Nos Han Dado La Tierra

Nos han dado la tierra.

Este cuento forma parte del libro “El llano en llamas” de Juan Rulfo, el cual trata de 4 campesinos exrevolucionarios, quienes van en busca del premio por haber formado parte de una lucha por erradicar el feudalismo que los tenia maniatados.

El cuento se desarrolla en una larga caminata que empieza en la madrugada y sigue a lo largo del día, en lo que es la búsqueda de la tierra prometida. Los personajes más representativos son cuatro: Melitón, Faustino, Esteban y “Yo”. Estos cuatro personajes envueltos en la larga camita son lo que queda de un montón de gente que emprendieron el andar en busca del premio por haber formado parte de una lucha libertadora, que a final de cuenta fue fallida (la revolución), mas sin embargo, se les vendió como el pase a la libertad de la tierra bajo el emblema de la tierra es para quien la trabaja.

Volviendo al cuento, llega el momento en el que “Yo” se da cuenta que solo son cuatro los que van a reclamar los derechos ganados con sangre después de haber sido veintitantos y que se encuentran inmersos en un llano que no solo es un montón de yuntas a despoblado, sino que, también es una tierra que no se puede trabajar por sus características y la falta de agua.

En eso dice Faustino: “Puede que llueva”. Reflejando aun la esperanza de que las tierras sean fructíferas y esto a raíz de ver una nube negra y pesada, la cual se va así como la vieron llegar. A esa aun esperanza que guardaban se le unen los otros tres asintiendo: “Puede que sí”.

Esto no refleja otra cosa más que el sueño de sentir que tanta lucha no había sido en vano. Después se dan cuenta que ya no hablan entre ellos y esto por el cansancio que genera el caminar bajo inclemencias atroces de clima cálido producto del sol y de las características generales de tierras donde escasea el agua, los ríos, los temporales a que incluso hacen referencia en este cuento. Hacen, es más, referencia a que las ideas se les acabaron por los resultados a estar expuestos ante tanto sol.

Poco a poco se van dando cuenta que las cosas en ese lugar son tal cual las ven. Nada de porvenir en tierras áridas y duras donde no se puede tener vida. Después se les viene de nueva cuenta la esperanza de que las cosas pueden mejorar, al ver que puede tener lugar una buena lluvia pero vuelven a donde mismo, no llueve. Resignados continúan su andar y es cuando se les vienen los recuerdos de lo que eran las promesas que los animaron a emprender una lucha que adoptaron como propia sin saber que eran solo unos instrumentos para lograr fines en los cuales no eran (los revolucionarios de a pie) los más beneficiados. “Yo”, recuerda que en tiempos de lucha los dotaron de armamento y caballos para estar en condiciones de luchar, y con esto se sentían considerados ya que se les daba herramienta para luchar, con esto se sentían importantes y que

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