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Waka Waka


Enviado por   •  15 de Octubre de 2012  •  2.079 Palabras (9 Páginas)  •  340 Visitas

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SECUENCIAS Y RITMOS

De todos lo desatinos del FMI, los que han sido objeto de más atención han sido los relativos a las secuencias y los ritmos, y su falta de sensibilidad ante los grandes contextos sociales. Muchos de los errores en las secuencias reflejaron confusiones básicas tanto de los procesos económicos como políticos, particularmente asociadas con los seguidores del fundamentalismo del mercado.

El FMI sostenía, que una vez establecidos los derechos de propiedad, todo lo demás se seguiría de modo natural.

Tras la ideología del libre mercado hay un modelo, que suele ser atribuido a Adam Smith, según el cual las fuerzas del mercado dirigen la economía hacia lo resultados eficientes. Uno de los grandes logros de la economía moderna es haber mostrado el sentido y las condiciones bajo las cuales la conclusión de Smith es correcta; tales condiciones son sumamente restrictivas, los avances más recientes de la teoría económica han probado que cuando la información es imperfecta y los mercados incompletas, entonces la mano invisible funciona de modo muy diferente, y hay intervenciones estatales deseables que pueden mejorar la eficiencia de mercado.

Hoy comprendemos que si la información fuera perfecta los mercados financieros casi no tendrían un papel que cumplir y que si la competencia fuera automáticamente perfecta, no habría lugar para las autoridades antimonopolio; pero las políticas del Consenso de Washington se fundaban en un modelo simplista de la economía de mercado, el modelo de equilibrio competitivo, en el cual la mano invisible de Adam Smith opera y lo hace a la perfección. Como en este modelo no es necesario el Estado, las políticas del Consenso de Washington son a veces denominadas “fundamentalismo del mercado”, resurrección de las políticas de “laissez faire” que fueron populares en algunos círculos en el siglo XIX.

Incluso si la mano invisible de Smith fuese relevante para los países más industrializados, sus condiciones no son satisfactorias en los países subdesarrollados. La teoría dice que una economía de mercado eficiente requiere que todos sus supuestos se cumplan y en algunos casos reformar otros que de hecho pueden empeorar las cosas, a esto se le denomina el problema de la secuencia.

Los errores descritos en la liberalización comercial y del mercado d capitales; y en la privatización, son errores de secuencia a gran escala, sin embargo, los errores en pequeña escala apenas son noticia en los periódicos occidentales. Constituyen tragedias cotidianas de las políticas del FMI que afectan a los ya desesperados pobres del mundo subdesarrollado.

Varios países de África Occidental suprimieron las juntas de comercialización por presión del FMI y el Banco Mundial. El capital limitado restringía la entrada en este mercado; pocos agricultores podían permitirse comprar un camión para llevar su producto al mercado, al final los beneficios netos prometidos por el FMI y el BM no se concretaron; la recaudación fiscal disminuyo, los campesinos no mejoraron y sólo un puñado de empresarios locales privilegiados prosperaron notablemente.

En una competencia de mercado, los agricultores lejanos al lugar donde se venden los bienes cobran precios menores; el FMI forzó a un país africano a abandonar el precio uniforme antes de que contara con una adecuada red de carreteras, el precio cobrado en lo lugares más aislados s derrumbo súbitamente, como consecuencia la renta en algunas de las regiones más pobres del país e hundió y las penalidades se extendieron. Unas secuencias y unos ritmos apropiados habrían permitido cosechar ganancias de eficiencia sin tales costes.

Uganda eliminó radicalmente el pago de todas las matrículas escolares, algo que los contables presupuestarios simplemente no podían entender; incontables estudios han probado que lo países que invierten en educación primaria han mejorado notablemente. La mayoría de los países ante acuciantes restricciones presupuestarias siguieron el Consenso de Washington y cobraron por las matriculas, pero l presidente de Uganda, Museveni, sabía que tenía que crear una cultura en donde la expectativa fuera diferente, que todo el mundo asistiera a la escuela y sabía que eso no podría lograrlo cobrando la matrículas. Las familias vieron que las demás enviaban a todos los niños al colegio y decidieron también mandar a las niñas.

El desarrollo exitoso atiende con cuidado a la estabilidad social, lección no solo del caso de Botsuana, sino también del de Indonesia, donde el FMI insistió en abolir los subsidios a los alimentos y el queroseno; cuando las políticas del FMI habían exacerbado la recesión del país, las rentas y los salarios caían y el paro subía.

En 1995 en Jordania en un reunión con el príncipe heredero y altos funcionarios del Gobierno, cuando el FMI recomendó recortar los subsidios a los alimentos para mejorar el presupuesto del Estado. La estrecha visión económica del FMI le imposibilitaba situar el problema en un contexto más amplio.

Hoy reconocemos que existe un “contrato social” que vincula a los ciudadanos entre sí y con su Estado; cuando los políticas gubernamentales abrogan el contrato social, los ciudadanos no pueden no cumplir sus “contratos” recíprocos o con el gobierno. El mantenimiento del contrato social es particularmente importante y difícil ante los levantamientos sociales que a menudo acompañan la transformación del desarrollo.

ECONOMÍA DE LA FILTRACIÓN

Una parte del contrato social contempla la “equidad” pero las políticas del Consenso de Washington casi no prestaron atención a cuestione de “equidad”; muchos de sus partidarios replicarían que la mejor manera de ayudar a los pobres era conseguir que la economía creciera. Creían en la economía de filtración que afirmaba que finalmente lo beneficios del crecimiento se filtran y llegan incluso a los pobres. En EEUU en los años ochenta la economía creció, pero quienes estaban más abajo vieron cómo sus rentas reales descendían. La administración de Clinton se opuso enérgicamente a la economía de filtración; si no había funcionado en EEUU, ¿Por qué iba a hacerlo en lo países en desarrollo, ahora sabemos que el crecimiento no beneficia necesariamente todos.

A pesar de los obvios problemas que padece la economía de la filtración, ostenta un buen linaje intelectual. Arthur Lewis, aseveró que la desigualdad era buena para el desarrollo y el crecimiento económico, en cambio, Simon Kuznets, sostuvo que en los estadios iniciales del desarrollo la desigualdad creía, pero que esta tendencia se revertiría después.

Los países del este asiático probaron que los ahorros elevados no exigían un abultada

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