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¿Cómo es el cerebro adolescente?

La adolescencia es el crecimiento físico y cognitivo de la persona, el proceso entre la niñez y la edad adulta, para comprender un poco este proceso es importante estudiar un poco sobre la maduración cerebral.

En el documental se menciona que el cerebro está formado por materia gris y, de los 8 a los 18 años, mientras el cerebro se desarrolla y llega a su tamaño máximo (al final de la infancia), esta materia gris se convierte en materia blanca y a su vez el cerebro alcanza su perfección, hablando de facultades cognitivas.

Los lóbulos parietales, encargados de la coordinación, son los primeros en madurar, seguidos de las áreas encargadas de los estímulos sensoriales y después los lóbulos frontales que se encargan de los procesos cognitivos y emocionales. Finalmente es desarrollada el área encargada en la toma de decisiones y de impulsos.

En las mujeres maduran más rápido las áreas que procesan el lenguaje, la agresividad e impulsividad mientras que en los hombres maduran primero las áreas que se encargan de las tareas espaciales.

Se comenta también que toda relación social deja su secuelas, buenas o malas, en el adolescente, y suelen ser un poco inestables debido a todos los cambios que se presentan, es aquí donde pasan de la dependencia de la familia a la independencia debido a las relaciones sociales, a su vez se hacen más sensibles a la aceptación o rechazo de otros, buscan gustar y agradar.

Creo que como docentes es importante estudiar un poco sobre los cambios tanto físicos como emocionales que presentan los adolescentes ya que muchas veces parecemos olvidar que alguna vez lo fuimos y necesitábamos comprensión.

Un adolescente vive demasiados cambios a la vez y nosotros podemos apoyarlos y ayudarles a vivir ese proceso tranquilamente, hacerlos entender por lo que están pasando y evitar ambientes tensos dentro del salón de clases que, lo único que harían es crear un choque de emociones que ellos no necesitan en esos momentos.

Además, conocer un poco más de esto, nos ayudaría a planear mejor nuestras clases y tomar en cuenta los distintos reacciones que los adolescentes pueden presentar de acuerdo al momento que estén viviendo. Esto para no sorprendernos en caso de que algo no funcione tal como lo habíamos planeado.

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