Via Crucis
lebrom17 de Abril de 2014
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PASIÓN Y VIA CRUCIS DEL SEÑOR
Lo que aquí presentamos no es propiamente el Via Crucis tradicional, sino un ejemplo de unión entre la celebración popular de dicho Via Crucis y la lectura bíblica de la Pasión o celebración litúrgica en este día que puede servir para donde hay la autorización conveniente o para la celebración presidida por un laico.
Para el diálogo o grabación debe tenerse en cuenta que las letras tienen el siguiente significado:
“G” Guía o animador; “M” sacerdote o ministro; “A” grupo de varios personajes, ejm.: sacerdotes, soldados, etc,; “D” grupo de varios apóstoles; “E” un apóstol: “F” mujeres; “B” personaje variado, ejm.: Pilato, soldado…; “C” personaje variado cuando hay que distinguirlo de “B”; “V” voz que alude a una cita anterior, no dicha en ese momento; “J” Jesús.
AMBIENTACIÓN
G.- Hoy, Viernes Santo, celebramos la Pasión y Muerte de Jesús recordaremos de una manera viva sus sufrimientos pero pensando que el verdadero sufrimiento de nuestro Padre Dios y de Jesús, su Hijo, está en nuestros hermanos que sufren, principalmente en los que sufren inocentemente.
Participemos con nuestros cantos y aclamaciones y no deteniéndonos tanto en los que van a hacer alguna representación, sino reviviendo en nuestro corazón lo que hoy recordamos.
1.- ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANI
N.- (Jn 18, 1) Jesús pasó con sus discípulos al otro lado del barranco del torrente Cedrón. Ahí había un huerto donde entró con sus discípulos y dijo:
J.- (Lc 14, 32-34) Siéntense aquí mientras yo voy a orar.
N.- se llevó con Él a Pedro, Santiago y Juan y comenzó a sentir temor y angustia. Entonces les dijo:
J.- Siento en mi alma una tristeza mortal. Quédense aquí y permanezcan despiertos.
N.- Jesús se adelantó un poco y cayó en tierra, suplicando que si era posible no tuviera que pasar por aquella hora. Y decía:
J.- ¡Abba! ¡Padre! Para ti todo es posible; aparta de mí esta copa. Pero no, no se haga lo que yo quiero, sino lo que Tú quieras.
N.- (Lc 22,45-46) Después de orar se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos y los halló durmiendo, vencidos por la tristeza. Les dijo:
J.- ¿Cómo pueden estar durmiendo? Levántense y oren para que no los venza la prueba.
Oración de inicio del Sacerdote o ministro (M)
G.- El Sacerdote (ministro) se postra en tierra en oración para pedir por su puebla para que tenga fuerza para seguir a Cristo con su Cruz. Unámonos a su oración arrodillándonos o inclinándonos profundamente.
M.- ( el sacerdote o ministro se pone de pie y dice:) Señor, Dios nuestro, nosotros sabemos que Tú nos amas sin medida porque has entregado a tu Hijo a la muerte para salvar a los hombres.
Muéstranos hoy todavía tu amor: nosotros queremos seguir a Cristo que camina libremente hacia la muerte, danos la fuerza que Tú le diste a Él y santifícanos por el misterio de su Pascua. Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro Señor. T.- Amén.
2.- PRENDIMIENTO DE JESÚS
N.- Judas, el traidor, conocía también este lugar porque Jesús se había reunido muchas veces allí con sus discípulos. Llevó pues, consigo soldados del batallón y policías mandados por los jefes de los sacerdotes y los fariseos, y llegaron con linternas, antorchas y armas (Jn 8, 2-3)
Los discípulos comprendieron lo que iba a pasar y preguntaron a Jesús.
D.- Señor ¿sacamos la espada? (Lc 22,49)
N.- Simón Pedro tenía una espada, la sacó e hirió a Malco, siervo del jefe de los sacerdotes, cortándole la oreja derecha.
Jesús dijo a Pedro:
J.- Coloca tu espada en su lugar, ¿acaso no beberé la copa que mi Padre me da a beber?
N.- Jesús se adelantó y preguntó
J.- ¿A quién buscan?
N.- Contestaron:
A.- A Jesús de Nazaret
N.- Jesús contestó:
J.- Yo soy
N.- Al oírlo, retrocedieron y cayeron al suelo. Jesús les preguntó de nuevo:
J.- ¿A quién buscan?
N.- Dijeron:
A.- A Jesús de Nazaret
N.- Jesús respondió:
J.- Ya les he dicho que soy Yo. Si me buscan a Mí, dejen irse a estos.
N.- Con lo que se cumplió lo que Él mismo había dicho:
V.- No he perdido a ninguno de los que Tú me has dado (Jn 18, 4-9)
N.- Jesús les dijo:
J.- Salieron a arrestarme con espadas y palos, como a un ladrón. Sin embargo, Yo me sentaba diariamente entre ustedes en el templo para enseñar y no me arrestaron. Pero todo esto ha pasado para que se cumpla lo escrito por los profetas.
