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ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

sofiru14 de Octubre de 2013

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ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

Muchos animales, entre ellos los humanos, se reproducen por medio de gametas, es decir, por células sexuales llamadas espermatozoides, producidos en los testículos y por óvulos, elaborados en los ovarios. Además de ser el sitio de producción de gametas, las glándulas ováricas y testiculares segregan hormonas responsables de los caracteres sexuales femeninos y masculinos, respectivamente.

Las funciones más sobresalientes que ejerce el sistema reproductor masculino son:

-Producir, almacenar, nutrir y liberar espermatozoides dentro del sistema reproductor femenino, con el objetivo de lograr la fecundación de los óvulos maduros y garantizar la descendencia.

-Elaborar hormonas, en especial la testosterona, responsable del desarrollo y de los cambios físicos propios del género masculino.

De acuerdo a su ubicación, los órganos que forman el sistema reproductor masculino pueden ser internos o externos. Los internos son los testículos, los epidídimos, los conductos deferentes, los conductos eyaculadores y un conducto impar llamado uretra. En el interior del organismo también están los órganos glandulares representados por las vesículas o glándulas seminales, las glándulas bulbouretrales y la glándula prostática. Los órganos externos del sistema genital masculino son el pene y el escroto.

Órganos del sistema reproductor masculino

ANATOMÍA DEL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

TESTÍCULOS

Son dos glándulas de forma ovoide, de 4-5 centímetros de largo y 2-4 centímetros de ancho, cuyo eje mayor se dispone en sentido vertical. Son de color blanco azulado y están rodeados por una capa de tejido fibroso, por lo que son algo elásticos y duros al tacto. Los testículos se sitúan debajo del pene. Están encerrados en una bolsa externa llamada escroto, aislados del interior del cuerpo y suspendidos por el cordón espermático, estructura formada por tejido conectivo que encierra a vasos sanguíneos y linfáticos, a nervios y a cada conducto deferente que transporta espermatozoides al exterior. El cordón espermático se extiende desde el canal inguinal a la bolsa escrotal y se une al testículo por su borde posterior.

Los testículos están adaptados para subir y bajar dentro de las bolsas por contracciones musculares del escroto, a raíz de cambios de temperatura ambiente o excitación sexual.

Se desarrollan en la cavidad abdominal del feto, cerca de los riñones. Antes del nacimiento, los testículos descienden a través del conducto inguinal hacia la bolsa escrotal. En algunos casos, una o las dos glándulas quedan retenidas en el conducto inguinal, alcanzando el escroto en los primeros meses de vida.

En el interior de cada testículo hay cavidades llamadas lóbulos espermáticos que contienen 3-4 túbulos seminíferos que se unen para desembocar en el epidídimo. En ambos testículos hay alrededor de un millar. Los túbulos seminíferos, de 30-60 centímetros de longitud, poseen células llamadas espermatogonias, que por meiosis producen los espermatozoides (espermatogénesis). Rodeando a las espermatogonias hay un grupo de células llamadas de Sertoli, que elaboran fructosa, eliminan restos citoplasmáticos de las espermátidas y mantienen un medio adecuado para la transformación de espermatozoides. Además, las células de Sertoli se adhieren firmemente formando la barrera hematotesticular, interponiéndose entre los capilares sanguíneos y el epitelio de los túbulos seminíferos para impedir que la acción inmunológica de los linfocitos destruya a las espermatogonias.

Por otra parte, los túbulos seminíferos testiculares se rodean de tejido conectivo y de capilares sanguíneos. Entre estas estructuras están las células de Leydig, cuya función es producir testosterona a partir de la pubertad, hormona que estimula la producción de espermatozoides y proporciona las características sexuales masculinas, entre ellas el crecimiento de los testículos, del pene y de la bolsa escrotal, un mayor desarrollo muscular, voz más grave y la aparición de barba y de bello corporal, entre otros. La testosterona también es responsable del impulso sexual o líbido en los machos.

Cuando el niño alcanza la madurez sexual, una glándula llamada hipófisis que se ubica en la base del cráneo comienza a segregar dos hormonas, la folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH) que actúan sobre los testículos. La FSH tiene acción sobre los túbulos seminíferos estimulando a las células germinales a producir espermatozoides. La LH activa la producción de testosterona.

Los túbulos seminíferos se dirigen hacia el centro de la glándula testicular y confluyen en la red testicular (rete testis). A partir de esta red emergen alrededor de 15-20 tubos eferentes por cada testículo, que desembocan en el epidídimo.

