Dicertacion

CAPITULO I

El comercio normalmente se asocia con los bienes. En el caso de los bienes, el comercio implica el envío de mercancías de un país a otro: el comercio transfronterizo. Por el contrario, en los servicios, el comercio es posible solo a través de las ventas a través del establecimiento por el productor de una presencia comercial en el país del cliente o si el cliente o el productor cruza las fronteras. Por lo general, los servicios se consideran intangibles, invisibles y perecederos, y requieren producción y consumo simultáneos. Las actividades de servicios se han analizado tradicionalmente desde el punto de vista de su impacto en la competitividad de los países. El aumento en el comercio de servicios ha atraído la atención de los responsables políticos en los últimos 20 años. Los cambios en la tecnología han permitido el aumento en el comercio de servicios en sectores fuera de las actividades tradicionales como el transporte, el turismo y los servicios financieros. Dentro de este nuevo comercio de servicios, los servicios más importantes han sido la externalización de procesos comerciales (offshoring), centros de llamadas, servicios de software y tecnología de la información, servicios educativos, turismo de salud y otros. En resumen, los servicios se han convertido en un medio para diversificar el comercio internacional de bienes y servicios.1 Los servicios desempeñan un papel amplio y estratégico en la economía. Los servicios de alta calidad y bajo costo generan beneficios para toda la economía. Los servicios financieros, los servicios de telecomunicaciones y los servicios de transporte permiten una asignación de recursos más eficiente, son un insumo en la producción de bienes y otros servicios y, a través de estos, contribuyen al crecimiento económico y al desarrollo de los países. Los servicios de entrada facilitan las transacciones a través del espacio (tecnología de la información, comunicación y servicios de logística) o el tiempo (servicios financieros) (Hoekman y Mattoo 2008, Francois y Hoekman 2009). El nuevo enfoque en los servicios surge porque los servicios se han vuelto cada vez más comercializables, lo que permite el surgimiento de actividades de exportación nuevas y mejoradas. El comercio de servicios, en particular los servicios comerciales, se ha convertido en un componente dinámico del comercio y en una alternativa de diversificación de las exportaciones para muchos países en desarrollo. En 2000-2007, antes de la crisis financiera, el comercio de servicios creció tanto como el comercio de bienes, a una tasa promedio del 12 por ciento. El comercio de servicios comerciales (como servicios de ingeniería, legales, de salud, contables y administrativos) creció aún más rápido, con un 14 por ciento en el mismo período. Aunque los países desarrollados tienen la mayor parte del comercio de servicios, los países en desarrollo también han podido participar con éxito en el comercio como proveedores de servicios. Las exportaciones de software y servicios de procesos comerciales contribuyeron alrededor del 33 por ciento a las exportaciones de India y alrededor del 7 por ciento al producto interno bruto de India en 2008. Muchos países en desarrollo de diferentes tamaños y en diferentes regiones han tenido éxito en diversificar exportaciones a través de servicios. Brasil, Costa Rica y Uruguay exportan servicios y servicios profesionales relacionados con las tecnologías de la información; México exporta servicios de comunicación y distribución; y los servicios de distribución y transporte de Chile se encuentran entre los más importantes de América Latina. Los países de África y Medio Oriente y África del Norte, como Kenia, Marruecos, Sudáfrica y Túnez, brindan servicios profesionales a Europa. Las exportaciones de servicios de salud son proporcionadas con éxito por países de Asia, como India, Filipinas y Tailandia, así como por países de América Latina (Brasil) y Medio Oriente y África del Norte (Túnez). El progreso en las tecnologías de transporte y comunicación ha permitido la fragmentación de la producción en tareas que pueden realizarse en diferentes lugares. La conexión entre tareas requiere un sector de servicios de logística eficiente para producir bienes. El comercio de servicios de logística proporciona la conexión entre las tareas realizadas en diferentes países. Además, la calidad de la logística puede influir en las decisiones de las empresas sobre en qué país ubicarse, qué proveedores comprar y qué mercados de consumo ingresar (Arvis et al., 2007).

