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IMPORTANCIA DE LA REDACCION EN LOS ABOGADOS


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2014  •  1.244 Palabras (5 Páginas)  •  1.983 Visitas

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Actualmente el mundo jurídico atraviesa una gran crisis lingüística en nuestro medio. Las universidades cada vez más solo exportan “pseudo profesionales” del derecho y ya no conocedores del mismo. La finalidad de lucrar en el mercado competitivo es tan desmesurada, que muchas veces olvidan de otorgarles una sólida formación profesional y personal. La gran deficiencia que existe en las aulas universitarias o hablando estrictamente, dentro del plan curricular, es que la gran mayoría de universidades no colocan en sus pensum un curso de redacción jurídica, e incluso las pocas universidades que lo hacen, no le otorgan la correcta seriedad del caso. Como resultado de este problema, se obtienen abogados que no saben redactar de manera correcta sus propios escritos y que además, terminan -muchos de ellos- comprando plantillas.

Este gran problema, no solo afecta la parte profesional, sino también lo personal, puesto que a nadie le gustaría contratar los servicios profesionales de una persona que no sabe redactar su propio escrito siendo un abogado. Se sabe que la formación académica del profesional no solo es la impartida en las aulas, sino también depende mucho de la responsabilidad y seriedad con la cual se forje uno.

Es vergonzoso y denigrante ver a muchos abogados que no saben defender un caso, pero es más lamentable notar que el abogado no sepa redactar sus documentos. La calidad ortográfica, la incoherencia en la sintaxis, el mal uso de los signos de puntuación y la mala ubicación de la paráfrasis en los documentos dejan mucho que desear al que “se supone” es un profesional. En este artículo, no se pretende dar la solución al problema de la redacción, pero se podrán dar algunos alcances y recomendaciones que se deben tener en cuenta, para mejorar la calidad de su redacción en varios de sus documentos jurídicos.

No se puede obtener una clara redacción jurídica si no se tuvo - como mínimo algún curso de redacción general, de manera previa. El profesional del derecho debe tener en cuenta que los estudios generales de lenguaje son la base de su carrera para poder emprender adecuadamente el estudio del derecho. Lo recomendable es que el abogado sepa dominar el castellano, debido a que si ignora las reglas gramaticales del lenguaje, el cincuenta por ciento de su carrera se verá frustrada. Con esto no pretendo sostener que los abogados sean unos expertos en la lingüística, pero lo más recomendable es que conozcan los aspectos generales de la gramática castellana para poder aplicar de manera correcta el uso de los signos de puntuación y la coherencia en la sintaxis de sus escritos. El segundo criterio vendría a ser el conocimiento y uso de un buen vocabulario. La carrera de Derecho ya posee sus propios tecnicismos, y estos se pueden encontrar en los distintos diccionarios jurídicos. Todo abogado conoce mejor su carrera cuando llega a emplear los instrumentos necesarios de la misma.

Aparte de manejar el lenguaje jurídico, es recomendable que los abogados también estudien de manera correcta el uso de los sinónimos y antónimos para poder enriquecer su bagaje profesional y así poder plasmar la terminología necesaria en cada documento. Para esto se recomienda al abogado contar a su vez con un buen diccionario de sinónimos y antónimos. El tercer criterio recae en el abogado, pues debe saber escribir bien. Es aquí donde un curso de redacción general ayudaría mucho. Pero si uno, no llegó a realizarlo mientras cursaba la carrera de Derecho, entonces debería empezar por hacerlo. Algo que olvidan la gran mayoría de abogados, es que tienen a su alcance la predisposición para poder escribir, ya sean poemas, cuentos, pensamientos, etc. Si el profesional del derecho comienza a hacer de la escritura un hábito, la misma práctica le ayudará a relacionarse mejor con la terminología

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