Ciberactivismo

El entorno cultural de estos tiempos es totalmente diferente al de hace unos pocos años, hoy en día el avance tecnológico ha ido más rápido de lo que el ser humano ha podido imaginarse. Muchas vías de comunicación tradicionales como: la televisión, la radio, incluso libros y periódicos, han sido remplazadas. No en su totalidad, por el medio donde la sociedad del siglo XXI está involucrada y maneja con mucha facilidad, el internet, eso que llaman los nuevos medios.

Entonces, el signo de nuestro tiempo es de la omnipresencia de las tecnologías de información y comunicación. Ellas están presentes en todos los ámbitos de la vida individual y colectiva del presente. Hay quienes apuntan que estas nuevas tecnologías, con su inmensa capacidad de información y comunicación, generan un nuevo tipo de individuo, de sujeto social, incluso de valores de ciudadanía y democracia.

El ciberactivismo ha permitido que la sociedad se agilice y adquiera buena información por medio de técnicas y medios tecnológicos basadas en el internet conjunto a teléfonos inteligentes. Los ciudadanos se están dando cuenta de que es muy sencillo emitir una opinión, sin temor a represalia, sin dar la cara y solo tecleando unas cuantas líneas en su teléfono celular o su computadora.

Cada vez más los usuarios de twitter, facebook o cualquier otra red social han encontrado que además de jugar y conversar con sus familiares y amigos, en estas plataformas tecnológicas tienen un lugar para “protestar” o disentir acerca de las acciones de gobierno, de los partidos políticos o de su alcalde, diputado local o líder social.

Las redes sociales han hecho que la comunicación interpersonal sea más efectiva, desde cualquier teléfono celular y cualquier lugar puedes ingresar a ellas, enviar y recibir información a diario. Esto aporta, aún más, apoyo a todos los movimientos sociales que quieran darse a conocer y deban hacer llegar un mensaje más claro e importante a una gran comunidad en la sociedad.

Internet se ha convertido en un nuevo foco de lucha en el campo del cyber-activismo. Desde grupos religiosos, de presión, ONGs, asociaciones... Todos han visto como internet puede crear o destruir las bases intelectuales o doctrinales sobre las que se levantan. He aquí la relación que pueden poseer estos dos temas. El movimiento social apoya una causa, con un fin de ayudar a la humanidad y otro aporta apoyo para que este movimiento sea más conocido.

La comunicación a través de medios digitales y redes sociales se ha venido convirtiendo en una práctica cotidiana de los cada vez más numerosos usuarios de tecnologías de información y comunicación. En estos entornos los temas son múltiples, pero es posible observar uno que en el contexto actual cobra relevancia: la llamada infociudadanía, vale decir, la expresión de una identidad política virtual que se entrecruza con la que el ciudadano ya posee en los espacios fuera de línea, pero que expande sus alcances. Según Varela (citado por Rojano, 2009), el activismo social o la vocación de intervenir en la realidad desde la conversación virtual es uno de los rasgos más importantes y distintivos de la blogosfera.

Agregamos un ejemplo, como el movimiento Kony 2012, que consiste en atrapar y encarcelar al líder de un grupo guerrillero de Uganda, llamado “Ejército de Resistencia del Señor”, que lleva a cabo un conflicto armado buscando establecer un gobierno basado en el cristianismo y actúa en contra del actual régimen de ese país del presidente que gobierna desde 1986. Lo que la gente no sabe, es que este guerrillero actúa de una manera despiadada, secuestrando, mutilando a infantes de tan solo 10 años de edad para conformar su ejército.

Las redes sociales han hecho posible que este movimiento social sea reconocido en cada continente

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