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El Funcionalismo: Mas Que Una Analogia


Enviado por   •  22 de Octubre de 2012  •  3.596 Palabras (15 Páginas)  •  837 Visitas

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El siguiente trabajo es un breve recorrido histórico sobre una de las teorías sociológicas más relevantes del siglo XIX hasta los últimos tiempos, la Teoría del Funcionalismo. La intención del siguiente texto es revisar los orígenes del funcionalismo, para después pasar por sus diferentes etapas, consolidación, decadencia y revaloración. Y para lo cual se hace necesario el conocer y estudiar el pensamiento de algunos sociólogos, a los cuales se les ha considerado históricamente como los principales representantes de la teoría funcionalista, como son: Emile Durkheim, Talcott Parsons y Robert Merton. Como ya mencione anteriormente este texto tiene la intención de abordar y dar a conocer brevemente algunos de las teorías y conceptos que conforman esta corriente de pensamiento.

El Funcionalismo, una analogía

Todos y cada uno de estos sociólogos tuvieron gran influencia para el funcionalismo, pues realizaron grandes aportaciones a este pensamiento teórico. La Teoría Funcionalista trata de explicar los diversos fenómenos sociales a través de analogías o comparaciones con los organismos vivos, ya que, según esta teoría, al igual que los seres vivos, que están constituidos por diversos órganos, y en donde cada uno de ellos cumple con una función determinada, y en relación con otro órgano, lo mismo sucede en las sociedades, éstas están integradas de forma tal, que el buen o mal funcionamiento de alguna de las partes que la constituyen repercute en las demás, afectando o beneficiando el desarrollo de la totalidad.

Durkheim y el Funcionalismo.

El funcionalismo es una corriente del pensamiento sociológico que tiene sus orígenes en Europa durante el siglo XIX. Dentro de sus principales exponentes y representantes encontramos al sociólogo francés Emile Durkheim, quien ha sido considerado como el fundador o padre de esta importante teoría. Durkheim desarrolla esta forma de pensamiento a partir de los diversos movimientos sociales que acontecen en Francia, y es su gran preocupación por mantener el orden y la paz social. Pero sobre todo le interesa entender y explicar la forma de actuar y de comportarse de los individuos, pues considera que el entorno en que vive y se desarrolla un individuo influye de manera determinante en su forma de comportamiento, o cómo él mismo lo menciona en el texto la de (T. Romero y I. Liendo Vera, 2002) “Los hechos sociales se imponen al individuo y determinan su comportamiento social”.

Al intentar encontrar una respuesta a la infinidad de hechos que ocurren al interior de una sociedad, Durkheim consideraba que era necesario e importante comprender los fenómenos sociales de una manera objetiva para poder tener una perspectiva que nos permita ver los hechos desde fuera, es decir como cosas u objetos, y realizar una metodología de análisis, el cual permita identificar y encontrar las posibles causas del fenómeno, para después poder explicar las funciones que éstas cumplen o desempeñan en dicha sociedad. Es por ésta razón, que buscando la explicación a todo esto, recurre a la realización de analogías o comparaciones entre sociedades y seres vivos. Argumentando que así como los seres vivos están constituidos por variados órganos que realizan un trabajo específico, pero en relación o función a otro, o varios de los órganos, lo mismo sucede con las sociedades. Para Durkheim las sociedades, al igual que cualquier otro organismo biológico, están conformadas por diversas estructuras llámense; familia, iglesia, escuelas, Estado etc. Cada una de estas estructuras se relaciona e interactúan entre sí, cumpliendo con una determinada función social, misma que se refleja en el buen o mal funcionamiento de las otras partes, es decir, la función de alguna de estas partes puede ser a favor o en contra de toda la estructura social.

Dentro de la teoría funcionalista de Durkheim las sociedades están constituidas de tal forma, que dentro de la complejidad de cada estructura social, existen determinados mecanismos que tienen la facultad de regular los conflictos o problemáticas que surjan en su interior, así como también marcar las pautas o normas de comportamiento, reflejándose todo esto en la cohesión o disgregación de los individuos que conforman dicha sociedad. Durkheim basa su interés de análisis en el hecho social, y propone que los hechos o fenómenos sociales deben ser observados como si fueran objetos.

