La Evolución De La táctica En Un técnico

Cuando un equipo comienza a perder la convicción sobre lo que quiere hacer en la cancha, está en un serio problema.

Porque esa inseguridad genera miedo al error, falta de osadía, desconcentración permanente y una desconfianza que se traduce en irregularidad futbolística.

Planteo lo anterior, porque tras escuchar las declaraciones de los jugadores de Ñublense, consumada la derrota ante los caleranos, queda claro que algo no anda bien en el seno del camarín.

No me refiero a que haya roces internos o diferencias que puedan quebrarlo. No, y si las hay, son parte de la competencia natural de un grupo que se renovó para la alta competencia. Me refiero a la asimilación del discurso táctico por parte de los jugadores.

Es que parece que convivieran dos corrientes de estilos con las cuales los jugadores se abanderizan, pero ninguna ha logrado consolidarse en plena mutación.

Mientras valores como Cisternas y Varas aseguran que Ñublense no puede ser un “equipo de reacción” e insisten en afirmar que el Rojo se ve mejor cuando ataca, el zaguero José Rojas y el propio dueño del club, Patrick Kiblisky, han sostenido que “mejor es mantener el cero en el arco, y después pensar en atacar”.

¿Qué estará pensando ahora Carlos Rojas? El DT trató de cambiar, le buscó la vuelta a su pizarra y por variantes no se ha quedado. Ha jugado con tres delanteros, con dos y con uno. Con cuatro y tres en el fondo. Con dos de contención y hasta apostó por un rombo en el mediocampo en el arranque de la Copa Chile y....nada. El equipo sigue evidenciando una notoria irregularidad que preocupa. Pero más allá de los resultados, debe llamar a la reflexión, porque en este intento por buscar un sello, siento que, quizás, se está produciendo una inconsistencia táctica que despierta confusión al interior del plantel. No hay un sello definido y en la antesala de la cuarta fecha, Ñublense sigue en rodaje y buscando su nueva identidad futbolística, aunque pague un alto costo en el camino.

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