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EL MEXICANO

Existe México porque existe lo mexicano. Ser mexicano es una vocación y un estilo de vida. Pero no siempre fue así: durante la dominación española hubo muy poco interés en definir lo mexicano como tal. La conciencia nacional se desarrollo a partir de 1821. Uno de los logros más apreciables y duraderos de la revolución de 1910 fue activar el proceso del autoconocimiento nacional: en ella los mexicanos empezamos a encontrarnos con nosotros mismo, y a realizar, como comunidad.

Los valores son los elementos que definen una sociedad en los diferentes campos, y son ellos los que condicionan en los individuos cientos de vivencias y moldean el carácter social que distingue a cada uno.

Nuestra realidad se nutre de los pequeños actos cotidianos que los mexicanos realizamos; el entramado social se finca en las múltiples interrelaciones de los diversos grupos humanos. De esta forma, los procesos económicos, políticos, artísticos, los hábitos, gustos y costumbres son importantes para determinar el perfil del mexicano.

El mexicano actual no quiere o más bien no se atreve a ser el mismo. La evasión y desprecio de la realidad ha llevado a los mexicanos al auto denigración y al sentimiento de inferioridad.

A lo largo de la historia, los mexicanos no han sido ellos mismos, con sus virtudes y defectos los que son en realidad, sino que ocultan su verdadero rostro bajo una máscara tratando de imitar. Y es por eso que se ven identificados con los santos que venera como lo dice Octavio Paz: “El mexicano venera al Cristo sangrante y humillado, golpeado por los soldados, condenado por los jueces, porque ve en él la imagen transfigurada de su propio destino. Y esto mismo lo lleva a reconocerse en Cuauhtémoc, el joven emperador azteca destronado, torturado y asesinado por Cortes”.

Para sobrellevar esta sensación de inferioridad los mexicanos llevan una existencia ficticia que se distingue por ciertos rasgos negativos como la pedantería, la agresividad, el machismo, la inseguridad.

Si el mexicano es un ser humano como cualquier otro ¿Por qué se considera inferior?

Aunque el mexicano sea introvertido, no puede deslindarse por completo ya que se siente vulnerable ante cualquier cambio que hace que se frene, ya que tiene una moral de ciervo como lo dice Octavio Paz: “Basta una observación para reducir a sus verdaderas proporciones la analogía entre la moral de los ciervos y la nuestra: las relaciones habituales del mexicano no son privativas de una clase, raza o grupo aislado, en situación de inferioridad. Las clases ricas también se cierran al mundo exterior y también se desgarran cada vez que intentan abrirse se trata de una actitud que raba las circunstancias históricas, aunque se sirve de ellas

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