LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD

LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD

A pesar de todo lo creyente y religiosa que una persona pueda ser, si bien es cierto hace sus obras, pero no es menos cierto que el dinero no es un buen mediador entre la iglesia y la sociedad, un claro ejemplo es la Dama Meona que siendo una señora, una dama de sociedad, capaz de dar su tiempo a las obras caritativas, también lo fue para substraer dinero de estos eventos y llenar sus manos con ese que fuera el esfuerzo de todas las compañeras y la iglesia.

La iglesia también tiene gran parte de responsabilidad en esta situación ya que siempre los sacerdotes quieren tener en su equipo de trabajo a persona que ayuden, colaboren, que sean simplemente voluntarios, eso no puede ser así, ya que aun cuando las damas que manejan o participan de los eventos de beneficencias, tengan dinero o no, también son personas con la misma necesidad humana de ganarse un poco de dinero; ganado con su esfuerzo y vaya que en una evento social hay que tener fuerzas.

En conclusión la dama meona a mi criterio era solo una mujer común con la humanidad de cualquier persona que quería ser y aparentar lo que tal vez nunca fue y que es la más fiel representación de muchas mujeres que viven esta realidad, pero que sería hasta perdonable. Más bien me atrevería a preguntarle a la Iglesia por qué mejor no tener gente en calidad de empleados trabajando por esa obra social que el sacerdocio está llamado a hacer.

...