De esta manera, es como el funcionalismo explica los fenómenos sociales, lo hace a través de los hechos y las funciones que las instituciones llevan a cabo en el contexto social.

Talcott Parsons

y el Funcionalismo Estructural

Otro de los grandes aportes a las ciencias sociales, fueron los realizados por sociólogo estadounidense Talcott Parsons, al desarrollar la corriente teórica del Funcionalismo Estructural (fundamentada en las teorías de Durkheim, Spencer, Radcliffe Brown, Malinowski). Esta forma de pensamiento surge principalmente en la sociología y en la antropología inglesa y se desarrolla a partir de una síntesis del funcionalismo y el estructuralismo. Al igual que la teoría funcionalista, el funcionalismo- estructural o también llamado estructural-funcionalismo, presume que las sociedades están integradas por instituciones que cumplen con ciertas funciones para mantener el orden social. Con esta nueva teoría Parsons logra crear un “modelo de sistemas”, donde la sociedad es la principal protagonista, y toma el papel de sistema funcional y es a través de este modelo que Parsons interpreta “el mundo real y práctico”.

En este modelo Parsons retoma la teoría Freudiana del superyó, y hace hincapié en que, es durante la infancia que los individuos construyen su personalidad y asumen todo tipo de normas sociales, haciendo de estas normas o reglas parte de ellos, lo que determina que los individuos tengan tal o cual comportamiento, mismo que se ve reflejado en el contexto social.

Parsons analiza a las sociedades a través de tres dimensiones; el sistema de personalidad, el sistema social y el sistema cultural. Este modelo llamado sistemas de acción intenta explicar cómo cada uno de estos elementos, a pesar de sus diferencias entre sí, están fuertemente ligados y son fundamentales en la construcción de la personalidad individual, los valores culturales y la forma de socializar de todo individuo.

En el sistema de acción social Parsons explica que la personalidad combina necesidades personales, tanto orgánicas, como emocionales, estos elementos le permiten al individuo socializar y es este proceso el que la da sentido de identidad individual.

Por otra parte el sistema social es el espacio donde los individuos interactúan con los demás, y enfrentan situaciones que le permiten conocer el contexto como, qué tipo de instituciones conforman dicha sociedad, la forma en se organiza un sistema social, las normas o reglas que rigen el lugar, la distribución de los bienes etc. Todo esto le permite al sujeto conocer cómo y cuáles son las funciones que desempeña cada una de las instituciones al interior de una sociedad.

La cultura según Parsons son modelos simbólicos de sentido y de valor que sirven a una sociedad para explicar o justificar sus formas de actuar o de comportarse.

Es por todo este análisis Parsons cree que lo verdaderamente relevante en un sistema social son por múltiples roles sociales que le toca desempeñar a cada individuo. Para Parsons los roles están asociados con cierta conducta obligatoria, pero también deben de corresponder a la personalidad, es decir, dado el rol que le toque interpretar a un individuo, la sociedad le exigirá determinada forma de comportamiento, pero también se espera que ese comportamiento sea acorde con la personalidad. Es por eso que los roles no sólo funcionan para que el individuo tenga definida su personalidad, sino que también le sirven para interactuar con los demás pero lo más importante en esta interacción social, señala Parsons, es “el complementar las expectativas del otro”.

Merton y la Teoría Sistémica

Robert Merton, considerado como también como otro de los principales aportadores a la teoría estructural- funcionalista, Merton desarrolla un supuesto llamado Teoría Sistémica, la cual retoma sus fundamentos en las teorías de Parsons. En esta teoría según este sociólogo estadounidense, la sociedad es un sistema formado por una estructura que a su vez está constituida por partes interdependientes que cumplen con determinada función social con el propósito de mantener, equilibrar y regular el funcionamiento del resto de las partes, o sea la totalidad del sistema. Ya que para Merton la estabilidad del sistema sólo se puede lograr por medio del actuar de sus individuos y de las relaciones que surjan entre estos.

