Reflexion de Ana

Al comenzar a leer algunas historias bíblicas, tanto de hombres como mujeres  creí que me identificaba con Ruth , pues vine de tierra extranjera quiero decir del mundo , donde escuche palabra ,pero aun no me rendía al Señor, mi familia fiel devotas a las animas sobre todo mis abuelos ,al conocer a la familia de mi esposo la ame como a la mía ,dejando a tras el mundo y siguiendo el Dios de mis suegros , por eso me identifique , siento que si tendría que irme con ellos por su bien me iría se que allí está la bendición de Dios , allí conocí al Señor ,me identifique con Ruth porque fue una mujer  leal y agradecida, que sin importar las consecuencias de ver a su suegra  económicamente grave ,sin más hijos, anciana, sola  no lo pensó si no que por amor y agradecimiento se quedo a su lado .

De pronto  me encontré con Ana, me decía a mi misma yo no tengo nada en común con ella, y resulta, que sí. Como ya sabemos  Ana era estéril, en ese tiempo la mujeres estériles eran rechazadas, señaladas, no eran vistas con buenos ojos, por esto ella tuvo que soportar la humillación de vivir en poligamia cuando Elcana decide casarse con Penina, ya que para los hombres de familia era importante el nacimiento de varoncitos para extender el linaje, era una cuestión de honor.

Se preguntaran qué tengo  que ver con Ana ,si tengo hijos, pues si tengo que ver y mucho, en el mundo  estaba estéril no daba fruto espirituales ,  pero un día postrada en la cama llorando  le pedí al Señor que quería que trasformara mi vida , no quería que la historia de mi madre se repitiera en mi, le pedí una familia nueva  y yo la cuidaría para Él , y Dios me la dio , hasta ahora el me ha ayuda a cuidarla es un pacto que hice , ese fue el primer milagro que recibí de mi Señor, al igual que Ana pidió un hijo y lo dedicaría al Señor , yo le pedí mi familia y está dedicada a Él.

Me saco de lugares angostos y me puso en lugares espaciosos.

Mientras más reflexionaba en Ana en las burlas y cuando la señalaban, me di cuenta que pase por ello, claro, desde otra perspectiva, cuando mi hija mayor nació vino con tantos problemas, que muchos me señalaban a mis espaldas, decían: esa niña tan pequeña y débil y su padre tan fuerte.

Seguro será la madre, el no, las fuertes criticas entristecían mi alma y el rechazo  hacia mi hija  en algunos individuaos me causaban tristeza, en algunos momentos amargura del Alma, aquí fue lo contrario no quise tener más hijos. Dios me doto de dominio propio, para soportar las veces que se reían de mi pequeña   sin invitarla a jugar, El espíritu Santo ha sido mi guía, para ser un escudo alrededor de mi hija para que malos chiste no la afecten, puedo decir con seguridad Jesús camina a mi lado, no me siento sola El me guía El es fiel.  Aprendí  a amar las almas aunque me causen daño, porque ya sé que mi pelea no es con la humanidad.

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