Investigación/ Tarea: Relato Personal

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Investigación/ Tarea: Relato Personal         

Nombre del alumno: Luis German aboytes García

Nombre de la Maestro: Maria Guadalupe Ortega Santillan

Fecha de Entrega : 25/octubre/2017

Un sueño frustrado

Hace algunos años cuando tenía 15 años fui llamado a Pachuca al club de futbol profesional donde estuve ahí un año, en ese momento no supe elegir si eso era lo que tanto anhelaba o quería para mi futuro, me corrieron por problemas personales que tuve no porque no tuviera la capacidad de estar ahí. Pasaron 2 años más, ya tenía 17 años y  me llamaron de Monterrey pero yo seguía indeciso no sabía qué quería hacer de mi vida, estaba confundido no quería sacrificar las fiestas los amigos y mi preparatoria. Yo estaba muy cómodo con mi vida, no quería arriesgar nada, no quería fracasar intentando algo donde 4 o 5 de 100 personas llegan a ser profesionales, yo por miedo y por mi actitud no me creía capaz de estar en esos 4 o 5. En ese tiempo tuve una lesión, me rompí los ligamentos cruzados y un menisco, me salve de la operación porque mi ligamento quedó unido de un pequeño pedazo, pero mi menisco estaba hecho pedazos, me dieron una de las noticias más feas de mi vida si después de la rehabilitación mi ligamento no se unía en un 80% tendrían que operarme y la posibilidad de jugar profesionalmente era muy poca. Ahí me decidí, ese era mi sueño, esa era mi meta, me recuperé de mi lesión pero con el pasar de los años se fue complicando, después de cada entrenamiento era un dolor muy fuerte y ya no podía seguir jugando a menos que me operara y había posibilidades de que no quedara bien, no me di por vencido, seguí jugando lo que más me gustaba hacer y lo que más disfrutaba.

Llegó mi última oportunidad saliendo de prepa, ya tenía 18 años y ya era difícil entrar a algún equipo de futbol pero fui llamado al Celaya de 1era A acepté, empecé a entrenar con el pasar de los días y los pesados entrenamientos que eran incluso dos veces por día por ser pretemporada, una semana antes de que firmara mi contrato y de por fin estar viviendo mi sueño, mi rodilla no pudo más, mi menisco estaba acabado, tan solo el caminar o hacer un esfuerzo era doloroso. Tuve que renunciar a mi sueño o a la meta que un día escogí pero no por mí sino por una lesión que no me dejó continuar, ese día se acabó mi sueño de jugar profesionalmente.

Por eso les digo nunca abandonen sus sueños, luchen, no renuncien a eso que tanto quieren, no se den por vencidos jamás porque quizás un día sea demasiado tarde para intentarlo una vez más.

La vida y el tiempo pasan, nunca dejes que tus sueños, metas o eso que deseas se vengan abajo porque no tuviste el valor de volverlo a intentar, vale más la pena intentarlo una vez más, que quedarse resignado al no saber qué hubiera pasado. Nunca se den por vencidos, de los peores finales vienen los mejores comienzos.

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