Para el análisis de la sociedad y de sus individuos, Merton argumenta que toda acción o práctica realizada por el individuo tiene una función social, y que ésta se puede observar a través de las formas de comportamiento. Por lo que Merton identifica dos tipos de funciones, las manifiestas y las latentes. En las funciones manifiestas el individuo realiza las acciones de forma intencional, es decir lo hace por iniciativa propia, y estas acciones tienen una función en relación con los otros.

Las funciones latentes son aquellas que están presentes pero sin la intención del actor, no son perceptibles para el individuo, por ejemplo, cuando un joven asiste a la escuela, ésta cumple con una función, ensenar y que el joven aprenda, pero existen en ese entorno otras funciones no manifiestas (latentes) que también le están permitiendo al joven aprender, como a socializar u obedecer reglas. Con este análisis Merton manifiesta que aunque las acciones de los individuos tengan una motivación implícita o no, cumplen con una función, y que dicha función puede beneficiar o afectar a toda la estructura.

Esplendor y Decadencia

de la Teoría Funcionalista

Es en los años cuarenta, después de la posguerra, es que esta corriente de pensamiento, el estructural-funcionalismo, alcanza su máximo esplendor, ya que es recibida como una de las teorías de la modernidad. Gran parte de este auge se debió al gran desarrollo de teoría sociológica de la época, pero sobre todo al fuerte impulso que se le dió a la corriente funcionalista en universidades como la de Chicago y Columbia en Estados Unidos. Y además la extensa obra que produjo Talcott Parsons, y en la cual desarrolla la teoría de la acción también contribuyó el éxito. Además también realizó una larga serie de trabajos en los que dejaba ver su inclinación hacia la teoría funcionalista.

Pero no sólo fueron los diferentes trabajos y ensayos realizados por Parsons, los que provocaron la gran aceptación del funcionalismo en Estados Unidos, algo igual de relevante fué el hecho de que variados discípulos de Parsons, también empezaran a publicar gran cantidad de literatura, reconociendo que sus obras eran producto de las aportaciones que la teoría estructural funcionalista había hecho en ellos.

Las obras de Merton también significaron mucho en el posicionamiento del funcionalismo, uno de sus más importantes trabajos fue un ensayo en el mostraba que el funcionalismo estructural debía ocuparse tanto de las funciones positivas, como de aquellas funciones que actúan de forma negativa para la estructura social.

El funcionalismo estructural logra alcanzar su hegemonía, como teoría sociología, a la par de la consolidación de Estados Unidos como nación dominante ante el resto del mundo. En esta época el estructural funcionalismo reafirmó la situación hegemónica del país estadounidense, argumentando y en base en la idea estructural-funcional de que “toda acción tiene consecuencia, mismas que contribuyen a la preservación y subsistencia del sistema“(Huaco, 1986 citado por George Ritzer, 1993). Con este argumento el funcionalismo justificaba y le brindaba mérito a la acción bélica de Estados Unidos. Pero además existió una segunda idea que también reafirmó la postura de la nación americana, ésta estuvo basada en la perspectiva del equilibrio y menciona que “el mejor cambio social es no cambiar” (George Ritzer, 1993). Este pensamiento funcionalista tuvo mucha empatía con el gobierno americano, pues reafirmaba una vez más, su manera de actuar, y coincidía con los intereses Estados Unidos.

El funcionalismo toma gran fuerza como teoría sociología en Estados Unidos, y es allí mismo donde se encuentra con aquellos que provocaron su caída. Es en los años sesenta que el declive de la teoría funcionalista es inminente. En esta época el Estado tiene un gran interés y preocupación por mejorar el estado de bienestar de la población, por lo que crean una fuerte cantidad de programas destinados a la investigación social, el Estado necesitaba contar con información que le permitiera conocer de la situación social de su población, y el funcionalismo no cumplía con esa necesidad, ya que esta teoría sólo explicaba los fenómenos a través de la interdependencia de las partes que conforman toda la estructura. A partir de esto las críticas al funcionalismo se hicieron de forma continua, hasta el mismo Parsons aceptó esta crítica, argumentando que esta teoría había tomada tal relevancia debido al sentido de unión durante la guerra fría y al gran desarrollo y carácter profesional que tomo la sociología en Estados Unidos y el mundo. Otros factores que de igual manera contribuyeron a la caída del funcionalismo fue el surgimiento de nuevos programas de sociología en distintas universidades de Estados Unidos por ejemplo, la Universidad California de Los Ángeles o la universidad de Berkeley en San Francisco, de este modo la universidad de Columbia y Chicago perdían su hegemonía en cuestiones de sociología y de la dominante teoría funcionalista. Dando paso a nuevas perspectivas y criticas para el funcionalismo, creando un nuevo consenso, mismo que aceptó al paradigma funcionalista como algo inviable, dejando en el pasado esta teoría. Es así como la teoría funcionalista fue desplazada y superada por otras corrientes de pensamiento que cumplían con las necesidades de investigación de la modernidad.

