La UANL Hacia La Sustentabilidad

Las sociedades del siglo XXI afrontan problemas inéditos, en lo referente al ambiente, el desarrollo, la equidad, la gobernanza y los procesos culturales, cuyas magnitudes amenazan las formas de relación y sobrevivencia de los seres vivos, así como la integridad del conjunto de los ecosistemas del planeta. El más relevante de todos ellos, en el ámbito ambiental, es el cambio climático.

Para su solución, es necesario transitar hacia el desarrollo sustentable desde su perspectiva integral; es decir desde la compleja interacción que se da en las distintas realidades que integran el mundo que habitamos.

Por ello, el Dr. Jesús Ancer Rodríguez, rector de la UANL, impulsa decididamente la transformación de nuestra universidad al incorporar los valores, prácticas y quehaceres de la sustentabilidad con la creación de la Secretaría de Desarrollo Sustentable que para su desempeño y operación está integrada por:

• El Instituto de Investigadores Sociales.

• La Dirección de Programas para la Sustentabilidad.

• La Dirección de Infraestructura para la Sustentabilidad y la Dirección de Gestión Ambiental.

Uno de los resultados más relevantes que se ha obtenido hasta el momento en acciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente dentro de la UANL, fue haber recibido el premio nacional de uso eficiente de la energía en 2009 (otorgado por la CONUEE), así como implementar los trabajos de infraestructura para sustituir el riego de jardines del campus universitario por agua tratada, que se iniciaron el 22 de marzo de 2011.

Lo que podemos hacer para mitigar los efectos del cambio climático es:

 Mantener limpios los espacios universitarios, poner la basura en su lugar y separar los residuos reciclables.

 Disminuir el consumo de energía eléctrica, no dejar encendidas luminarias ni aires acondicionados de salones u otros espacios cuando no se utilicen.

 Limitar el consumo de agua y no arrojar desechos al drenaje.

 Reducir, re-usar y reciclar los residuos sólidos.

 Comprender que las buenas prácticas contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, con ello, mitigan los efectos del cambio climático.

Cuidar el planeta en el que vivimos, y así dejarlo en buenas condiciones para las futuras generaciones es trabajo de todos.

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