Ejemplo El juicio de los alimentos (OBRA DE TEATRO)

El juicio de los alimentos

(Aparecen en escena el Sr Juez revisando unos documentos, luego ingresa la secretaria)

SR JUEZ: Este juicio ya terminó, este ya me pagaron, perdón, ya se arregló, creo que ya no tengo nada que hacer aquí, me voy, ¡Bien!, Ahora me como dijo periquito, yo de aquí me quito… (Está  saliendo y lo interrumpe la secretaria)

SECRETARIA: Un ratito Dr Coima, perdón Sr Juez, ¿cómo que ya se va? Si afuera hay un niño que viene a hacer una demanda, está esperando desde ayer y no se quiere ir hasta que hable con ud…

SR JUEZ: ¿Qué? ¿Un niño quiere hablar conmigo? Dile que ya me fui…

SECRETARIA: ¿Cómo cree que le voy a decir eso? Recuerde que los niños también tienen derecho.

SR JUEZ: Uy, verdad, “Los Derechos del Niño” no me vayan a demandar, hágalo pasar.

SECRETARIA: Enseguida Sr Juez, ¡Qué pase el desgraciado, perdón, el demandante! Ya parezco Laura Bozzo.

(Ingresa el niño quejándose)

NIÑO: Ohhhhh, ¡Qué mal me siento!, ¡Ayúdenme!

SR JUEZ: ¿Pero qué es lo que tienes niño?

SECRETARIA: Vamos dinos, ¿qué te ocurre?

NIÑO: Todo el día me siento cansado, me duele la barriga y quiero demandar a los alimentos, porque ellos son los culpables de que esté así. Ay, ay, ayyyyyyyyyyy…

SECRETARIA: ¿Cómo que los alimentos te tienen así? Yo también como los alimentos y no estoy como tú, mira esta esbelta figura, mejor que la de Génesis Tapia. Debe ser otra cosa…

NIÑO: Son los alimentos, pero no sé que alimentos son los que me tienen así.

SR JUEZ: Hummm ¿Será cierto eso? Bueno pues ¡Esto lo arreglo yo!

SECRETARIA: Bien dicho súperjuez, descubriremos qué alimentos son los que torturan a este pobre niñito.

NIÑO: Sí, esos alimentos me están matando, ay, ay, ay.

SR JUEZ: Secretaria, que pase el primer alimento, que se habrán creído, maltratando a este pobre engendro, perdón, indefenso niño. (La secretaria hace ingresar uno a uno a los alimentos)

SECRETARIA: ¡Qué ingrese la leche!

LECHE: Hola sr Juez, yo soy la leche y no  sé, ¿de qué me acusa?

NIÑO: Ay si, ¿de qué me acusa? Leche agria…

SR JUEZ: Este niño te acusa de enfermarlo.

LECHE: ¡¿Qué yo la he enfermado?! Mira niño, si tuvieras la costumbre de tomar leche todos los días, seguro que vivirías muchos años, de verdad señor Juez. Yo les doy a todos la cantidad justa de proteínas, sales de calcio, vitaminas, grasa y agua, todo lo que necesitan para vivir felices y saludables. La verdad no entiendo de qué se me acusa.

SECRETARIA: Pero mira al pobre niño, ¿estás segura que no le estás haciendo daño?

SR JUEZ: A ver niño, yo la siento sincera a la leche, ¿en verdad crees que ella fue la que te enfermó?

NIÑO: No sé…

SECRETARIA: Yo creo que no, sigamos con el otro acusado. ¡Qué pase la gaseosa!

GASEOSA: ¡Soy inocente! Fíjese que yo sería incapaz de hacerles daño a los niños, como a este lindo niñito, yo les calmo la sed, aunque tenga muchos gases y les pongo barrigoncitos, los altero un poquito porque tengo mucho dulce, pero así son felices. Mírelos como me toman en la playa. En verano estoy de oferta, tengo distintos precios, a china para los que  piden propinas, soy fácil de llevar. ¡¡¡Aprovéchenme!!!

SECRETARIA: Yo también las tomo, y heladita…

SR JUEZ: A ver niño, ¿es ella quién te enfermó? Di la verdad, piénsalo bien.

NIÑO: Puede ser, no lo tengo claro, pero es rica la gaseosa ¿no? (mira a la secretaria)

SECRETARIA: Bueno, si es rica, pero a esta gaseosa la siento cara de bribona, mejor continuamos, ¡Qué pase la botella de agua!

BOTELLA DE AGUA: Gracias, gracias, por esta hermosa bienvenida, soy su amiga la botella de agua saludable, soy natural, ¡Natural! sin químicos, como esa engreída de la gaseosa, por el calor de verano me puedes disfrutar heladiiiiiiita, y en el invierno fresquita como solo yo puedo serlo. Nos encuentras en todas las tiendas con gas y sin gas, para todos los gustos y preferencias. Recuérdame y llévame cuando haces tus ejercicios, soy la mejor compañía, Siiiiiiiiiií… Gracias, gracias…

GASEOSA: Ay tú, gracias, gracias, mira paliducha agua de caño, no te metas conmigo eh, si no quieres que me saque la tapa y te salpique…

SECRETARIA: Ya basta ustedes dos, no peleen porque llamo al policía… ¡Policía, policía!

