Cobre Denuedo
bricenocj17 de Noviembre de 2012
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Cobre denuedo para hacer revisitas
1 ¿Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya sentido temor al principio, especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron un poco de interés. Pero a medida que ‘cobra denuedo por medio de nuestro Dios para declarar las buenas nuevas’ haciendo revisitas, quizás le sorprenda descubrir lo fácil y remuneradora que puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) ¿En qué sentido?
2 En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a alguien a quien ya conocemos, no a un extraño, y por lo general es más fácil conversar con un conocido que con un extraño. Una de las muchas recompensas de participar en esta obra es que puede resultar en que empecemos estudios bíblicos productivos.
3 Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han mostrado interés. ¿Por qué seguimos visitándolas? Porque sabemos que las circunstancias cambian, y que tal vez aquella persona con quien hablamos antes y que pareció indiferente o incluso opuesta, se interese la próxima vez que la visitemos. Teniendo esto presente, nos preparamos bien y pedimos la bendición de Jehová para decir algo en esta ocasión que provoque la reacción favorable de la persona.
4 Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningún interés, ¿no deberíamos estar más dispuestos a visitar a las que sí han mostrado algún interés en el mensaje del Reino? (Hech. 10:34, 35.)
5 Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visitó varias veces. Si ese fue su caso, pregúntese: ‘¿Cuál fue la primera impresión que le causé al publicador? ¿Abracé el mensaje del Reino en cuanto lo oí por primera vez? ¿Di la impresión de ser indiferente?’. Debemos alegrarnos de que aquel publicador que volvió nos haya considerado dignos de una revisita y haya ‘cobrado denuedo por medio de Dios’ para visitarnos y enseñarnos la verdad. ¿Qué debemos hacer cuando las personas muestran algún interés al principio, pero después parece que tratan de evitarnos? Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo ilustra la siguiente experiencia.
6 Mientras daban testimonio en la calle temprano por la mañana, dos publicadoras hablaron con una joven que llevaba a un niño en un cochecito. Ella aceptó una revista y las invitó a su hogar el domingo siguiente. Las hermanas llegaron a la hora acordada, pero la joven les dijo que no tenía tiempo para hablar. Sin embargo, prometió atenderlas la siguiente semana. Las hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperándolas cuando volvieron. Se empezó un estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empezó a asistir regularmente a las reuniones y a participar en el servicio del campo. Ahora está bautizada.
7 Coloque el fundamento en la visita inicial: El fundamento para una buena revisita suele colocarse en la visita inicial. Escuche cuidadosamente los comentarios del amo de casa. ¿Qué le comunican? ¿Le atrae la religión? ¿Le preocupan los temas sociales? ¿Le interesa la ciencia?, ¿la historia?, ¿el medio ambiente? Al concluir la visita, plantee una pregunta que invite a la reflexión y prometa volver para examinar la respuesta bíblica.
8 Por ejemplo, si al amo de casa le llamó la atención la promesa bíblica de una Tierra paradisíaca, sería apropiado volver y conversar sobre ese tema más a fondo. Antes de despedirse, pudiera preguntar: “¿Cómo podemos estar seguros de que Dios cumplirá esta promesa?”. Entonces agregue: “Tal vez pueda volver cuando toda la familia esté en casa para mostrarles la respuesta bíblica a esa pregunta”.
9 Si el amo de casa no muestra interés en ningún tema en particular, puede utilizar una de las preguntas que aparecen en las presentaciones de la última página de Nuestro Ministerio del Reino como base para la siguiente conversación.
10 Mantenga un registro exacto: Su registro de casa en casa debe ser exacto y completo. Escriba el nombre y la dirección de la persona tan pronto salga de la casa. No invente el número de la casa ni el nombre de la calle; más bien, cerciórese de que la información sea exacta. Describa al amo de casa. Anote el tema que trató, los textos leídos, la publicación que dejó y la pregunta que contestará la próxima vez. Incluya el día y la hora en que hizo la primera visita y cuándo prometió volver. Ahora que el registro está completo, no lo pierda. Póngalo en un lugar seguro para que pueda referirse a él más tarde. Siga pensando en la persona y en cómo hará la revisita.
11 Tenga presente sus objetivos: Primero, procure tranquilizar al amo de casa siendo cariñoso y amigable. Muestre que se interesa en él como persona, sin tomarse demasiadas confianzas. Segundo, recuérdele la pregunta que usted planteó en la última visita. Escuche cuidadosamente su opinión y dígale sinceramente que agradece sus comentarios. Entonces, muestre por qué el punto de vista bíblico es práctico. Si es posible, dirija su atención a algún punto relacionado en el libro El conocimiento que lleva a vida eterna. Tenga muy presente que su objetivo principal al hacer revisitas es empezar un estudio bíblico.
