El Milagro De La Lluvia

TITULO: EL MILAGRO DE LA LLUVIA

RESUMEN.

Jamás había pensado que la lluvia fuera saludable en ocasiones, que no solo pueden complicar la situación, también existe su solución y eso es un milagro. Mientras todoGs estábamos en casa, por un momento descuidamos los movimientos de mi hijo Sebastián que al darnos cuenta estaba mojándose en la lluvia con la mirada hacia arriba y la sonrisa llena de satisfacción.

THE MIRACLE IN THE RAIN

I had never thought that rain was unhealthy at times, which can not only complicate the situation, there is also a solution and that is a miracle. While we were all at home, for a moment neglect the movements of my son Sebastian was realizing that getting wet in the rain with the eye upward and delighted smile.

Es un día lluvioso pero apacible todos estamos en casa; mi esposo, mis suegros, mi hijo y yo. Mi hijo juega y da vueltas por toda la sala, con gripe y tos sin cesar. El pecho le ronca, no está tranquilo pero continua jugando como todo niño de un año.

El tiempo es poco confiable, el patio se moja y él queriendo salir a la calle; solo atina a mirar desde la puerta como las gotas van cayendo al suelo, dos sillas obstaculizan su salida e impiden que salga. Mientras tanto una ráfaga de viento, inesperada porque el tiempo es lluvioso hace que salga un instante a ver a mi hijo, todo estaba bien, seguía jugando. Su curiosidad es grande que casi alcanza a inquietarse por ir afuera pero continua jugando, tal vez por las miradas que no lo dejan realizar su anhelo.

De pronto se escucha una voz decir ¿cómo saliste? Estas mojándote, es la voz de mi suegro. De un salto salgo a mirar que está pasando, veo a mi hijo con la mirada hacia arriba empapado y lleno de emoción, con una sonrisa de satisfacción. Era la primera vez que se moja con la lluvia. Mi cuerpo se estremece, todos reaccionamos efusivos, culpándonos del cuidado de Sebastián. Mi temor crece aún más cuando pienso en lo que pudiera ocurrirle a mi hijo: la gripe, la tos puede empeorar, mi angustia no cesa, es inexplicable.

Al día siguiente todo está normal, me doy cuenta que su pecho no ronca como aquel día y su nariz esta descongestionada, entendí entonces lo que había pasado, no fue casual. Es cierto, existen momentos oportunos. En este caso no es malo mojarse en la lluvia, al menos no lo fue para mi hijo, la lluvia le alivió el mal que sufría: gracias al Milagro de la Lluvia, a la protección de su Angelito Divino, pero sobre todo a la Bendición de Dios, que permitió que todo esto sucediera.

Autora: Yris M. Ruiz Saldaña

Escuela: Ciencias Contables y Financieras

Ciclo: I

Fecha: 17 de Junio de 2013

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