Si de cagones se trata el plástico es el más cagón de todos. Pero no te hablo de cualquier plástico, sino del plástico de los envases de gaseosa. Envases que no merecen ser llamados botellas

LA CUESTIÓN DEL PLASTICO

Si de cagones se trata el plástico es el más cagón de todos. Pero no te hablo de cualquier plástico, sino del plástico de los envases de gaseosa. Envases que no merecen ser llamados botellas, por ser el vidrio patrimonio de tal nomenclatura.

El ser valiente consta es ser lo que en situación extremas hay que tener. Un contrincante a temer, el fuego: gran desafiador del vidrio y conocer del coraje de aquel. El plástico, en cambio, se retuerce como niño encosquillado al serle introducida agua hirviente en su interior.

Y llegando a este punto me pregunto: por qué diablos pasaron de moda las botellas de vidrio, acaso no se la aguantaban más que las de plástico. La coca de vidrio acaso: ¿no conserva mejor su sabor que el plástico cobarde? Por algo algunas bebidas (cerveza, vino) no dejaron jamás el envase masivo del vidrio (acaso no fue un fracaso la cerveza en envase de plástico).

Un mito urbana cuenta que las botellas de vidrio fueron retiradas porque a un niño le explotó una. Esto habría derivado en una ola de juicios contra la empresa de papa Noel. Aún así el tiempo las devolvió al almacén de barrio, alojadas en un estante pequeño o casi indivisible al público en general. El plástico que el almacenero dona para la birra sin envase. Ese plástico que se encuentra tirado por ahí, escenario de algunos mosquitos o cucarachas: una cagada el almacenero de plástico.

Plástico cobarde de muchas cirugías plásticas. Autos que ya no son fierros, sino plásticos. Plástico maleducado de los mates de plástico. Plástico de la sociedad del plástico con el plástico de las doce cuotas.

Plástico que tienes tu poder, pero aún no has podido plastificarme.

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