ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL AUTOCONOCIMIENTO


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2013  •  Informes  •  447 Palabras (2 Páginas)  •  251 Visitas

Página 1 de 2

EL AUTOCONOCIMIENTO

El autoconocimiento es muy importante para todos, y especialmente para los directivos. Como se recordará, se trata del mandato délfico en que tanto insistió Sócrates: “Conócete a ti mismo”. Más recientemente, han sido los expertos en inteligencia emocional y desarrollo de directivos los que han apuntado la importancia de que nos conozcamos mejor, evitando el autoengaño. Difícilmente podríamos mejorar nuestro rendimiento si no fuéramos bien conscientes de lo que nos falta, y aun de lo que nos sobra, en nuestro perfil profesional. Pero no se trata sólo de conocer nuestras fortalezas y debilidades: también de reconocer y gestionar bien nuestras emociones y cultivar la confianza en nosotros mismos.

Habíamos hablado del “autoengaño” (oportuna referencia aquí al libro “El punto ciego” de Daniel Goleman, y de paso a la gran contribución de este autor a la difusión del concepto de inteligencia emocional). Con el “autoengaño” queremos referirnos al peligro de poseer una exagerada visión de nuestras capacidades y quizá una cierta ignorancia de nuestros defectos y excesos. Parece un riesgo entre personas que han destacado sensiblemente en alguna actividad, porque algunos podrían pensar que son buenos para casi todo. Hablando concretamente de los directivos, el haber tenido algún éxito importante presume, pero no asegura necesariamente, éxitos posteriores. Como tampoco cabe pensar que el poseer un gran despacho asegure tener siempre una opinión más valiosa que la de los subordinados, en todas las cuestiones que se planteen.

Autoengañarse (como consecuencia de éxitos anteriores) puede llevar a los directivos a disfunciones como la siguientes: incapacidad para reconocer errores, arrogancia, sed de poder, rechazo a las críticas, narcisismo, persecución de objetivos poco realistas, huida hacia arriba, jactancia, juicio a las personas en términos de blanco/negro, necesidad de parecer perfecto y hábito de trabajo compulsivo. Según un estudio de Robert E. Kaplan, un directivo con estos rasgos está orientado al fracaso. Pero un directivo que se conozca bien a sí mismo difícilmente se caracterizará por estos rasgos.

Hemos de insistir en que si nos autoengañamos, no lo sabemos; es decir, no somos conscientes de ello. Simplemente, nosotros creemos que somos de una determinada manera, pero se nos escapa la realidad. No parece gratuito que en los últimos años se haya extendido el feedback multifuente o feedback de 360º en las empresas. Un buen directivo desea conocer la opinión sincera que los demás tienen de él y valora esta información; sabe que entre “los demás” han de estar, al menos, sus colegas, su jefe y sus colaboradores. Si no somos suficientemente autocríticos, por lo menos hemos de ser receptivos al feedback, propiciando que este sea sincero y edificante. La verdad es que para un subordinado puede resultar

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.9 Kb)  
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com