POLICÍA: Alguien clamó por mí. Buenos días señorita secretaria (mira a la secretaria coquetamente) aquí estoy para todo lo que usted quiera.

SECRETARIA: Cuidadito conmigo sr policía, que soy campeona de Tae kon do… mejor siga con su trabajo.

JUEZ: Así es, ponga orden en esta sala.

POLICÍA: Porque mejor no llaman a Jobita la chica de limpieza, ella pone en orden todo…ordena todo el juzgado.

SECRETARIA: ¿De dónde los traen ah? Que evites los problemas.

POLICÍA: Lo lamento señorita secre, desde primaria tengo problemas con los problemas, nunca se si debo sumar o restar.

SECRETARIA: Ah no, señor Juez, métalo preso este por bruto.

JUEZ: Sabe que, mejor quédese ahí paradito en la puerta y déjenos continuar. (El policía se va hacia atrás después de enviarle un beso volado a la secretaria) Dime niño, ¿Será el agua quién te enfermó?

NIÑO: ¿Quiere que le diga la verdad? No lo sé.

SECRETARIA: Pobre niño, lo confunden así. No te preocupes aquí lo vamos a descubrir, ¡qué pase el chocolate!

CHOCOLATE: Hola amiguitos, a ti te conozco niño, tu eres un fans mío, ¿verdad? Yo soy el delicioso chocolate. Estoy de moda, me encuentras en barras, en las tortas, en las galletas, en el cup cake, en todo lo que te puedas imaginar. Los niños me prefieren porque soy dulcecito. No me han probado aún, cómanme y no dejarán de hacerlo, yo mismo me quiero comer, hummmmm.

LECHE: Si, dulcecito, tienes muchas sustancias químicas que son adictivos, además un alto contenido de grasa y azúcar.

CHOCOLATE: Porque serás metiche, claro como sola no te pasan, pero si te echan un poco de chocolate bien que te toman, envidiosa.

JUEZ: Basta de pleitos,  dime niño ¿El chocolate te enfermó?

NIÑO: Es rico el chocolate, si lo he probado, pero no sé, no sé si el me enfermoooooó, ay ay ay…

SECRETARIA: Ya encontraremos al culpable niño, no te preocupes. Ahora llamemos a la ¡Manzana!

MANZANA: Buenos días señor Juez, solo vengo a decirles que nosotras las manzanas estamos entre las mejores amigas de los niños, Los hacemos crecer sanitos, porque les damos vitaminas. Sin estas sustancias nutritivas los niños se ponen débiles y se enferman. Los niños nunca se va a aburrir de nosotras, porque si ellos quieren sus mamitas nos pueden preparar como pie de manzana, mermelada de manzana, jugo de manzana, etc, etc, etc… Pueden llevarnos en la lonchera, sin problemas sr Juez.

GASEOSA: Ay, sí, la nutritiva… ¿Tú no eres la manzana que envenenó a Blanca Nieves?

LECHE: Amiga te está acusando de asesinato. No me dejo…

MANZANA: ¡Qué dijiste! Balón de gas. (La manzana y la gaseosa se gritan de lejos)

SR JUEZ: Orden, orden, orden en la sala. ¿Qué se han creído? sarta de locos, yo soy el único que puede  gritar en este lugar, ese es mi trabajo, y yo grito cuando se me da la regaladagana, y cuando yo digo orden, se tienen que callarrrrrrr. (El juez se fatiga)

SECRETARIA: Sr Juez cálmese, recuerde su presión, no se me altere. (La secretaria le habla a los que pelean)

SR JUEZ: Niño, contesta rápido, ¿ella es quién te enfermó?

NIÑO: Ay sr Juez, la verdad no lo sé, ay, ay, ay…

SECRETARIA: Yo creo que no, pero sigamos. ¡Qué pase el caramelo!

CARAMELO: Hola sr Juez, aquí está su rico y delicioso dulcecito, como le gusta a la gente, Yo tengo cantidad de azúcar, que se les queda pegado en los dientes a los niños; y después les salen terribles caries y les producen dolor de muelas… jajaja soy terrible. Pero así me quieren, me colocan en todas las fiestas. ¿No se hagan mamitas? Mis sabores son de todo tipo, pruébenme, dale pruébenme, soy como la miel de abeja, quien me prueba no me deja…

MANZANA: Ay sí, que a las mamitas les encanta, calla picadientes. (Vuelven a discutir)

CARAMELO: Tú cállate, mejor por qué no regresas a tu arbolito y te cuelgas pero del pescuezo…

SECRETARIA: ¡Ya, ya no empiecen! Estoy tratando de que el sr Juez no se altere.

JUEZ: ¿Niño, es el caramelo quién te enfermó?

NIÑO: No lo sé sr Juez, me sigue doliendo la barriguita, pero no sé si él, es el culpable.

SECRETARIA: Ya me estás llegando con ese no sé, no sé. Mejor continuemos. ¡Qué pase la zanahoria!

ZANAHORIA: Su señoría, muy buenos días, vengo aquí para decirles que sin mí, los niños no crecerían sanos y fuertes, nosotros les proporcionamos muchas vitaminas, y además somos deliciosas en ensaladas y ahora hasta hacen pastel de zanahoria. Además las mamitas siempre nos usan para hacer las ricas y deliciosas sopitas. Jamás le podríamos causar ningún daño a nadie, menos a este niño tan lindo…

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