12 La franqueza con que expone los asuntos el libro Conocimiento nos ha ayudado a muchos de nosotros a ‘cobrar denuedo’ al dirigir estudios bíblicos y a animar a los estudiantes a asistir a las reuniones y a relacionarse con la organización de Jehová. Anteriormente, tendíamos a esperar hasta que las personas estudiaran por bastante tiempo antes de invitarlas a reunirse con nosotros. Ahora, muchos estudiantes asisten a las reuniones tan pronto como empiezan a estudiar, y por eso progresan mucho más rápido.
13 Un matrimonio dio testimonio informal a un compañero de trabajo. Cuando mostró interés en la verdad, le ofrecieron un estudio bíblico con el libro Conocimiento. Al mismo tiempo, le dijeron que debía asistir a las reuniones, pues allí se contestarían muchas de sus preguntas. No solo aceptó con gusto el estudio, sino que estudiaba dos veces a la semana y comenzó a asistir regularmente a las reuniones en el Salón del Reino.
14 Utilice el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros?: En las asambleas de distrito “Mensajeros de la paz de Dios” recibimos el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros? Este puede utilizarse para empezar estudios bíblicos con personas temerosas de Dios, prescindiendo de su nivel educativo. Contiene un curso completo de las enseñanzas fundamentales de la Biblia. Será un instrumento muy eficaz para impartir el conocimiento divino. Explica la verdad de manera tan clara y sencilla que prácticamente todos podremos utilizarlo para enseñar a otros los requisitos de Dios. Es probable que muchos publicadores tengan el privilegio de dirigir un estudio bíblico con este folleto.
15 Algunas personas que dicen que no tienen tiempo para estudiar el libro Conocimiento tal vez estén dispuestas a estudiar en breves sesiones el folleto Exige. Les encantará lo que aprendan. En tan solo dos o tres páginas encontrarán las respuestas a preguntas que el hombre se ha hecho durante siglos: ¿Quién es Dios? ¿Quién es el Diablo? ¿Cuál es el propósito de Dios para la Tierra? ¿Qué es el Reino de Dios? ¿Cómo puede usted encontrar la religión verdadera? Aunque el folleto presenta la verdad de forma sencilla, su mensaje es muy impactante. Abarca puntos clave que los ancianos repasarán con los que piensan bautizarse y puede ser un eslabón para un estudio más profundo con el libro Conocimiento.
16 Para ofrecer un estudio bíblico durante la revisita, puede decir sencillamente: “¿Sabía que en unos cuantos minutos usted podría aprender la respuesta a una importante pregunta bíblica?”. Haga una de las preguntas que aparecen al principio de una de las lecciones del folleto. Por ejemplo, si visita a una persona mayor, pudiera decir: “Sabemos que Jesús curó a enfermos en el pasado. Pero ¿qué hará Jesús en el futuro por los enfermos?, ¿los ancianos?, ¿los muertos?”. Las respuestas se encuentran en la lección 5. A la persona que le interesa la religión quizás le llame la atención la pregunta: “¿Escucha Dios todas las oraciones?”. Esta se contesta en la lección 7. Los miembros de la familia querrán saber: “¿Qué exige Dios de los padres y los hijos?”. Se darán cuenta cuando estudien la lección 8. Otras preguntas son: “¿Pueden los muertos perjudicar a los vivos?”, “¿Por qué hay tantas religiones que dicen ser cristianas?” y “¿Qué tiene que hacer para ser amigo de Dios?”, las cuales se contestan en las lecciones 11, 13 y 16, respectivamente.
17 Ayude a los que hablan otro idioma: ¿Qué podemos hacer si el amo de casa habla otro idioma? De ser posible, debe enseñársele la verdad en el idioma que conoce mejor. (1 Cor. 14:9.) El superintendente de ciudad (o en territorios rurales, el superintendente de circuito) tal vez pueda suministrar información respecto a las congregaciones y grupos de habla extranjera de la zona. Así, el secretario sabrá a qué congregación o grupo de habla extranjera debe enviar los formularios “Visítese a esta persona de otro idioma” (S-70a-S) que le entreguen los miembros de la congregación. Si no hay congregaciones o grupos cercanos ni publicadores locales que hablen el idioma
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