Análisis Comparativo
rodrigo.ug13 de Julio de 2011
973 Palabras (4 Páginas)1.197 Visitas
Análisis comparativo de ¿Qué es la epistemología?
Y Una epistemología otra
La epistemología como disciplina filosófica ha sido utilizada a lo largo del tiempo pero no se deja entrever con una autonomía tan clara como lo ha hecho en el siglo XX. Es que en medio de la crisis que se vivía por Europa en esos tiempos en términos filosóficos y sobre todo a partir del desarrollo de disciplinas nuevas como la semiótica, se va a producir una profunda crítica con respecto al modo en que se había concebido la ciencia y más que nada la práctica de ésta. Así pues se produce a partir de la tercera década del siglo pasado un esfuerzo desmesurado por parte de filósofos de la ciencia, para explicar y sustentar un criterio que posibilite y de credibilidad a la práctica científica. Esto sin duda tiene su subyacencia en factores sociales y culturales que vivía el occidente europeo desde la Ilustración. A mi parecer es el momento donde se empieza a poner en duda los cimientos del proyecto moderno. Tanto desde la filosofía nietzscheana como desde la sociología y la filología con Weber y Dilthey respectivamente, se estaba asestando un golpe al modo de conocer emblemático de la Ilustración, al racionalismo cartesiano. La división sujeto y objeto tienen que decir mucho al respecto. La historia siempre había escapado a los intentos de sistematización más eruditos que se pudieron llevar a cabo y que en el historicismo encuentra su forma más radical. Es así cómo esfuerzos tan empecinados desde la filosofía de la ciencia quieren rescatar a la vieja separación y concepción dualista del hombre que se expresa en su antropología y su ser cognoscente. Para el doctor Piscoya esta tradición epistemológica moderna se abre con Kant pero va a cambiar su perfil en cuanto a interés se refiere. Para la filosofía alemana, explica él, el concepto vigente es el de teoría del conocimiento o teoría de la ciencia. Por razones creo bien claras, esta última acepción se va a sobreponer en la agenda de los neopositivistas del llamado círculo de Viena. Estaba peligrando la ciencia pero entendida del modo más moderno posible. Se creó un escudo para que no se desmorone todo lo construido hasta ese momento, para que no se confunda ciencia con mito, para que no se relativizara tanto que perdiera confianza y seguridad de las cuales era antes poseedora. El cálculo y la probabilidad así pues se alzaban en defensa de la ciencia moderna. Sin embargo no todo era una reacción ante lo que sucedía en el seno del modo mismo de conocer el mundo “europeo” y no europeo de esa época. Una propuesta innovadora es la de Popper, gran aporte lúdico si es que vale el adjetivo, aunque no lo creo, al menos para los más recios Científicos. Es que decirnos que nada es probable es tan demoledor y tan satisfactorio a la vez que hace que uno abra los ojos y piense dos veces antes de “crear” una ley o dar un veredicto. Sin embargo, esto no quiere decir que dejemos de lado la empresa científica, sino más bien que asumamos críticamente todo lo producido por ella. Cosa buena en el sentido más ético posible. Aunque esta ética hunda sus raíces en una aspiración tan subjetiva como es la aspiración a la verdad. Para eso, creo yo, está la religión, pero en el sentido menos ortodoxo posible del término. Aportes al debate como el de Adorno merecen mi mayor elogio al respecto. Este último no queda limitado en el sentido tan ingenuo de búsqueda de la verdad sino que va más allá, o más acá, y hunde su argumento en una ética más humana, vale decir política, social y cultural. Va quedando así pues configurada, a partir de la tercera década del siglo pasado la filosofía de la ciencia actual, el paradigma que domina la producción de conocimiento según palabras de Khun. Hay otras maneras de conocer entonces. Esas maneras de conocer muchas veces han sido vetadas, censuradas y castigadas. Estas últimas
...