RUN LOLA RUN

RUN LOLA RUN

Cerca al inicio de la película, se puede ver cómo Lola mantiene una lucha física y mental contra el tiempo (00:10:46). El tipo de montaje predominante para esta secuencia es armónica porque tiene un significado alrededor de ésta y cumple con los requisitos anteriores. Es decir, contiene montaje métrico porque se usan velocidades aproximadas entre fragmentos; además, el ritmo está pauteado por el movimiento de la cámara y es tonal porque los elementos dentro del encuadre suman al significado de la secuencia (Eisenstein: 5,6 y Morales: 7). Por otro lado, en la escena en la que Lola sale corriendo hacia la calle (00:12:36) existe montaje métrico porque los fragmentos tienen la misma duración y corresponde a la música; y además, presenta montaje rítmico por la velocidad del cuadro y el movimiento del mismo (Morales: 5,6). Además, cuando Lola corre por un puente (00:13:31) hay un montaje rítmico porque un elemento dentro del cuadro, en este caso, la columna de ladrillo, marca el tiempo dentro de la secuencia y genera un ritmo visual para el espectador (Eisenstein: 2). Cabe resaltar que la película consta de tres relatos diferentes de una misma historia, cada una de ellas se produce en 20 minutos por lo que se podría contar con una clasificación de montaje métrico según Eisenstein porque tiene la misma cantidad de tiempo (Eisenstein: 1). Al final de cada una de las dos primeras versiones se mantiene un ritual en la que la cámara va se acerca al sujeto que está a punto de morir, ya sea Lola o Manni, y termina en un primerísimo primer plano. Luego hay una transición de color hacia el rojo que nos traslada a un flashback de la pareja charlando en la cama. Esto se puede considerar como un montaje tonal ya que está incentivando una emoción específica con la unión y el uso de los elementos de dichos fragmentos (Eisenstein: 3, 4). El tiempo es discontinuo cuando se hace el uso del flashback y luego de éste se retorna a la realidad, esto se puede considerar como una elipsis de tiempo (Bordwell y Thompson: 285, 286).

LA HAINE

En la presentación del entorno de la película (00:01:50), existe la presencia de montaje tonal porque la unión de los fragmentos presentan una misma sensación:  inestabilidad en la sociopolítica francesa (Eisenstein: 2). En la mayoría de las escenas de acción (00:45:19) se nota la presencia de un montaje métrico porque los cortes son con fragmentos de misma duración y también de montaje rítmico porque tiene se ve la velocidad dentro del cuadro de imagen (Eisenstein: 1, 2). El hilo conductor de la película está relatada en un día, se hace uso de la elipsis de tiempo para poder contar la historia, además de usar planos recurso (01:21:22) con la hora en detalle para poder guiar al espectador en la continuidad y cubrir esos espacios vacíos de tiempo (Bordwell y Thompson: 266). En la escena donde los tres amigos se juntan para despedirse marca un fotograma en negro que son las 06:00 (01:30:33), los amigos dialogan, intercambian armas y se van alejando entre ellos, llega un carro para buscar pelea, mientras uno de sus amigos se acerca para evitar la pelea, Vinz muere por un disparo de uno de los hombres, ingresa un fotograma en negro detallando que son las 06:01. Es en esta escena en la que se aplica la regla de seis de Murch porque en la vida real todo lo sucedido no pudo haber pasado en tan solo un minuto; sin embargo, se hace el énfasis de que así sucede para otorgarle predominancia a las emociones y sensaciones bruscas de la escena. Es decir, se deja de lado la continuidad del tiempo para indicar que lo más importante está en la esencia emocional de la escena en cuestión (Murch: 11, 12).  

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