Además, los servicios desempeñan un papel positivo en las estrategias de desarrollo. Ghani (2010) describe la correlación positiva entre el crecimiento del servicio, la creación de empleo, la reducción de la pobreza y la igualdad de género en el sur de Asia. Todos estos elementos son parte de una estrategia de desarrollo exitosa. Además, el sector de servicios concentra la mano de obra con más educación. Estos hallazgos tienden a confirmar el impacto positivo que una reforma bien realizada en el sector de servicios podría tener en la estrategia general de desarrollo de los países. Sin embargo, la liberalización de los servicios sigue siendo una de las cuestiones más complejas, desafiantes y, a veces, controvertidas en la política comercial contemporánea. El comercio de servicios a menudo requiere la proximidad del proveedor y el consumidor. Esta carga de proximidad se ha visto debilitada por el progreso tecnológico. La provisión del servicio requiere una combinación de insumos para superar la carga de proximidad. Además, en ciertos sectores, la prestación de un servicio requiere la prestación conjunta de otros servicios. Este es el caso de los servicios de logística o servicios de turismo, en los cuales los servicios de transporte y comunicación son críticos para una industria exitosa (Francois y Hoekman 2009). A diferencia del comercio de bienes, en el que la liberalización gira principalmente, pero no exclusivamente, en torno a la eliminación de aranceles y barreras no arancelarias en la frontera, la liberalización del servicio requiere la eliminación de barreras discriminatorias que afectan a los servicios y proveedores de servicios. Además, la liberalización del servicio puede requerir la eliminación de barreras no discriminatorias que restringen el comercio.Además, entre estas últimas barreras están las medidas no comerciales destinadas a alcanzar objetivos políticos legítimos, como la protección del orden público y la moral, la vida humana, el medio ambiente, el acceso de los pobres, la seguridad y otros beneficios como la competencia sana y la protección del consumidor , eso puede restringir innecesariamente el comercio. La distinción entre objetivos proteccionistas y objetivos políticos legítimos sigue siendo una cuestión difícil y delicada. Por ejemplo, la investigación sobre África subsahariana ha demostrado que, en algunos países, si no se aumenta la competencia y si los servicios de transporte por carretera no se liberalizan con éxito, los precios del transporte se mantendrán altos, la calidad del servicio no mejorará y los usuarios de la carretera no cosecharán todos los beneficios de inversiones costosas en rehabilitación de infraestructura (Theravaninthorn y Raballand 2009). En otros casos, la investigación ha demostrado que la liberalización no siempre produce los beneficios esperados si no se implementan medidas regulatorias complementarias, como mejoras en la regulación prudencial y políticas de competencia (Stiglitz y Charlton 2005, Mattoo y Payton 2007).

