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Aspectos Que Enmarcan La Polotica Actual

aleja142631 de Marzo de 2015

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Aspectos que enmarcan la política actual de vivienda en Colombia

I. Aspectos conceptuales básicos

1. La Definición de Vivienda, de lo Individual a lo Colectivo

El déficit de vivienda corresponde a la suma del déficit cuantitativo y cualitativo que se presenten en el país. El abordaje de éstos y la concepción misma de la problemática que, de la vivienda se haga, se relaciona estrechamente con la definición de ésta.

La vivienda es un elemento constitutivo de la ciudad1, estructurante en cierto sentido, y también es una pieza clave que se inscribe entre las cuatro funciones que se efectúan en la urbe expresada.

1 En esta sección se aborda el tema de la vivienda en el contexto urbano, por considerarse que el aspecto de la vivienda rural se relaciona más con la tenencia de la tierra. Por los arquitectos modernos como Le Corbusier: residir, desplazar, trabajar y recrear. En este sentido la vivienda se integra con el resto de elementos constitutivos de la ciudad, de sus atributos como el equipamiento, el espacio público, los servicios públicos domiciliarios, el transporte, etc.

Para que la vivienda tenga condiciones óptimas no puede limitarse exclusivamente a la casa o interioridad, sino que debe prolongarse a los aspectos de la exterioridad o entorno, es decir, la vivienda se extiende desde la dimensión que otorga protección, abrigo y descanso hasta aquellos elementos que dan las bases para la adecuada satisfacción de las personas2, es decir lo que permite el desarrollo y la interacción social.

Esta visión es consistente con la idea del Estado Social de Derecho que la Constitución colombiana busca implementar, en el caso de la vivienda, señalando (Artículo 51) que “todos los colombianos tienen derecho a una vivienda digna”; se debe entonces entender claramente qué es una vivienda digna, si ésta se adecua a las características de interioridad y exterioridad esbozadas anteriormente, debe decirse que la “dignidad” de la vivienda debe contemplar no solo la calidad de los materiales, la comodidad, etc., sino también la relación con el entorno lo que se refleja en la potencialidad de construir ciudad.

Desde una perspectiva contemporánea como la de Amartya Sen3 , lo que se busca para llegar al bienestar y a la felicidad es desarrollar las habilidades o capacidades que poseen los individuos; en este sentido, la actividad estatal no solo tiene que ver con factores como la educación y la salud, sino también con la vivienda en condiciones que propicien el desarrollo del individuo sin limitarse a la simple provisión de un techo desarticulado de otros elementos; la idea de desarrollo se ocupa de extender al máximo las libertades de las personas, pero estas libertades se refuerzan.

Otro enfoque fundamental tiene que ver con las orientaciones de la economía espacial o geográfica:

. Una de las razones de creación de las ciudades es la existencia de economías externas que aprovechan la aglomeración de las actividades, en este sentido el factor de los precios del suelo tiene también alta incidencia sobre la generación y ubicación de la vivienda.

La vivienda es un hecho colectivo y las condiciones de vivienda digna tienen que ver con la interrelación con las diferentes oportunidades que brinda la ciudad.

II. Análisis de la situación actual

1. El Panorama Internacional y la Política de Vivienda

Tanto en Colombia como en la mayoría de países del mundo se pueden diferenciar en el sector de la vivienda dos grandes divisiones, la que tiene que ver con la destinada a los sectores más pobres de la población y el resto de viviendas para los demás habitantes. En Colombia el primer tipo se llama vivienda de interés social (VIS) desde la Ley 3a de 1991 y se aplica a hogares con ingresos mensuales inferiores a cuatro salarios mínimos5.Por lo general en todo el mundo existe una tendencia a que, en este tipo de vivienda, intervenga el Estado, ya sea a través de construcción directa o de otros instrumentos como los subsidios; para el resto de la vivienda en Colombia se fijan normas en materia de financiación, pero la intervención no suele ir más allá de la regulación.

El salario mínimo, es el mínimo precio impuesto por el Gobierno Nacional de Colombia para el mercado laboral, se mide mensualmente y para diciembre de 2001 equivalía a cerca de US$120.

fujita, krugman, venable; economía espacial. Ariel. 2000.En Colombia, hasta el año de 1991 se siguió un modelo por medio del cual el Estado directamente construía las viviendas para los más necesitados, esto se llevaba a cabo a través del Instituto de Crédito Territorial (ICT), el cual desapareció con la Ley 3a de 19916 , mediante esta ley se dio un vuelco total al esquema de vivienda en el país ya que se pasó de un sistema de Estado constructor, a uno en el que se daba más espacio al sector privado, de esta forma la labor estatal se redujo a la formulación de la política y a la asignación de subsidios a la demanda. Este nuevo enfoque determina el cambio del “Estado suministrador” al “Estado Facilitador” (aunque este último término puede ser muy flexible, en términos generales puede asimilarse a la mayor intervención del sector privado en detrimento de la estatal).

