Corazon Artificial

Llega el corazón bioartificial de última generación.

16/5/2013

Esta técnica se utiliza sobre todo en países con una baja tasa de trasplantes. El nuevo órgano pesa alrededor de un kilo y cuesta 200.000 euros.

Madrid (España).- La compañía francesas Carmat ha recibido autorización para comenzar a implantar en humanos su nuevo corazón artificial, considerado uno de los más avanzados hasta la fecha. Aunque hasta ahora se habían llevado a cabo algunas pruebas pilotos, el nuevo órgano artificial empezará a implantarse en cuatro hospitales de Bélgica, Polonia, Eslovenia y Arabia Saudí.

Como explica a ELMUNDO.es el doctor Nicolás Manito, presidente de la sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), este modelo está considerado el corazón artificial de última generación; y aunque son muchas las ventajas que se han observado en las pruebas, admite que existe poca experiencia sobre su uso.

A diferencia de los corazones artificiales mecánicos, que consisten en una especie de bomba que se implanta junto al viejo corazón dañado (sin extirparlo), los corazones bioartificiales están pensados para reemplazar completamente el órgano original.

En España, explica el doctor Manito, no se ha implantado de momento ninguno de estos corazones 'completos', que suelen emplearse sobre todo en países en los que la lista para trasplante es más prolongada.

"A veces se implantan estos soportes como 'puente' a la espera de un trasplante", explica el especialista español, aunque los avances tecnológicos han permitido diseñar corazones artificiales con una duración cada vez más prolongada. En el caso de Carmat, precisa, se podría estar hablando de una duración de entre cinco o 10 años, "algo impensable hace unos años".

El dispositivo tiene un precio de unos 200.000 euros y una autonomía de la batería de unas 14 horas. Además, destaca eldoctor Manito, está fabricado con una serie de materiales que reducen el riesgo de trombos para el paciente, lo que se traduce en una menor necesidad de medicación anticoagulante.

Aunque es pronto para evaluar cual será su comportamiento, el especialista español destaca que se trata de un modelo más pequeño que sus predecesores (de apenas un kilo de peso) y con un buen sistema informático ("el corazón artificial se autoregula muy bien y sabe cuánta sangre es necesario bombear en cada momento"). "La tecnología ha avanzado de manera espectacular en los últmos años, y probablemente estemos

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