LA PRÁCTICA DEL AMOR
Enviado por lina9505 • 12 de Abril de 2013 • 455 Palabras (2 Páginas) • 307 Visitas
LA PRÁCTICA DEL AMOR
El amor en nosotros los seres humanos es una experiencia en la cual nos satisfacemos, es una práctica como cualquier arte que requiere ciertos requisitos generales.
En el mundo de hoy prácticamente no existe nadie que no haya tenido la experiencia de amar, por lo menos en una forma rudimentaria, cuando niño, adolescente o adulto. En la actualidad para el hombre moderno nada es más fácil que la disciplina, ya que cotidianamente estamos en la obligación de cumplir un tiempo de varias horas laborales. Pero en estas épocas de la vida podemos desarrollar varias actividades al mismo tiempo.
Es esencial que la disciplina no sea una regla impuesta si no que sea una experiencia de nuestra propia voluntad que al momento de aplicarla sea muy agradable y que nos acostumbremos a un tipo de conducta.
Pero para logar el amor hay que ser siempre objetivos, teniendo la capacidad de ver a las demás personas y las cosas como son, sin apariencias y poder separar la imagen real de la que es formada por nuestros propios deseos y temores.
La capacidad de amar depende de conocer y desarrollar una orientación productiva en relación con el mundo. La importancia en relación con el amor, es la fe que ponemos en el propio amor, en su capacidad de brindar amor a los demás. Ser amado y amar requiere de mucho esfuerzo y coraje de correr riesgos, la disposición de aceptar incluso el dolor y la desilusión; Amar significa comprometerse sin garantías, entregar nuestros sentimientos con la esperanza de producir amor en la persona amada el amor es una acto de fe para todos, pero para comprender el problema de la fe es necesario diferenciar la fe racional la cual se basa en la actividad productiva intelectual y emocional, esta es la cualidad indispensable de cualquier amistad o amor significativos y a menos que tengamos fe en la persistencia de nuestro yo, nuestro sentimiento de identidad se verá amenazado y nos haremos dependientes de otra gente, cuya aprobación se convierte entonces en la base de nuestro sentimiento de identidad. Y la fe irracional está basada a una autoridad irracional.
Para concluir lo anterior, en esta época de la modernidad lo que nos preocupa es que el amor se convierta en un fenómeno social y no en una experiencia individual, en la cual se dé lo mejor de cada uno y se brinde felicidad sin obtener nada a cambio. Nuestra estructura social necesita cambios importantes y radicales, si el hombre quiere ser capaz de amar, debe colocarse en su lugar supremo, la sociedad debe organizarse en tal forma que la naturaleza social y amorosa del hombre no este esperada de su existencia social, sino que se una a ella.
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