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Via Crucis


Enviado por   •  20 de Mayo de 2014  •  4.849 Palabras (20 Páginas)  •  236 Visitas

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Vía Crucis

“Comunidad Montiana de Tucumán”

En esta noche llena de angustias nuestro amigo Jesús es condenado por un acuerdo entre las fuerzas civiles y religiosas, en su soledad más profunda nunca dudó de la presencia del amor de su padre, y de su madre maría santísima su fiel amiga, su compañera en el amor desde el momento de la concepción, lo acompaño durante la pasión a pesar de que su corazón se destruía al ver el sufrimiento de su hijo, sin embargo su SI y el SI de Jesús a Dios cambiaron el rumbo de nuestras vidas ya que él se entrega una vez más por cada uno de nosotros.

Vamos a dar comienzo este vía crucis con la oración del Espíritu Santo para pedirle que nos guie e ilumine nuestro camino acompañando a Jesús en su sufrimiento, para que toque nuestros corazones así como los de toda la comunidad…

Jesús en el Huerto de Getsemaní

(En el jardín del porton)

MIRIAN: Llegó Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní. Y dijo a sus discípulos:

SERGIO: Siéntense aquí, mientras yo voy a orar más allá, pero recen para que no caigan.

MIRIAN: Llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, comenzó a sentir tristeza, angustia, dolor, y les dijo:

JESÚS: Siento una tristeza de muerte; quédense aquí conmigo y permanezcan despiertos.

MIRIAN: Después se alejo un poco más y tirándose en el suelo hasta tocar tierra con su cara hizo esta oración: (TIEMPO PARA QUE LLEGUE AL HUERTO)

JESÚS: Padre, si quieres aparta de mí esta prueba, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya.

MIRIAN: Volvió a lo de sus amigos, los encontró dormidos y les dijo:

JESÚS: De modo que no pudieron permanecer despiertos ni una hora conmigo. Estén despiertos y recen para que no caiga en la tentación. El espíritu es fuerte pero la carne es débil.

MIRIAN: Se fue nuevamente y oraba con más insistencia, entonces se le apareció un ángel para animarlo. Entró en agonía y oraba con mayor insistencia, y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que Caían al suelo. (TIEMPO PARA QUE LLEGUE AL HUERTO)

JESÚS: Padre, si esta copa no puede ser apartada se mi sin que yo la beba, que se haga tu voluntad.

MIRIAN: Volvió otra vez donde los discípulos y los encontró dormidos, pues se le cerraban los ojos de sueño. Los dejó y fue de nuevo a orar, por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. (TIEMPO PARA QUE LLEGUE AL HUERTO)

MIRIAN: Se levantó, apenas podía ponerse de pié. Regresó junto a sus amigos y les dijo:

JESÚS: Ahora pueden dormir y descansar ha llegado la hora y el hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. ¡Vamos levántense, ya está cerca el que me va a entregar!

(TIEMPO PARA QUE SE REUNAN JESÚS Y JUDAS)

MIRIAN: De repente, llegó Judas rodeado de un gran número de soldados romanos y guardias enviados por los jefes de los sacerdotes, que llegaron allí con antorchas y palos, él les había dado esta señal:

MARCELO: Al que yo de un beso, ese es, arréstenlo.

MIRIAN: Se fue directamente donde estaba Jesús y le dijo:

MARCELO: Buenas noches maestro.

MIRIAN: Y le dio un beso.

JESÚS: Amigo haz lo que vienes hacer.

MIRIAN: Entonces se acercaron a Jesús y lo arrestaron. Pedro que estaba con Jesús sacó la espada e hirió al sirviente del sumo sacerdote llamado Malco, cortándole una oreja. Entonces Jesús le dijo:

JESÚS: Vuelve la espada a su sitio, porque quien usa la espada perecerá por la espada.

MIRIAN: Y Jesús dijo a los soldados:

JESÚS: ¿Por qué vienen a detenerme con espadas y palos? Si yo me sentaba diariamente entre ustedes en el Templo para enseñar y no me detuvieron. Pero todo esto ha pasado para que se cumpliera lo escrito.

MIRIAN: Entonces los discípulos lo abandonaron y huyeron.

1ª Estación

Jesús es condenado a muerte

(Portón de la esquina)

“Te adoramos Cristo y te bendecimos”

“Porque por tu santa cruz redimiste al mundo”

MIRIAN: Los que tomaron preso a Jesús lo llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los maestros de la ley y las autoridades judías.

Los jefes de los sacerdotes y el consejo supremo andaban buscando alguna declaración falsa contra Jesús, para poder condenarlo a muerte. Pero pasaban los falsos testigos y no se encontraba nada, al fin llegaron dos que declararon:

MARCELO: Este hombre dijo: “yo soy capaz de destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en 3 días”.

MIRIAN: Y Caifás preguntó:

MARCELO: ¿No tienes nada que responder? ¿Qué es esto que declaran en contra tuya?

JESÚS: Yo he hablado abiertamente al mundo, he enseñado en las casas de oración, y en el Templo, en los lugares donde se reúnen todos los judíos. No he hablado nada en secreto, ¿Por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que me han escuchado: ellos saben lo que yo les he enseñado.

MIRIAN: Al oír esto, uno de los soldados que estaba ahí dio a Jesús una bofetada diciendo:

MARCELO: ¿Esa es la manera de contestar al sumo sacerdote?

MIRIAN: Jesús volvió su cara y le dijo:

JESÚS: Si he hablado mal muéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿Por qué me pegas?

MIRIAN: Entonces el sumo sacerdote le dijo:

MARCELO: en nombre del Dios Vivo te mando que nos contestes: ¿eres tú el Cristo, el hijo de Dios?

MIRIAN: Jesús le respondió.

JESÚS: Así es, tal como lo acabas de decir.

MIRIAN: Entonces el sumo sacerdote rasgo sus vestiduras gritando:

MARCELO: ¡Ha blasfemado!, ¿para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras escandalosas, ¿qué les parece?

MIRIAN: Todos contestaron:

TODOS: ¡merece la muerte!

MIRIAN: Luego comenzaron a escupirle la cara y a darle bofetadas diciéndole: “Cristo, ¿adivina quien te pegó?”.

Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera en el patio; se le acerco una muchachita de la casa y le dijo:

Muchachita: Tú también seguías a Jesús de Galilea:

MARCELO: Mujer, no entiendo lo que dices

MIRIAN: Luego se le acerco también una sirvienta y afirmó:

Sirvienta: Este estaba con Jesús de Nazareth.

MARCELO: No conozco a ese hombre.

MIRIAN: Poco después se le acercaron lo que estaban allí y le dijeron:

TODOS: No puedes negar que eres uno de los galileos, se nota en tu modo de hablar.

MARCELO: No, yo

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