Cáncer de la sangre

El diagnóstico que dieron los médicos a Cristian Goya fue contundente: por una enfermedad oncológica de la sangre debía recibir un trasplante de corazón y otro de medula ósea. La noticia, y la próxima llegada de su primer hijo, no dieron lugar a la vacilación ni a la angustia. A partir de ese momento, comenzó para Cristian un camino de lucha, espera, esperanza y fe junto a todas aquellas personas que, como él, aguardan un órgano. Cristian estuvo en lista de espera, con mayor prioridad a medida que se agravaba su cuadro hasta ubicarse en emergencia nacional.

Finalmente, recibió el trasplante de corazón y meses después se realizó el de médula. Ambos con éxito. Cristian recuerda que mientras él estaba internado entre sueros, cables y máquinas debido a una descompensación que había sufrido, en el piso de abajo, en la sala de maternidad, su esposa estaba en pleno trabajo de parto.

Varios años antes que el de Cristian, nacía el hijo de la primera mujer trasplantada hepática en un hospital público. A partir de ese hecho, cada 30 de mayo, se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos para demostrar la posibilidad de dar vida después de haber recibido un trasplante.

Historias como estas se multiplican hasta alcanzar las cifras que hoy ubican a la Argentina como referente de Latinoamérica en esta materia (en 2010 hubo un total de 583 donantes reales que permitieron que 1.293 personas reciban un trasplante)

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