La Libertad

LA LIBERTAD

Dios nos creo a su imagen y semejanza, pero no como seres perfectos. Somos humanos y nos equivocamos en muchas cosas, gracias a que podemos elegir nuestras propias decisiones según creamos lo que es mejor para nosotros. Y esto lo podemos hacer gracias a la LIBERTAD que Dios nos dio. Con esta libertad podemos decidir y actuar como a nosotros nos guste, pero esto no quiere decir que debamos actuar de forma incorrecta. Tenemos que aprender a controlar nuestra libertad y saber que junto con la libertad viene una responsabilidad.

La libertad se nos da con la condición de que debemos ser responsables de nuestros actos y aprender a aceptar nuestros errores, si es que los cometemos. No podemos tener libertad sin tener responsabilidad, ya que podríamos abusar de esa libertad y actuar de una forma incorrecta que al final nos dañara a nosotros mismos y a las personas que nos rodean. A esto se le puede llamar libertinaje, el abusar de la libertad.

Tenemos que aprender a usar esa libertad con sabiduría y hacer buen uso de ella, para ayudar al prójimo y a nosotros mismos. Dios nos da la libertad para poder aprender a tomar decisiones y analizarlas para saber cual es mejor para nosotros o que nos sirve para mejorar al mundo, para asi poner en practica esas ideas.

Cuando abusamos de esta libertad y actuamos de forma incorrecta, tenemos que aprender a aceptar nuestro error y arrepentirnos de corazón, ya que Dios quiere que seamos responsables de las acciones o decisiones que tomamos pero que sepamos que si hacemos el mal tenemos que arrepentirnos y tratar de no hacerlo de nuevo. Para que Dios perdone nuestros errores, o pecados, nos da el sacramento de la Penitencia, que es el perdón de nuestros pecados, siempre y cuando nuestro arrepentimiento sea verdadero. Dios siempre nos va a esperar con los brazos abiertos esperando nuestra disculpa y verdadero arrepentimiento por nuestras equivocaciones.

En conclusión, Dios nos dio la libertad por el hecho que no somos perfectos y tenemos derecho de elegir nuestras decisiones. Y aunque a veces nos equivoquemos y tomemos malas decisiones, Dios siempre nos va a perdonar siempre y cuando nuestro arrepentimiento sea sincero y tengamos el deseo de cambiar y no volver a actuar de esa manera. Tambien tenemos que ser muy cuidadosos porque este don de la libertad puede convertirse en libertinaje si no lo usamos con la debida responsabilidad que Dios nos otorga.

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