Contaminacion

Los problemas ambientales están estrechamente ligados a los modelos de desarrollo y a sus estructuras socioeconómicas. Esta vinculación permanente se ha transformado en un creciente reto. Es más, uno de los más grandes dilemas de nuestra época es como equilibrar la satisfacción de las necesidades y sus aspiraciones humanas con el mantenimiento de los sistemas biofísicos y sociales, pues sin la sostenibilidad de estos no será posible la vida misma en el planeta. (Gudynas E. , 2003)

Para empezar, desde posiciones económicas ortodoxas, fue introducido hace tiempo el concepto de crecimiento sostenido para designar el crecimiento constante (Naredo, 1996), expresión que últimamente se ha transformado en otra un tanto camaleónica; el desarrollo sostenido, es muy citado por políticos y economistas, diciendo que no es más que un eufemismo de la noción de crecimiento económico continuo (Riechmann, 1995).

Ahora centrándonos en el concepto de sostenibilidad, es notorio que se han desarrollado dos versiones del mismo: sostenibilidad débil y sostenibilidad fuerte (Norton 1995). La primera se ubica, al igual que el concepto de desarrollo sostenido, dentro del paradigma de la economía estándar, mientras que la segunda ha sido formulada por un puñado de economistas heterodoxos, vinculados a la termodinámica y a la ecología (Naredo, 1996).

También existen otras definiciones como las citadas por Constanza y Patten, donde establecen que la sostenibilidad se refiere a la persistencia de la integridad y estructura de algún sistema en el tiempo; mientras que para los analistas políticos que estudian el uso de los recursos naturales, establecen específicamente que un sistema sostenible es un sistema renovable que sobrevive por algún tiempo especificado; la sostenibilidad expresada en estos términos hace referencia a la sostenibilidad fuerte ya que aboga por que se debería sostener la estructura y características de los sistemas ecológicos de la tierra, las funciones de soporte de vida o el acervo del capital natural. (Urteaga, 2008)

Por consiguiente no existe un concepto definitivo de desarrollo sostenible y la insuficiencia de sus principios es notoria, aunque existe conformidad en que el desarrollo sostenible trata sobre el mejoramiento del bienestar humano a través del tiempo, hay varias respuestas de bienestar humano. Algunos han considerado como sostenibilidad el no decrecimiento del consumo a través del tiempo. Sostenibilidad débil; otros consideran el bienestar derivado del mantenimiento de los bienes y servicios ambientales ofrecidos por el ambiente, como el soporte de la vida, la apreciación del ambiente y la biodiversidad y aspectos de recreación entre otros; sostenibilidad fuerte. (Arias, 2006,)

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