Las nuevas orientaciones en materia de vivienda vinieron fundamentalmente desde la ONU con la “Estrategia Mundial de Vivienda hasta el año 2000, CNUAH (Hábitat)”7 publicada en 1988.

Este nuevo enfoque empieza por reconocer que desde Hábitat I -llevado a cabo en 1976- no se habían obtenido resultados satisfactorios en materia de vivienda, y acepta que la privatización puede traer ventajas para algunos servicios aunque no sea la respuesta común para todos. Se pretende entonces aprovechar las características de los mercados privados en términos de tierra, materiales de construcción, finanzas, vivienda terminada, reducción de costos, respuesta rápida a demandas cambiantes y diversas posibilidades de elección para el consumidor8

En este sentido, también se presenta cierta incidencia del Banco Mundial que centró su atención en permitir que trabajen los mercados facilitadores, dando menos atención a los aspectos sociales y políticos. La relación establecida por el Banco Mundial entre el desarrollo económico y la vivienda fue formalizada en 1991 con Urban Policy and Economic Development: an Agenda forthe 1990s y en otro documento elaborado en 1993: Housing: Enabling Markets to Work, que defendió las reformas de la política e intervención gubernamental para facilitar el trabajo de los mercados habitacionales más eficientemente.

Un mundo en proceso de urbanización, Informe Mundial Sobre los Asentamientos Humanos 1996 TOMO II; Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat).

1997. Técnicamente con esta ley se modificó el ICT para convertirse en el Inurbe (Instituto de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana), sólo hasta 1996 con la Ley 281, se separó definitivamente al Inurbe de las funciones del antiguo ICT mediante la creación de una unidad liquidadora. Las propuestas para el cambio de política originadas en la ONU y en el Banco Mundial, se habían empezado a implementar en la práctica mucho antes, incluso desde la década de los setenta, como fue el caso de Chile, el cual reconoció que el sistema tradicional de vivienda desarrollado por la Corporación de Vivienda (CORVI) -creada en 1953 y con funciones análogas a las del ICT en Colombia- no estaba dando los resultados esperados. En 1978 se implementaron los subsidios a la demanda que actualmente rigen en gran parte de los países del mundo, incluyendo a Colombia. En Costa Rica se acabó con el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) en 1987, cuando también se dio paso a los subsidios a la demanda.

En todos los casos las razones para el desmonte de los sistemas tradicionales del Estado constructor fueron casi las mismas: incapacidad del Estado para satisfacer una creciente demanda forzada por la acelerada urbanización, deficiencias administrativas, etc., en el caso del ICT se argumentó, además, que las soluciones de vivienda no correspondían a clase baja sino a clase media, por lo que se desviaba el objeto del instituto. De modo que la tendencia general en América Latina, fue el cambio hacia las políticas de mercado, pasando directamente a los subsidios a la demanda, como en los casos de Chile y Colombia, o atravesando previamente una etapa de créditos subsidiados, lo que en la mayoría de los casos no dejó buenas experiencias debido a su poca transparencia y su carácter regresivo entre otras cosas. El proceso, de acuerdo a Michael Jacobs, tuvo una primera fase que abarcó los años cincuenta y setenta, en la que el principal instrumento de política para aumentar la oferta de vivienda para los pobres era la construcción directa de multifamiliares construidos por una entidad pública. La segunda fase se inició en América Latina en los años setenta, en ésta, el costo de eliminación de barriadas y el llevar a cabo nuevas construcciones se volvió sumamente alto, así, se empezó a considerar con mayor interés la capacidad que tenían los pobres para construir sus propias viviendas; el problema de vivienda se redefinió como un problema de infraestructura

9 Jacobs, Michael. “Política de Vivienda: Cuáles son sus Enseñanzas y Hacia Donde nos Dirigimos” en LA CIUDAD EN EL SIGLO XXI, Eduardo Rojas y Robert Daughters Editores. 1998. urbana, los programas de mejoramiento de barriadas y de lotes con servicios fueron los más utilizados. La tercera fase se refirió a los subsidios a la demanda, en la que el Estado se limita a dar los recursos y el sector privado se encarga de la construcción. Un estudio reciente de Günther

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