantes. Luego de haber dado inicio al experimento y haber desactivado el sistema de seguridad, los científicos comienzan a escuchar sonidos dentro del núcleo del reactor. Posterior a esto, observan una especie de gas venenoso y los sonidos se tornan más intensos. Los científicos, preocupados, tratan de disminuir la energía, pero el sistema no responde y las barras de grafito ya habían almacenado mucha energía. Es entonces cuando se produce la gran explosión causando la muerte de los trabajadores de la central nuclear y liberando al aire las casi 2,000 toneladas de bióxido de uranio que utilizaba la planta entre muchos otros materiales

dañinos para cualquier ser vivo.

La catástrofe se pudo haber evitado sólo con el pronto abortamiento de la operación. Sin embargo, éste experimento no se debió haber llevado a cabo sin tomarse las debidas precauciones. Una de las personas entrevistadas en el documental menciona que como se va a probar cuán segura es la puerta de un avión a 3,000 metros de altura con 90 pasajeros abordo, hacer algo así es un acto irresponsable. Las personas encargadas de esta operación debieron al menos notificar a los habitantes del territorio que se efectuaría un experimento en la planta nuclear para que de este modo las personas tomaran sus medidas y precauciones al respecto. Esto fue un acto negligente e irresponsable, ya que se comentaba que la planta no era del todo segura y tenía algunos desperfectos. Se pudo haber evitado la muerte de miles de personas con sólo realizar pruebas de esa índole desde el comienzo de la central y no después de tantos años de funcionamiento.

Esta explosión liberó elementos radiactivos sumamente perjudiciales, tales como el yodo 131 que se exparció por toda Europa. El yodo se aloja en la glándula tiroide y bombardea el cuerpo desde el interior, tiene

una duración de 8 días. Otro de los elementos liberados fue el cesio 137 que tiene una duración de 30 años y es muy difícil de eliminar. Estroncio 90, dura 90 años y ataca la médula ósea , debido a que el organismo lo confunde con el calcio. Xenón 133, tiene una duración de 600 años y el plutonio con una duración de 24,000 años. Los 5 elementos radiactivos anteriormente mencionados son nocivos para el humano porque son capaces de destruir el organismo de ser expuesto a cantidades excesivas. Algunos de estos elementos causaron y pueden ser los causantes de muchas de las enfermedades cancerígenas que asechan al mundo actual. Por ejemplo, el yodo 131 se aloja en la glándula tiroide causando serias enfermedades y el estroncio 90 una vez que se establece en la médula ósea comienza a emitir radiación desde el interior del organismo. El exceso de radiación provoca mutaciones tanto al individuo que tiene contacto con ellas, como a sus genes y por consecuencia a sus próximas generaciones.

De haber formado parte del equipo científico que efectuó el experimento en la planta nuclear, hubiese detenido la operación al momento de notar el mínimo sonido fuera de lo normal. Tanto mi vida

como la de miles de personas dependían de ello y la vida tiene mucho valor. En lo personal soy un poco cobarde para asuntos de esta índole; en los que se ponga en riesgo mi vida y la de los demás. Miles de personas murieron trágicamente, porque la muerte que ocasiona la radiación es cruel y dolorosa. Además

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