Despedida

Hoy oficialmente damos por terminada nuestra enseñanza media, un proceso de enorme aprendizaje, en donde pusimos en práctica nuestros valores y crecimos en el ámbito intelectual, como en el emocional. Doce años intensos, un gran recorrido lleno de sacrificios, responsabilidades, de estudio, en donde nuestras mentes se alzaron día a día, pero no sólo eso, sino que también de conocer, de compartir, de reír, de jugar, de hacer grandes amistades. Ésta etapa que estamos dando por terminada, es la mejor, comenzamos siendo niños, crecimos, maduramos, hoy somos jóvenes con el corazón feliz, a estas alturas sentimos emociones encontradas. Por un lado pena, al darnos cuenta que esto terminó, que ya no esperaremos ansiosos a que toquen el timbre para salir al recreo, que a la hora de almuerzo ya no saldremos corriendo, que hoy será la última vez que usaremos este uniforme, extrañaremos todos los buenos momentos que como curso hemos compartido, que sin duda alguna han sido llenos de alegría y de risas. Pero por otro lado estamos felices, la emoción que nos embarga es de gran magnitud, ya que terminamos orgullosos esta etapa de la vida, para comenzar otra, que quizás es más complicada, porque viene llena de responsabilidades, a las cuáles nos vamos a enfrentar y tenemos que saber superar, también sentimos el doble de felicidad, porque conocimos a gente hermosa que son nuestros compañeros, con los cuáles nacieron grandes y lindas amistades, las que seguirán cultivándose afuera del Liceo.

Ahora debemos partir, le decimos adiós al Liceo Espíritu Santo, a sus salas y a sus pasillos, que fueron testigos de nuestras travesuras, conversaciones, gritos, testigo de todo.

Como curso también queremos agradecer al director Padre Juventus, por ser tan comprometido con su establecimiento y por brindarnos su apoyo cuando lo necesitamos. También a los auxiliares, los que son fundamentales y que tenían que cargar con todas nuestras travesuras. Y, por último, a los profesores, quienes fueron los responsables de educarnos, fueron los que nos soportaron por años, muchas gracias por su comprensión, por realizar bien su vocación, por retarnos cuando cometíamos errores, pero de esos mismos aprendimos. Reiterar las gracias, ya que todos pusieron un granito de arena para formarnos y para que nosotros lleguemos a esta instancia tan importante de nuestras vidas.

Y a mi querido curso 4ºA, todos sabemos que esto no es un adiós, más bien un hasta pronto, porque la amistad que nos unió durante años, seguirá creciendo afuera de lo que hasta hoy fue nuestra segunda casa.

Recuerden que no hay que estar triste porque esta etapa terminó, sino que feliz porque fue aquí donde aprendimos y donde nos conocimos.

Y ustedes padres, estén tranquilos, ya que aprendimos de la experiencia y el recuerdo, ahora haremos todo lo posible para manejar con sabiduría el porvenir.

Compañeros

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