Análisis de factores que influyeron en la cancelación del aeropuerto: Texcoco

Análisis de factores que influyeron en la cancelación del aeropuerto: Texcoco

Introducción

El aeropuerto ubicado en Texcoco, una de las más grandes inversiones del país, el cual se convirtió en noticia cuando se anunció su cancelación con un costo mínimo de 270 mil millones de pesos.

Según la propia OACI, que es una agencia de la ONU dedicada a estudiar problemas de aviación, el aeropuerto de Texcoco es “la única solución que daría respuesta” a los problemas de saturación que afectan al aeropuerto actual en el corto, mediano y largo plazo (El economista, 2018).

Existen diversos factores que llevaron al nuevo presidente a la toma de esta decisión por lo que, es necesario realizar el análisis correspondiente de factibilidad en el cual se muestren dichos factores.

Cabe mencionar que la decisión Tomada por el ahora presidente Andres Manuel afecto directamente en la economía del país, ya que cancelar conlleva ciertos gastos que no se tenían presupuestados, y que tienen que ser pagados con los impuestos de todos los Mexicanos.

Además de que consigo trae conflictos internacionales por los contratos de incumplimiento con la inversión extranjera, ya que gran parte de los contratos de construcción no eran únicamente con compañías nacionales. Por ello, la credibilidad de México como potencia en inversión se cuestiona por parte de las potencias mundiales, cerrando un mercado potencial muy grande.

Resumen

Hoy en día la movilidad internacional es uno de los aspectos más importantes al hablar de crecimiento, lo cual engloba diferentes factores, ya que se crece económicamente por turismo pero de igual manera el crecimiento se ve reflejado en lo cultural, ya que el mismo turismo trae la interrelación de culturas. Es por eso que en esta investigación se habla de la importancia de la ubicación y desarrollo del proyecto del aeropuerto de Texcoco. El aeropuerto ubicado en Texcoco, una de las más grandes inversiones del país, el cual se convirtió en noticia cuando se anunció su cancelación con un costo mínimo de 270 mil millones de pesos. La presente investigación es de tipo cualitativa, ya que se describen los factores que influyeron en la cancelación del aeropuerto.

Marco Teórico

El Gobierno de México anunció oficialmente a través del secretario de comunicaciones y transportes, Javier Jiménez Espriú, la cancelación definitiva de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco

Aunque desde octubre pasado se decidió suspender el proyecto, las obras continuaron mientras se negociaba la compra de bonos por US$1.800 millones, lo cual se dio a finales de noviembre, por lo que de los 6.000 millones de dólares que se debían, hoy ya nada más se deben 4.200, dijo Jiménez Espriú, y aseguró que la idea es ir disminuyendo cada año alrededor de 200 millones de dólares de la deuda. (Martinez, 2019)

La lucha en contra de la instalación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en el lecho del antiguo Lago de Texcoco, no es nueva, desde que Vicente Fox, entonces presidente de México, anunció el 22 de octubre de 2001 que la obra se realizaría en terrenos agrícolas de la zona de Texcoco, ejidatarios de las poblaciones de San Salvador Atenco, Tocuila, Nexquipayac, Acuexcomac, San Felipe y Santa Cruz de Abajo iniciaron manifestaciones, bloqueos de vialidades y una lucha jurídica, para oponerse al proyecto federal. Así se conformó el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), apoyado por muchos otros movimientos incluyendo el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Desde sus orígenes, este proyecto acusó diversas anomalías. Expertos en aviación señalaron que la obra implicaba el cierre completo del viejo aeropuerto, que las rutas de aterrizaje y despegue no eran las ideales y advirtieron de posibles accidentes por interferir con la ruta de aves migratorias del lago Nabor Carrillo. Ingenieros geólogos indicaron que la instalación de pistas, en el lecho seco del lago, tendría como consecuencia hundimientos, fracturas del suelo e inundaciones y que la alta salinidad del terreno lo hacía altamente corrosivo y no apto para grandes construcciones. Los campesinos se oponían porque nunca se les consultó, se le quería pagar una indemnización ridícula por sus terrenos y nunca aceptaron la destrucción de una zona agrícola en beneficio de intereses capitalistas.

La única razón que justificaba este proyecto es la gran oportunidad de negocios -tanto para el gobierno foxista, como para el poderoso grupo Atlacomulco-, que ya habían adelantado sumas millonarias para la compra de terrenos aledaños, para posicionarse como proveedores de servicios, y en espera de jugosos contratos para su construcción. (Diego, 2018)

Debido a la gran resistencia al proyecto, y a la torpeza del gobierno foxista, el 2 de agosto de 2002 la Presidencia de la República anunció la cancelación del proyecto.

Pero los poderosos intereses detrás de este proyecto no cejaron en su intento de relanzarlo.

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