ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DÍA DEL EDUCADOR

felisabarreto15 de Mayo de 2013

630 Palabras (3 Páginas)432 Visitas

Página 1 de 3

Hoy, más que nunca, es imperativo que las maestras y los maestros sigan asumiendo, y lo asuman aún más, el papel que les corresponde en la ardua tarea de transformación nacional.

México necesita una educación moderna, una educación humana, una educación equitativa, una educación humanista, una educación de calidad; una educación que iguale oportunidades de superación para los mexicanos, que quien vaya a la escuela, no importa ser rico o ser pobre, tenga la misma oportunidad que cualquier otro niño mexicano de su edad, para prosperar y avanzar según sus propios esfuerzos y méritos.

Una educación que impulse el crecimiento económico en un entorno global muy competido, en un entorno global en pleno siglo del conocimiento, donde la educación de los países también evoluciona y se acelera, y donde México, qué duda cabe y no lo ocultamos, tiene mucho, mucho que avanzar.

Una educación, también, que acelere el desarrollo democrático del país y que permita que nuestra sociedad, educada, conocedora, ponderadora de los valores democráticos y amante de la libertad, haga, precisamente, de su conocimiento y de su educación la mejor garantía de que la democracia en México nunca, nunca tendrá reversa, ni, por supuesto, perderá sus méritos.

La Nación requiere de una enseñanza que equipe, que verdaderamente arme a nuestros estudiantes de conocimientos, de habilidades, una educación que les permita conseguir empleos, y empleos bien pagados; una educación que les permita triunfar en un mundo que compite ferozmente.

Por eso, no debemos temer el proponernos que nuestros niños sean de los mejores del mundo. No debemos, desde luego, deslumbrarnos ni quedarnos quietos o asombrados, pasmados en el asombro, porque en otros países tienen, precisamente, avances educativos significativos en sus jóvenes. Alcancemos a esos países, propongámonoslo, con la fuerza de un pueblo joven y vigoroso, como el pueblo mexicano.

Una enseñanza que transmita a los niños la importancia de lograr un desarrollo sustentable, que despierte la conciencia, aún dormida, sobre el cuidado del medio ambiente; que permita revertir lo mucho que hemos dañado a generaciones pasadas, que no tuvimos, quizá, esa formación en el respeto al medio ambiente, a la naturaleza y al desarrollo sustentable del hombre.

México, necesita, también, una educación que inculque en nuestros niños y jóvenes el sentido del deber, no sólo el sentido de los derechos. El sentido de los derechos sí, y qué bueno que hemos avanzado ampliamente en ello, pero también el sentido del deber; el sentido del deber con el país, el sentido del deber con los demás, el sentido de la observancia de la ley, el valor de la democracia, el valor de la honestidad.

Una educación que les enseñe a ser responsables, honestos, respetuosos. Que les enseñe a defenderse, a defenderse y a exigir justicia, pero también a ser justos y a respetar la legalidad. A respetar las normas y las instituciones, y al propio tiempo tener el conocimiento y el mérito democrático. De que si las normas o las instituciones deben cambiarse, deben cambiarse por medios democráticos.

El país requiere una educación que forje ciudadanos, así como forja la fragua, precisamente, y templa el acero, necesitamos que la educación sea esa fragua que haga que surja un mexicano fuerte, libre, informado y participativo.

Una enseñanza, en fin, que forme mujeres y hombres de bien, íntegros, convencidos, por ejemplo, de aquellos principios que Mahatma Gandhi llamaba: Pecados capitales.

Convencidos, por ejemplo, de que no puede haber riqueza sin trabajo, de que no puede ni debe haber ciencia sin humanidad, de que no puede haber comercio sin ética, y que no puede haber política sin principios. Así de importante, así de

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com