Autoconocimiento

AUTOCONOCIMIENTO

Durante más de 300 años, el conocimiento del yo interno ha sido considerado el punto central del comportamiento humano. La antigua máxima “conócete a ti mismo” ha sido atribuida en diversas ocasiones a Platón, Pitágoras, Tales y Sócrates.

Pubillius Syrus: “No importa lo que se piense que seas, si no lo que eres en realidad”.

Alfred Lord Tennyson: “La autorreverencia, el autoconocimiento y el autocontrol, sólo estas tres cosas llevan al poder soberano”.

Polonius Hamlet: “Sé fiel a ti mismo, y a eso seguirá, como la noche al día, que no podrás ser entonces falso para nadie”.

Más recientemente, la investigación acerca del concepto de inteligencia emocional (capacidad para manejarse a uno mismo y de manejar las relaciones con los demás) ha sido identificada como uno de los factores más importantes del éxito entre líderes y directivos. En particular el autoconocimiento ha sido identificado como un aspecto crucial de la inteligencia emocional y es más poderoso para pronosticar el éxito en la vida que el coeficiente intelectual.

Messinger nos recuerda: “Aquel que gobernará a los demás, debe ser primero amo de sí mismo”. El autoconocimiento reside en el corazón de la capacidad de perfeccionarse uno mismo, pero no es suficiente.

Mientras que el manejo de uno mismo depende primero y principalmente de autoconocimiento, otras habilidades para el manejo de uno mismo están vinculadas y construidas muy de cerca en el autoconocimiento.

Desarrollar el autocontrol, por ejemplo y aclarar prioridades y metas, ayuda a los individuos a crear una dirección para sus vidas.

El manejo eficaz del tiempo y del estrés hace posible que los individuos se adapten y se organicen en su entorno.

2.1 EVALUACIÓN DE LOCUS DE CONTROL

Una dimensión importante hacia el cambio es el locus de control. Es uno de los aspectos de la orientación hacia el cambio más estudiado y de los que más se ha escrito.

El locus de control se refiere a la actitud que las personas desarrollan respecto a qué tanto están en control de sus propios destinos. Cuando los individuos reciben información acerca del éxito ó fracaso de sus propias acciones ó cuando algo cambia en el ambiente, ellos difieren en como interpretan esa información.

Las personas reciben reforzamientos, tanto positivos como negativos, cuando intentan hacer cambios a su alrededor. Si los individuos interpretan el reforzamiento que reciben como contingente para sus propias acciones, se le llama locus de control interno (“yo fui la causa del éxito o fracaso del cambio”). Si interpretan el reforzamiento como que es el producto de fuerzas externas, se llama un locus de control externo (“algo o alguien ocasionó el éxito ó fracaso del cambio”).

Con el paso del tiempo, las personas desarrollan una “expectación generalizada” acerca de las fuentes dominantes de los reforzamientos que reciben. Se vuelven interna o externamente enfocadas con relación a la fuente de control que perciben en un entorno cambiante.

2.2 TOLERANCIA A LA AMBIGÜEDAD

Tolerancia: Aceptación de la diversidad de opinión social, cultural, étnica y religiosa.

“La tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar pero no imposible”.

“Promover la tolerancia no es tolerarlo todo, porque es evidente que no se puede permitir todo”.

Alfonso Aguilá Pastrana

Ambigüedad: Incertidumbre; las diferentes interpretaciones que las personas les pueden dar a una cosa u otra.

Tolerancia a la ambigüedad

Se refiere al grado en que los individuos se sienten amenazados o tienen problemas para manejar situaciones ambiguas, donde ocurren cambios rápidamente o en forma imprevista, donde la información es inadecuada o poco clara o donde existe complejidad.

Algunos ejemplos sobre tolerancia a la ambigüedad son:

Los entornos ricos en estímulos y sobrecargados de información. Sin importar su estilo cognitivo, la gente varia en su actitud de operar en tales circunstancias.

Los individuos que tienen una alta tolerancia a la ambigüedad también tienden a ser cognitivamente más complejos.

Los directivos con calificaciones más altas a una mayor tolerancia a la ambigüedad, tienen mayor habilidad de ser emprendedores en sus acciones, de filtrar menos información en un entorno más complejo y de elegir especialidades en sus ocupaciones que posean tareas menos estructuradas. Las personas que tienen más tolerancia a la ambigüedad, tienen más capacidad de adaptación. Esta depende de tres factores:

Tolerancia hacia la novedad: Indica el grado en el que se es más tolerante a la información o a las situaciones nuevas o extrañas.

Tolerancia a la complejidad: Indica el grado en el que se es tolerante a la información, múltiple, distinta o no relacionada.

Tolerancia a la insolubilidad: Indica el grado en el que se es tolerante a problemas que son muy difíciles de resolver.

El tener tolerancia a la ambigüedad significa:

 Prestar atención a mayor información.

 Poseer un comportamiento flexible a los cambios.

 Ser sensibles a las características internas.

 Interpretar más datos.

 Controlar el estrés, los conflictos y los mismos cambios.

2.3 COMPRENSIÓN Y APRECIACIÓN DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES

Otra razón importante para enfocarse en el autoconocimiento es la de ayudarle a desarrollar la capacidad de diagnosticar las diferencias importantes entre las personas con las que usted interactúa.

Existen pruebas considerables de que la eficacia de un individuo como directivo está muy relacionado con su

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