Las fuertes críticas amenazan su estabilidad

A lo largo del tiempo han existido diversas y severas críticas a las diferentes teorías sociológicas, pero cabe destacar que en este sentido, ha sido el funcionalismo, el que más relevancia ha tenido. A partir de los años sesenta inicia la pérdida de credibilidad del funcionalismo y por ende la crítica, y una de estas fuertes criticas a la teoría del funcionalismo estructural radica en su forma ahistórica, ya que se considera que esta teoría es incapaz de analizar el pasado así como también los procesos contemporáneos del cambio social, pues se considera que es más apropiada para analizar a estructuras estáticas que para el análisis de los procesos de cambio social (Percy cohen,1968 citado por George Ritzer, 1993).

La dificultad de entender los procesos sociales a través del funcionalismo reside en que, para los teóricos funcionalistas estructurales su marco de estudio se focaliza en estructuras sociales estáticas que no cambian o se transforman.

Para muchos de sus críticos el funcionalismo mantiene permanentemente una perspectiva sumamente conservadora, misma que no le permite analizar otros problemas sociales como: el conflicto, el cambio social y los hechos históricos, centrando su punto de análisis en las normas, la cultura o los valores. Además de que sus análisis no están vinculados o realizados en sociedades reales, sino en sistemas sociales abstractos.

Otra de las críticas al funcionalismo, es la metodología, y el análisis comparado, pues se le cuestiona si realmente cuenta con métodos acorde a lo que se desea investigar, es decir conforme a las necesidades de los funcionalistas, y que herramientas se vuelven imprescindibles para conocer un sistema y su contribución al propio conjunto. Y con respecto al análisis comparado, la crítica es, que no permite la comparación entre dos o más fenómenos, pues supone que un fenómeno social se lleva a cabo en determinado contexto social, (en un sistema social) entonces como es posible comparar dicho suceso dentro de otro contexto social.

Dentro de las diversas teorías que han criticado al funcionalismo, por mencionar sólo una, podemos encontrar a la Teoría de conflicto de Dahrendorf, esta teoría se opone fuertemente a los funcionalistas, ya que al contrario del funcionalismo que considera que las sociedades son estáticas o con un mínimo de movilidad que las mantiene siempre en equilibrio, para Dahrendorf las sociedades siempre están en constante cambio y es en estos cambios que se puede percibir el conflicto como parte de una sociedad, y los cuales pueden ser capaces de provocar desajustes en el sistema social, y no como lo hacen los funcionalistas, que consideran que cualquier elemento o situación por difícil que parezca contribuye a equilibrar o estabilizar el sistema social.

La Revaloración. El Neofuncionalismo

Después del declive del funcionalismo como teoría sociológica dominante, a mediados de la década de los ochenta la teoría funcionalista en retomada y revalorada pero bajo un nuevo nombre el de neofuncionalismo, el termino hace referencia a que sigue existiendo una continuidad con el funcionalismo estructural, pero también el neofuncionalismo es un intento por destacar y superar los problemas teóricos y metodológicos que el funcionalismo estructural encontró a su paso y provocaron su decadencia.