En síntesis, los testículos funcionan como glándulas de secreción mixta, ya que su condición exócrina y endócrina se establece por la producción de espermatozoides y de testosterona, respectivamente.

Luego de salir de los testículos, toda vez que los espermatozoides son eliminados del organismo mediante la eyaculación, deben atravesar el denominado conducto espermático, formado por el epidídimo, los conductos deferentes, los conductos eyaculadores y la uretra.

EPIDÍDIMO

Es la primera porción del conducto espermático. El epidídimo es una estructura tubular muy enrollada, con forma de media luna y situada en el borde superior y posterior de cada testículo. Poseen una capa de tejido muscular liso y un epitelio con células secretoras hacia el lumen. Tienen una longitud aproximada de 5 centímetros y se distingue una cabeza, un cuerpo y una cola.

Los epidídimos tienen por función albergar a los espermatozoides procedentes de los túbulos seminíferos testiculares hasta la maduración. En su interior, los espermatozoides pueden almacenarse durante más de 40 días y mantener su fertilidad, para luego ser desplazados al exterior o ser reabsorbidos. La cola del epidídimo se continúa con el conducto deferente, lugar donde los espermatozoides inician el ascenso.

CONDUCTOS DEFERENTES

Son dos tubos de 60 centímetros de largo que nacen a continuación de la cola de cada epidídimo. Su función es trasladar los espermatozoides maduros hacia los conductos eyaculadores. Junto a los nervios y vasos sanguíneos y linfáticos, los conductos deferentes conforman el cordón espermático. De afuera hacia dentro se componen de tejido conectivo laxo, una capa muscular lisa y una mucosa en contacto con el lumen.

Los conductos deferentes derecho e izquierdo ascienden desde el escroto transportando los espermatozoides maduros eliminados por el epidídimo, atraviesan el canal inguinal e ingresan en la cavidad pelviana. En su trayecto final, al acercarse a la glándula prostática, ambos conductos deferentes se aproximan y se dilatan formando la ampolla de Henle, que junto al conducto de cada glándula seminal dan origen a los conductos eyaculadores.

CONDUCTOS EYACULADORES

Se originan a continuación de los conductos deferentes de cada lado y finalizan en la uretra prostática. Son pequeños tubos de 2 centímetros de longitud que pasan por el interior de la próstata, reciben las secreciones de las vesículas seminales y depositan todo el contenido en la uretra.

URETRA

Es el último tramo del conducto espermático. Es un órgano impar que tiene una longitud de 18-20 centímetros. Se inicia en la vejiga urinaria y cumple doble función, conducir la orina y el semen hacia el exterior durante la eyaculación. La uretra masculina posee tres porciones llamadas prostática, membranosa y peneana.

Uretra prostática

Recibe el semen de los conductos prostáticos y de los conductos deferentes. Tiene una longitud de 3 centímetros y atraviesa toda la glándula prostática.

Uretra membranosa

Mide entre 1 y 2 centímetro de largo. Presenta un esfínter uretral externo formado por musculatura esquelética que permite controlar el reflejo de la micción. Está ubicado en la base del pene, inmediatamente por debajo de la próstata.

Uretra peneana

Tiene una longitud de 15 centímetros de largo. Se proyecta por la cara inferior (ventral) del pene y termina en el meato urinario externo. La uretra peneana también se denomina uretra esponjosa.

Sección longitudinal de la uretra masculina

El pasaje de orina y semen a través de la uretra nunca se produce al mismo tiempo, puesto que un sistema de esfínteres que actúan como válvulas ocluyen la conexión “conductos eyaculadores-uretra” al producirse la micción y lo propio realiza entre “vejiga-uretra” en la eyaculación. La válvula necesita de algunos instantes para recuperar su posición anterior, motivo por el cual se hace muy difícil orinar de inmediato tras una eyaculación.

VESÍCULAS SEMINALES

Son glándulas pares de forma lobulada y de 5 centímetros de largo, que se ubican detrás de la vejiga urinaria, por arriba de la próstata y delante del recto. Los conductos de ambas estructuras se unen con la porción final de los conductos deferentes dando origen a los conductos eyaculadores.

Las vesículas o glándulas seminales poseen un epitelio secretor que produce un líquido viscoso rico en fructosa, monosacárido de alto valor nutritivo para los espermatozoides. Este fluido, además de nutrir, protege y estimula el desplazamiento de las células sexuales masculinas. Junto al líquido prostático, conforman el fluido seminal.

GLÁNDULA

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