La Madriguera CursoBedit.

“La Madriguera”

(Rabbit Hole)

Obra Ganadora del Premio Pulitzer 2007

De David Lindsay-Abaire

Traducción y adaptación: Guillermo Wiechers y Juan Torres

PERSONAJES

(Por orden de aparición.)

SOFI – De 35 a 40 años

LIZ – la hermana de Sofi

ALEX – el esposo de Sofi

ERIC – Un muchacho de 17 años

LA MADRIGUERA

PRIMER ACTO

Escena 1

Finales de febrero. Una amplia cocina abierta con una barra. Es sábado por la tarde. Sofi, de 35 a 40 años, está doblando ropa limpia, ropa de un niño y ordenándola por columnas sobre una mesa. Su hermana, Liz, de 30, está a la mitad de un relato, sirviéndose un vaso de jugo de naranja del refrigerador.

LIZ. ¡Y entonces que la veo del otro lado del antro, acercándose a mí …! Y todo el mundo se hace a un lado para que pase, como si se abriera el Mar Rojo. Y mientras ella se acercaba yo pensaba “¿Qué le pasa a ésta loca?”

SOFI. Pero si tú ni siquiera la conocías.

LIZ. En mi vida la había visto. Estaba sentada con Mónica. ¿Te acuerdas de Mónica?

SOFI. No.

LIZ. Una amiga. El caso es que estaba con Mónica y de buenas a primeras esta vieja se me para enfrente, toda sudada y gritando. Furiosa.

SOFI. ¿Por qué?

LIZ. Ni idea. Algo de su novio, que según esto estaba al otro lado del antro.

SOFI. ¿Te lo estabas ligando?

LIZ. No, ni siquiera sabía de quién me estaba hablando. El caso es que se me para enfrente. Y su aliento –

SOFI. ¿De borracha?

LIZ. Sí. De borracha, pero peor. Como si además tuviera algo podrido pegado en el paladar. Crema de cacahuate o algo así.

SOFI. Por Dios, Liz.

LIZ. Pues empezó a acorralarme y a echarme su aliento asqueroso en la cara. Mentando madres. Te juro que no darías crédito de las palabrotas que salieron de la boca de esa vieja.

SOFI. Y tú ni siquiera sabías de quién te estaba hablando.

LIZ. De Ray. (Pausa)

SOFI. Ah. Yo pensé que tú no –

LIZ. No, en ese momento no sabía de quién me estaba hablando, porque no sabía que él estaba ahí. Pero entonces entendí que ella debía ser la novia de Ray.

SOFI. Entonces sí lo conocías.

LIZ. Sí, pero déjame terminar.

SOFI. Perdón.

LIZ. Pues ella nada más me decía, “Chinga tu madre, puta de mierda. Eres una puta.”

SOFI. Liz –

LIZ. Perdón: “Vete a molestar a tu madre, prostituta de excremento”. Y como la gente se quedaba viéndonos, me cayó el veinte de lo que estaba pasando.

SOFI. Por supuesto.

LIZ. Pero ella seguía como loca. Y yo no podía hacer nada porque el lugar estaba atascado y la vieja esta era enorme. Peso completo. Bueno, ni siquiera podía esquivarla para escaparme. Y me empecé a sentir como violada.

SOFI. Claro.

LIZ. Mi espacio vital, mi dignidad... Así que cerré el puño, tomé impulso y … ¡BOOM!

Pausa.

SOFI. No te entendí.

LIZ. Le di un golpe.

SOFI. No. No es cierto. ¿La golpeaste?

LIZ. Sí. En la cara. BOOM. Se desplomó.

SOFI. Pero por el amor de Dios, Liz, ¿la golpeaste?

LIZ. No me dejaba en paz. Estaba gritando como imbécil.

SOFI. Liz –

LIZ. ¿Qué hubieras hecho tú?

SOFI. Bueno, definitivamente no la hubiera golpeado.

LIZ. ¿Pero sabes qué es lo que nunca te dicen? Que duele mucho. Pegarle a alguien. Duele mucho, muchísimo…

SOFI. Pues sí, supongo.

LIZ. Eso nunca sale en la tele. Sólo dicen, “Esto seguramente le enseñará a respetarme.” Pero a mí… ¡Puta madre, cómo me dolió! Mira mis nudillos.

Se los enseña a Sofi; después, a propósito de la mirada de Sofi.

 ¿Qué?

SOFI. Nada.

LIZ. Esa vieja se me vino encima.

SOFI. Ya sé. No dije nada.

LIZ. Pero quieres decirlo.  

Pausa.

SOFI. Estuviste metida en una pelea de antro, Liz.

LIZ. ¿Y?

SOFI. Una pelea de antro.

LIZ. ¡Ella empezó!

SOFI. Ya sé, pero…

LIZ. ¿Qué?

SOFI. ¡Golpeaste a una mujer en la cara!

LIZ. ¡Ella me provocó!

SOFI. ¿Estabas borracha?

LIZ. No.

SOFI. Pensé que ya estabas poniendo tu vida en orden.

LIZ. Deja de juzgarme. Mira, salí, tuve una pelea, y pensé que era una historia divertida. Pensé que te ibas a reír.

SOFI. Pues no me reí.

LIZ. ¿A poco?

SOFI. Pensé que ibas a tomar las cosas con más calma.

LIZ. Oye, yo también estoy lidiando con este asunto. Ya sé que no es lo mismo, pero también es difícil para mi, ¿OK?

Pausa.

SOFI. No hagas eso.

LIZ. ¿Que no haga qué? ¿Ya no tengo derecho a enojarme nunca más?

SOFI. No, no tienes derecho a usarlo -

LIZ. ¿Qué estás - ?

SOFI. - de pretexto.

LIZ. No lo estoy usando de pretexto.

SOFI. No tienes derecho a usarlo para justificar tus conflictos. No lo hagas. Por favor.

Silencio..

LIZ . No lo estaba usando de pretexto. Sólo decía que es muy difícil para todos seguir adelante.

Silencio..

SOFI. ¿ Y te estabas acostando con él? ¿Con ese tal Ray? ¿Te estabas acostando con él?

LIZ. ¿A dónde quieres llegar?

SOFI. Por Dios, Liz, tú cuentas esa historia como si fueras una inocente palomita. Dijiste que ni siquiera sabías quién era esa mujer.

LIZ. ¡No sabía quién era!

SOFI. ¡Te estabas acostando con su novio!

LIZ. Ellos ya habían tronado. Sólo que seguían viviendo juntos para pagar la renta entre los dos debía importarle lo que él hiciera con su vida.

SOFI. ¿Y entonces por qué te abordó en un antro donde había tanta gente?

LIZ. ¡Porque está loca!

Pausa.

Y porque Ray le dijo que yo estaba embarazada.

SOFI. ¿Y por qué qué - ? (Pausa.) Por Dios, Liz.

LIZ. Sí, ya sé. No está bien.

SOFI. Claro que no está bien.

Liz se encoge de hombros, “¿Qué quieres que haga?”. No le agrada a Sofi.

Ay, Dios mío.

SOFI. ¿A eso viniste? ¿A decirme que estás embarazada?

LIZ. Más o menos.

SOFI. Ya sabía yo que algo estaba pasando. Me parecía muy raro que vinieras aquí un sábado por la tarde.

Pausa.

Liz…

LIZ. Mira, ya sé que esto es muy, muy difícil para ti, por muchas razones, pero no necesito ningún consejo en este momento. Sólo necesito que aparentes que estás feliz por mí, ¿ok? Aun cuando no te sientas así. Me gustaría que hicieras como que te da gusto. ¿Puedes?

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