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ANEXO A

EXTRACCIÓN DE UNA MUESTRA DE SANGRE

En algunas prácticas será necesario obtener una muestra de sangre (de 5 a 10 ml) de algunos de los alumnos del grupo. La técnica mediante la cual se extrae sangre humana de una vena periférica se denomina Venopunción o Punción venosa. Para realizarla se deben seguir las siguientes indicaciones:

PUNCIÓN VENOSA.

La mayoría de las muestras se obtienen por punción venosa, aunque puede ser arterial o capilar. La punción más común es la de la vena mediana cefálica. Cuando resulte difícil localizar la vena a puncionar, puede hacerse resaltar pidiendo al paciente que abra y cierre la mano.

Antes de iniciar la toma de la muestra debe verificarse que se tenga a la mano todo el material necesario y además, rotulados y preparados los tubos o recipientes en los que se colocará la muestra obtenida para comenzar a procesarla. Para su realización se puede usar jeringas con aguja hipodérmica o el sistema vacutainer, que consiste en un tubo al vacío.

Método.

Se debe utilizar una jeringa estéril de 5 o de 10 ml. Antes de proceder a las maniobras para la extracción de sangre es conveniente que la persona que va a extraer la sangre lave sus manos y que proceda a verificar que la jeringa se encuentre en buenas condiciones. Sáquela de su empaque de plástico y, con la cubierta protectora sobre la aguja, asegúrese de que la aguja bien apretada dentro de la jeringa y que no quedará suelta durante la maniobra de extracción de sangre. Revise también que el émbolo se desplace libremente dentro de la jeringa.

Se descubre el brazo y se coloca un torniquete por arriba (proximal) del sitio elegido para la punción. Se le pide al sujeto que abra y cierre la mano para favorecer el retorno venoso. Se localiza una vena superficial, por observación o por palpación. Se asea la región con una torunda de algodón impregnada con alcohol. Se quita el protector plástico de la aguja. Se coloca la aguja paralela sobre la vena siguiendo su trayectoria, el bisel de la aguja debe colocarse orientado hacia arriba. Se introduce lentamente la aguja calculando que quede dentro de la vena. El ángulo de entrada se aconseja que sea de aproximadamente 45 en el plano frontal y 45 en el longitudinal. Al colocar la aguja dentro de la vena se observa en la base de la aguja, donde está unida a la jeringa, la presencia de sangre en este momento proceda a hacer la extracción de la sangre. Con una mano se sujeta la aguja (no la jeringa) para que no se mueva y con la otra se hace tracción del émbolo de la jeringa cuidando de no mover la jeringa, lo cual se logra si se utilizan tres dedos de la mano: dos para sujetar el émbolo y el otro para empujarlo apoyándose en el borde de

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