¿Por qué este libro? Este libro tiene como objetivo abordar algunos de los desafíos que enfrentan los países en desarrollo, especialmente los países menos desarrollados, en el diseño de políticas para el comercio de servicios.También busca proporcionar a los gobiernos herramientas para incorporar los servicios de manera más efectiva en las estrategias de exportación -incluidas las negociaciones y la cooperación con socios comerciales- y la reforma unilateral. Uno de los desafíos abordados en el capítulo 2 son los procesos débiles de formulación de políticas comerciales. Los países en desarrollo deben mejorar los procedimientos que siguen para preparar, adoptar y aplicar políticas comerciales, incluidas las políticas comerciales de servicios. Confrontados con capacidades de negociación, regulación e implementación generalmente débiles, los países en desarrollo a menudo tienen dificultades para participar de manera significativa en las negociaciones de servicios. Para hacer frente a estas desventajas, se requiere una metodología para identificar los desafíos clave de política que enfrentan los negociadores comerciales de los países en desarrollo, los funcionarios de políticas regulatorias y los proveedores de servicios. Una lista de preguntas a los negociadores, reguladores y partes interesadas privadas y de la sociedad civil, así como a los donantes, debe dirigir la atención prioritaria para identificar posibles obstáculos a la negociación, a la regulación u otras políticas y ayudar a mapear una ayuda apropiada para la respuesta comercial. es necesario para organizar un proceso de liberalización exitoso (esto se trata con mayor detalle en el capítulo 2). La fase de implementación de las reformas de política y los acuerdos comerciales requiere inversiones en regímenes regulatorios más sólidos y el establecimiento de mecanismos de aplicación para ayudar a los países a gestionar de manera más efectiva el proceso de apertura del mercado y mitigar los posibles riesgos a la baja. Al hacer las reglamentaciones, los gobiernos deben tener en cuenta una amplia gama de factores, de los cuales una consideración puede ser el impacto de dicha regulación en el comercio y la inversión de toda la economía. El proceso de liberalización de los mercados de servicios puede requerir nuevos o diferentes tipos de intervenciones regulatorias para garantizar que se sigan logrando importantes objetivos de política dentro de las nuevas estructuras de mercado. Una estrategia exitosa requiere una secuencia adecuada. De hecho, un proceso progresivo, ordenado y transparente permite a los operadores establecidos prepararse para una mayor competencia, anticipar y mitigar posibles desventajas distributivas, y establecer el marco regulatorio adecuado que rige las condiciones de mercado recientemente competitivas. Por último, una estrategia coherente en materia de servicios debe centrarse en las limitaciones reales a las que se enfrentan muchos exportadores de países en desarrollo al tratar de abastecer mercados recientemente abiertos. Los principales son mejorar los estándares de calidad, cumplir con los requisitos de certificación del país anfitrión y mejorar la infraestructura comercial del país de origen, en particular la calidad y el costo reducido de los servicios de comunicación, finanzas, transporte y logística. Los países en desarrollo se enfrentan a graves limitaciones administrativas y de recursos para la negociación adecuada de acuerdos de servicios múltiples que servirán a sus intereses comerciales. La creciente importancia del comercio de servicios se ha traducido en la creciente importancia de los servicios en los acuerdos comerciales. Desde 1995, todos los acuerdos comerciales que involucran a Japón y los Estados Unidos han incluido servicios. Desde la negociación de los acuerdos con México en 2000, la Unión Europea también ha incorporado servicios en sus negociaciones con los países en desarrollo, y el comercio de servicios se ha convertido en parte integral de los Acuerdos de Asociación Económica actualmente en negociación por la Unión Europea con los países del grupo de África, el Caribe y el Pacífico (por ejemplo, el Acuerdo de Asociación Económica entre la Comunidad Europea y los países de la Comunidad del Caribe [CARICOM] y la República Dominicana [la agrupación CARIFORUM] que entró en vigor en noviembre de 2008). Sin embargo, los países en desarrollo a menudo no están lo suficientemente equipados como para negociar acuerdos de servicios y cumplir compromisos de manera adecuada, particularmente en el contexto de los acuerdos comerciales Norte-Sur. Para muchos países en desarrollo, la carga administrativa de manejar y negociar múltiples acuerdos comerciales se ha convertido en una preocupación seria, y esto puede obstaculizar las oportunidades disponibles para que estos países obtengan un acceso adecuado al mercado para las exportaciones de servicios. El Capítulo 3 de este libro proporciona la metodología para crear una base de datos de acuerdos de servicios específicos para cada país que se puede implementar a pedido. El libro desarrolla en detalle el marco metodológico para la construcción de la base de datos y los elementos centrales que la integrarán, incluidas las posibles plataformas tecnológicas. El contenido básico de la base de datos incluye sectores de servicios, subsectores y actividades comprometidas o recibidas; el tipo de reserva (acceso al mercado, trato nacional u otro); el modo de suministro y los acuerdos relevantes; referencias a las leyes y reglamentos en los que están contenidas las medidas; y descripciones de medidas. (También se incluyen ejemplos para ilustrar el contenido de cada artículo). Además, se indica el método de clasificación utilizado (la lista de clasificación sectorial de servicios [W / 120], la equivalencia de la Clasificación Central de Productos [si corresponde], o la Balanza de Pagos Extendida). Clasificación de servicios, de acuerdo con el Manual de Estadísticas del Comercio Internacional de Servicios [ONU 2002]).

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