Populorum Progressio

“El ser humano no vive sólo de pan. Necesitamos amor y cuidados, y encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos” Gaarder .J

El crecimiento, el desarrollo y el enriquecimiento de las naciones son tópicos que no se pueden pasar por alto al momento de analizar una economía. La ciencia económica, como tal, inicia indagando y dando luces sobre los temas antes mencionados; por lo tanto se puede decir que son fundamentales para explicar a la superestructura social y el orden geo-político.

A lo largo de la historia los paradigmas económicos se han roto, resquebrajado y revivido, cada época ha brindado distintas cosmovisiones, las obsesiones de cada una de las escuelas de pensamiento económico son distintas, pero es imposible dejar considerar al crecimiento económico y el desarrollo de los pueblos un eje central de la economía y por tanto de la sociedad .Sin embargo, el desarrollo , desde el punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia, es imposible de alcanzar mientras los pueblos vivan sin dignidad ,justicia y paz . A partir de este planteamiento se puede inferir que la propuesta de desarrollo de la Iglesia Cristiana es más integral y comprende múltiples factores , que a menudo son olvidados por las ciencias sociales.

Se puede derivar a través de estos conceptos, que a la luz del Evangelio y de la ideología de la Iglesia , el desarrollo per se , no es simplemente tener más , sino también ser mejor y servir mejor, y por tanto el desarrollo y la prosperidad de los pueblos es lo que traerá la paz a la Tierra.

Una vez planteada estas ideas es trascendental presentar resumidamente la encíclica del Sumo Pontífice Pablo VI “Populorum Progressio” como un gran acercamiento de la Iglesia hacia los temas como el desarrollo, el control de la propiedad privada, el control de los mercados, la pobreza, la enajenación de la cultura , entre otros temas sociales , económicos y políticos .

La encíclica escrita en el año de 1967, por supuesto está en un contexto histórico distinto. Las obsesiones de la época giran en torno al desarrollo, sustentado en instituciones como la ALPRO, el pensamiento estructuralista; en el ámbito de la economía, el keynisianismo y demás corrientes afines estaban en su apogeo, el progreso tecnológico exuberante de unos no correspondía con la pobreza extrema de otros ; recientes enfrentamientos entre Cuba y EE.UU habían dejado al descubierto la labor y misión de la Iglesia Católica en esta coyuntura crítica, y esta era la de ser mediador y tratar de resolver los conflictos humanos y lograr que haya paz. La confluencia de los factores exógenos junto con la ideología de la Iglesia Católica dejaron en claro que para que haya paz debe haber desarrollo y para que haya desarrollo debe haber instituciones de salud, educación, vivienda, en general servicios de necesidad básica al alcance de todos, debe haber la vocación de servir al más débil y debe haber una institucionalidad y reglas del juego bien definidas, pero acordes a las múltiples realidades en cada parte del planeta.

El desarrollo admirado por la Iglesia, según Pablo VI, es aquel que promueve el desarrollo integral de las capacidades de los seres humanos, que provee las necesidades básicas, que permite a todos vivir con dignidad. A raíz de sus viajes a Latinoamérica, India y África puede apreciar como las desigualdades en el proceso de acumulación de riqueza pueden ser perversas y dañar a los pueblos .Las disparidades en el desarrollo comienzan desde tiempos de coloniaje , en el que el camino hacia la prosperidad de metrópolis y satélites diverge sustancialmente , dirigiendo a los países colonizados a un destino de pobreza y marginación , en el que se ven obligados a adoptar la cultura e instituciones foráneas y olvidarse de su conocimiento ancestral o aferrarse a su organización antigua y verse cada vez menos afines al rumbo del mundo globalizado. Esta disyuntiva genera un choque entre las personas de una misma cultura, ya que aquellas que sean alienadas por la cultura extranjera no tendrán nada que ver con aquellos, casi siempre los mayores de las comunidades, que no acepten la cultura extranjera. Tal confusión generada por el sismo cultural, social, económico y político puede , y de hecho lo hace, conducir a los pueblos a caer en sistemas caudillistas , mesiánicos y carentes de compromiso social.

Ante esta realidad la Iglesia, como institución comprometida con la dignidad humana, la justicia y la paz debe, como lo ha hecho antes sectorialmente, ahora nivel mundial, emprender una campaña de concientización de la situación humana, de la necesidad de formar vínculos entre los países pobres, de la responsabilidad que las potencias tienen con los países sub-desarrollados. Y no sólo la Iglesia y sus miembros están llamados a esta tarea, sino todos los seres humanos de buena voluntad, porque el crecimiento y enriquecimiento personal no debe ser la meta, sino el crecimiento y desarrollo del género humano, integral, en todo sentido: cultural, espiritual, económico, político y social. El ideal es erradicar el egoísmo, la codicia, la pobreza, las condiciones de vida no dignas, la pérdida gradual de la cultura, el individualismo.

En la biblia , representación física de la palabra de Dios y sus seguidores , se señala que la creación de la tierra es para el uso del hombre y todo lo que produzca la tierra, el hombre ,debe saber usarla de la manera más inteligente y eficiente posible, es decir , para traerlo a lenguaje economicista , un factor de producción. Para este efecto, también se toma en consideración otros derechos como son los de la propiedad privada y el libre comercio, los cuales, idealmente, deben ser un impulso para el desarrollo del hombre y no convertirse en un obstáculo.

La realidad de los países se puede vislumbrar a la luz del progreso de los países , por ejemplo el ingreso que tiene cada uno de ellos, la renta de cada persona( renta per cápita) .La importancia sustancial de esta encíclica es que brinda una perspectiva del uso que debe tener la renta para llegar al

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