Al hablar de neofuncionalismo debemos de considerar mencionar, sobre todo, los aportes que el sociólogo norteamericano Jeffrey Alexander ha realizado a esta corriente de pensamiento. Ya que considera al neofuncionalismo como “el esfuerzo de retomar la teoría funcionalista”. En este sentido Alexander enumera los diversos factores que se encontraron en el funcionalismo estructural y considerando que el antiindividualismo, el conservadurismo, la resistencia al cambio y la pasividad metodológica, fueron los principales problemas.

El neofuncionalismo es considerado por Alexander como una tendencia, y no como una teoría, pues aún no alcanza su desarrollo. Pero a pesar de esto Alexander deja entrever las orientaciones que sigue el neofuncionalismo. Argumentando que el neofuncionalismo tiene como base el utilizar un modelo, el cual permite la descripción de toda sociedad, mismo que permite distinguir los elementos que la componen, la interacción que existe entre ellos, y como todos estos elementos determinan las características del conjunto social, diferenciándose de otros conjuntos.

Para el neofuncionalismo es igual de importante las acciones como el orden social, desde una perspectiva micro, contrario al funcionalismo estructural que sólo se enfoca en lo macro, además contempla que la integración social, no es algo dado, como lo considera el funcionalismo estructural, sino que la integración es una posibilidad social.

Otra de las orientaciones, manifiesta la aceptación por la teoría de Parsons, la cual admite que tanto la personalidad, como el sistema social y la cultura son vitales para cualquier estructura social, pues permiten su interpretación, además de que provocan un constante cambio del sistema.

Por último el neofuncionalismo centra su atención en “el cambio social y en aquellos aspectos que hacen la diferencia dentro de los sistemas social, Cultural y de personalidad” (Alexander, 1985 citado por Ritzer, 1993).

Conclusión

Como hemos podido apreciar a través de este breve texto, la teoría funcionalista tuvo un papel relevante en la sociología, al igual que sus principales representantes (Durkheim, Parsons y Merton), quienes dejaron ver su esfuerzo por contribuir a esta teoría sociológica. El funcionalismo logró posicionarse como una corriente de pensamiento, que a través de sus analogías permitió explicar y entender a los diferentes sistemas sociales. El funcionalismo brindó las herramientas para hacer una interpretación objetiva y entender la complejidad de las estructuras sociales, así como los hechos sociales, analizando todos y cada una de los fenómenos o sucesos, y la función que cumplen al interior de una estructura social.

Tal vez fué difícil de creer y de aceptar para el mundo de la sociología que una corriente de pensamiento como el funcionalismo, el cual tuvo un gran impulso y desarrollo por parte de grandes y prestigiadas universidades en Estados Unidos y el mundo, fuera a caer en picada y ser blanco de fuertes criticas. Mismas que llegaron a considerar a esta corriente de pensamiento como una teoría obsoleta para poder explicar los sistemas de las sociedades modernas.

Pero a pesar de tener todo ésto en contra, el funcionalismo y sus grandes exponentes logran ser retomados y revalorados, pero ahora como una nueva perspectiva, el Neofuncionalismo, mismo que mantiene una continuidad con la idea original, el funcionalismo estructural, pero corrigiendo los errores pasados que existieron en la corriente funcionalista, tanto en sus bases teóricas como metodológicas. El neofuncionalismo es en la actualidad parte importante de las nuevas corrientes sociológicas, mismas que por su gran contenido teórico e historicidad permiten recobrar y compartir para su estudio y análisis un legado en común.

Es así como la corriente funcionalista ha logrado permanecer y tener vigencia hasta el día de hoy, siendo quizá la teoría más estudiada y abordada en diversos campos. Hoy por hoy el funcionalismo y sus principales representantes son parte indispensable del análisis y del quehacer académico e intelectual de muchas disciplinas.

Bibliografía:

 Alexander Jeffrey (1997). Las teorías sociológicas desde la segunda guerra mundial.

 Bottomore Tom y Nisbet Robert (1978). Historia del análisis sociológico

 Merton Robert K. (1964). Teoría y estructura sociales.

 Ritzer George (1993). Teoría sociológica contemporánea

 Romero Contreras Tonatiuh y Liendo Vera Isidoro (2003). La influencia de Durkheim en la Teoría Funcionalista de Malinowski.

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