Lázaro Cárdenas

Tras 43 años de la muerte de Lázaro Cárdenas, coincido con la idea de Knight en el sentido de que susodicho ha dejado una influencia pos presidencial muy marcada, tanto que ha sido uno de los presidentes a los cuales se les rinde mucho respeto y ha sido uno de lo más venerados. Dichos reconocimiento se le debe a su personalidad como mandatario al estar atento a las exigencias populares, trayendo como consecuente la creación de una base popular fuerte, por tal motivo a esta época se le conoce como: Cardenismo.

Su gobierno rompe los paradigmas de sus antecesores respecto al papel que juega el pueblo, ya que Cárdenas retoma las necesidades populares en su gobierno, gracias a la formación que tuvo a lo largo de su vida como militar dentro de la Revolución, su acercamiento a la cultura tarasca, los problemas agrarios, la fuerte influencia católica pero ante todo su sentido patriótico basado en los ideales de Juárez (Knight; p. 190). Sin embargo, el ejército se convirtió en una academia política, donde pudo obtener contactos importantes entre ellas la del Jefe Máximo, mismo que le ayudo a ascender dentro de las fuerzas militares fortaleciendo su “fama” y que para 1934, lo lanzo como candidato para la presidencia, puesto que logro conseguir.

Con el gobierno de Cárdenas se estrena un mandato de seis años y con ello un plan sexenal, aprobado en el Partido Nacional Revolucionario, en el cual se plantea que es necesario el apoyo y ayuda del pueblo. Pero, Cárdenas dentro del plan sexenal puso énfasis diversos problemas que afrontaba el país como: una reforma agraria, lograr la emancipación del país y la reivindicación socioeconómica de los sectores populares, la independencia económica por medio de la nacionalización de las industrias básicas y los servicios públicos, impulsar la inversión extranjera (Cárdenas; p. 36-37). Para ello consideraba indispensable que no existiera una indiferencia de la ciudadanía, que a veces se abstiene de cumplir sus obligaciones y su negatividad forman parte de las fallas dentro de la vida pública de México (Cárdenas; p. 33).

Menester, es decir que el sexenio cardenista sobresale porque retoma los principios de la revolución, con ello se refería a respetar la libertad, las garantías individuales, aplicar la justicia, darle un sentido a la democracia y no sea una palabra vacía, lograr una educación que se imparta en toda la extensión del país, mejorar las condiciones de vida del sector rural y urbano. Con lo mencionado, Cárdenas llevo a cabo dichos principios, que él los bautizo como principios socialistas. Por ende, todos los resultados obtenidos se han convertido en una mitificación, ya que fueron numerosos los resultados.

La fuerza de su gobierno, recae en su “obsesión” hacia la soberanía, ya que en primera instancia porque su gobierno tenía una ideología revolucionaria, estaba en pro de la defensa y la dignidad de la patria. En segunda

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