127 Horas nos da una idea exacta del espíritu de supervivencia

Introducción

Como seres capaces de razonar y pensar, tenemos bien en claro el significado de la vida, su importancia, y lo maravilloso que es vivirla; pero desconocemos el hecho de que en cualquier momento podemos vernos en complejas situaciones en las que esta podría ser arrebatada de nuestras manos.

¿A que está dispuesto el ser humano para lograr sobrevivir?

Nuestro sentido de supervivencia se ha visto reflejado desde que éramos simplemente microorganismos, tratando de superar las adversidades que este nuevo mundo nos ofrecía. Cuando evolucionamos a lo que ahora somos Homo Sapiens (hombres pensantes) el querer traspasar los obstáculos y proteger nuestra vida fue creciendo a medida que experimentamos nuevas peligros, y vivimos la vida.

La película de 127 horas nos da una idea exacta del espíritu de supervivencia del que es capaz de tener un ser humano, cuando se enfrenta a situaciones riesgosas de las que depende su vida o si falla de su muerte.

El hecho de estar en un espacio un tanto encerrado y pequeño asustaría a la mayoría, pero no tanto como saber que una parte de tu cuerpo, el brazo, se encuentra atorado en una roca y que no hay manera alguna de poder sacarlo de allí, y que muy probablemente ya lo has perdido. Todo esto más el saber que nadie te está buscando, y que los suministros que tienes no alcanzaran para lograr vivir lo suficiente, muy probablemente sería un terrible escenario a nuestros ojos, y es inimaginable el pensar en una situación así, pero Aaron lo vivió y sobrevivió. El simplemente se aferró a la vida.

Aaron Ralston un alpinista y amante de las emociones fuertes quien creía que todo podía hacerlo por su cuenta sin la más mínima ayuda de los que lo rodeaban, decidió emprender su viaje al cañón de Utah, el cual acabo mal; decidido a seguir viviendo se proponía así mismo el no perder la cordura, cosa que pasaría pronto si no se hidrataba bien.

Al agotársele el agua que llevaba, este alpinista deja a un lado sus criterios y exigencias para no morir deshidratado, y es así como toma la decisión de beberse sus propios orines.

Desesperado, casi al punto de perder la conciencia, y su cordura, comprende que solo existe una salida y por lo tanto se ve obligado a amputarse su propio brazo con una navaja multiusos y sin filo, una decisión muy difícil para cualquiera, ya que se trata de una parte del cuerpo con la cual hemos convivido desde el comienzo de nuestros días y por razones de supervivencia no lo estará más.

Aaron hizo lo que por nuestra postura ante la verdadera realidad, no se hubiese ni siquiera pasado por nuestra mente, pero al ver su vivencia nos encontramos con que con esta clase de cosas, es capaz de lidiar y hacer el ser humano para sobrevivir y lograr su conservación personal, solo que a nosotros nos

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