N.- Entonces los discípulos lo abandonaron y huyeron (Mt 26 55-56). La tropa, con su jefe y los policías enviados por los judíos, se apoderaron de Jesús, le amarraron las manos y lo llevaron primero donde Anás, porque éste era suegro de Caifás, jefe de los sacerdotes (Jn 18,12).
M.- (oremos) Señor Jesús: gracias porque, aunque podías escaparte de tus perseguidores como lo habías hecho otras veces, sin embargo, finalmente, te dejaste apresar para que nosotros no tuviéramos miedo a las muerte o a la persecución por hacer el bien o por luchar a favor de la libertad o de la justicia en nuestra Patria. Si a Ti te apresaron y atormentaron, nosotros debemos estar dispuestos a lo mismo.
Ayúdanos, Señor, ¡ Que el miedo nunca nos acobarde a nosotros que nos llamamos cristianos, seguidores tuyos!.
3.- JESÚS ANTE ANÁS Y CAIFÁS
N.- (Mc 14, 53) Llevaron a Jesús ante el jefe de los sacerdotes, y se reunieron allí todos: jefes de los sacerdotes, autoridades judías y maestros de la Ley.
(Jn.18,17-18) El jefe de los sacerdotes pregunto a Jesús acerca de sus discípulos y de su
enseñanza, a lo que Jesús contestó.
J.-Yo he hablado abiertamente al mundo. He enseñado en la casa de Oración y en el templo, en los lugares donde se reúnen todos los Judíos. No he hablado nada en secreto.
¿ por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que me han escuchado .ellos saben lo que yo he enseñado.
N.- Al oír esto, uno de los policías que estaban allí, dio a Jesús una bofetada en la cara diciendo:
B.- ¿Es esa la manera de contestar al jefe de los sacerdotes?
N.- Jesús contestó
J.- Si he hablado mal, muéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas? (Mt 26,63b-68)
N.- Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo:
C.- Yo te ordeno de parte del verdadero Dios que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
N.- Jesús respondió:
J.- Así es tal como acabas de decir; Yo les anuncio además que a partir de hoy ustedes verán al Hijo de Hombre sentado a la derecha de Dios Poderoso y viniendo sobre las nubes.
N.- Entonces, el jefe de los sacerdotes rasgó sus ropas, diciendo:
C.- Ha blasfemado; ¡para qué necesitamos más testigos! Ustedes mismos acaban de oír el insulto contra Dios. ¿Qué les parece?
N.- Ellos contestaron:
A.- Merece la muerte.
N.- Luego comenzaron a escupirle la cara y a darle bofetadas, diciéndole:
A.- Cristo, adivina, ¿quién te pegó?
M.- (Oremos) Señor Jesús, Tú sabías las consecuencias de decir la verdad y dijiste: “Sí, lo soy”. Haz que nosotros seamos responsables sabiendo cargar con las consecuencias de nuestras palabras y de nuestros actos.
Que no busquemos mentiras para tapar lo malo que hicimos y menos para desconocer por cobardía lo bueno que hemos hecho y menos aún para ocultar nuestra fe cristiana.
¡Señor, fortalece a tantos que en nuestra Patria guardan su fe para la sacristía y tienen miedo a confesarse en público y ente las autoridades civiles!.
4.-NEGACIÓN DE PEDRO
N.- (Jn 18, 15-16) Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Ese otro discípulo era conocido del jefe de los sacerdotes y por eso entró en el patio de la casa al mismo tiempo que Jesús. Pedro quedó afuera, junto a la puerta, hasta que el otro discípulo conocido del jefe de los sacerdotes salió y habló con la portera que lo dejó entrar (Jn 18, 17-18). La portera le dijo a Pedro:
F.- A lo mejor tú también eres de los discípulos de ese Hombre.
N.- a lo que Pedro respondió:)
E.- No, no lo soy.
N.- Hacía frío. Los sirvientes y los guardias habían hecho una fogata y se calentaban. Pedro se puso junto a ellos para calentarse.
(Jn. 18,25.27)Mientras estaban allí en el patio, algunos le preguntaron:
A.-¿No eres Tú también unos de sus discípulos?
N.- (Y el contestó:)
E.- No lo soy.
N.- Uno de los servidores del jefe de los sacerdotes, parientes del hombre al que Pedro le había cortado la oreja, le dijo:
B.-¡No te vi yo acaso con El en el huerto?
N.-(Mt.26,72) Pero Pedro negó con juramentos diciendo:
E.-Yo no conozco a ese hombre (Lc.22,60b-62).
N.-En el momento mismo en que estaba hablando cantó un gallo y Jesús volteándose hacia Pedro se le quedó viendo y entonces Pedro se acordó de la Palabra del Señor que le había dicho:
V.-Antes de que el gallo cante hoy, tú me habrá negado tres veces.
N.-Y Pedro saliéndose de allí se puso a llorar amargamente.
M.-(Oremos:) Señor Jesús, Tú dijiste que de aquel que se avergonzara de Ti delante de los hombres Tú también te avergonzarías ante tu Padre Dios en el cielo, Pedro se avergonzó pero lloró y te dijo luego que te amaba y Tú lo perdonaste.
Señor, transfórmanos y danos jóvenes valientes que no se avergüencen ante sus amigos o amigas de ser buenos cristianos, es decir,
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