Los Tres Cerditos
powerzito9 de Diciembre de 2013
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Los tres cerditos y el lobo feroz
-Narrador: Había una vez tres cerditos que eran hermanos y vivían en el corazón del bosque. El lobo siempre andaba persiguiéndolos para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa. A todos les pareció una buena idea, y se pusieran manos a la obra, cada uno construyendo su casita.
-Tontín: La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar.
-Narrador: El hermano mediano decidió que su casa sería de madera:
-Perezoso: Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores, construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar.
-Narrador: El mayor decidió construir su casa con ladrillos.
-Trabajador: Aunque me cueste mucho esfuerzo, construiré mi casa de ladrillos, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias.
-Narrador: Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema:
-cerditos: ¡No nos comerá el Lobo Feroz! ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz!
Entonces surgió de detrás de un árbol grande el lobo, rugiendo de hambre y gritando:
-Lobo feroz: Cerditos, ¡os voy a comer!
-Narrador: Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo.
-Narrado: pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló y dijo:
-Lobo feroz: ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!
-Narrador: Y sopló con todas sus fuerzas: sopló y sopló y la casita de paja derribó.
-tontín: mi casa ¡no! El lobo me va a comer.
Narrador: El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano.
-Lobo feroz: cerditos ábranme la puerta o tendré que derribarla
-Tontín y perezoso: ¡No nos comerá el Lobo Feroz! ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz.
-Narrador: De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo:
-Lobo feroz: ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! La madera crujió, y las paredes cayeron y entonces los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo del hermano mayor.
-Lobo feroz: déjenme entrar o la casita derribare.
-Cerditos: ¡No nos comerá el Lobo Feroz! No puede entrar.
-Narrador: El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta bramó:
-Lobo feroz: ¡Soplaré y soplaré y la puerta derribaré!
-Narrador: Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno
Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía su propósito.
-Narrador: Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Escaldado y con el estómago vacío salió huyendo y escapó de allí dando unos terribles aullidos y llantos que se oyeron en todo el bosque.
-Lobo feroz: ¡me quemo, me quemo! Y aún tengo demasiada hambre.
-Narrador: los cerditos al ver a lobo llorando ¡exclamaron!
-Cerditos: pobre lobo el solo quería comer.
-Narrador: entonces los tres cerditos conversaron para llegar a un acuerdo:
-Tontín: si intentamos hablar con el lobo nos comerá.
-Perezoso: si dejamos entrar al lobo a la casa él nos comerá. ¡No ay que dejarlo entrar!.
-Narrador: entonces el más inteligente pensó y dijo:
-Trabajador: hablaremos con el lobo desde adentro de
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