Aura
YasserBernalSíntesis25 de Marzo de 2015
721 Palabras (3 Páginas)236 Visitas
La carta número siete, “de hablarle al educando a hablarle a él y con él; de oír al educando a ser oído por él” la clave en esta carta es hablar- escuchar, hablar con el educando porque los asuntos le competen y puede él intervenir en ellos, y escucharlo porque él tiene su propia visión (ha leído su mundo y lo ha interpretado) por lo que puede hablar y necesita ser escuchado. Si queremos formar mejores personas, es necesario que desde el inicio de su formación se les considere como eso, como personas, darle su lugar, permitirles tener voz, tener voto y sobre todo, dejarlos que construyan su propia personalidad para que en un futuro puedan ellos elegir con franqueza cualquier cosa que deseen. En unas líneas anteriores mencioné que la educación es en si un acto de amor, a esa idea le agrego y concuerdo con lo que Freire menciona, la educación es un acto político, y es que se está formando con personas las cuales de manera directa estarán inmersas en las diferentes sociedades en las que habiten y ahí, opinaran, tomaran decisiones, harán o dejaran de hacer cosas a favor o en contra de la misma sociedad, es por eso, que cada día que nosotros estemos con nuestros alumnos debemos darles su lugar, debemos de sumarle a esa formación de buenos ciudadanos, sigo pensando que algo se ha hecho mal y por eso en estos días en nuestro país se vive una ola de violencia, una cadena de corrupción, discriminación, en fin violencia, y es que esta institución social llamada escuela no ha cubierto la necesidad de educar para ser mejores, de educar para participar, de educar para transformar, ¿qué se ha hecho mal? Pudiera ser la pregunta que quizá nadie en estos momentos en el país la pueda contestar, habrá que plantear el debate sobre qué le ha hecho falta al sistema educativo mexicano para entregar a la sociedad hombres y mujeres de bien.
La octava carta de Freire “Identidad cultural y educación”, creo que de pronto se comienza a cerrar el círculo de esta bella e interesante lectura de pedagogía, en cada una de las cartas no se ha podido desprender de manera individual una idea, por el contrario, cada vez que se avanza en ellas, me doy cuenta de la unidad reflexiva que se realiza sobre la praxis, sobre el acontecer en las escuelas, pero sobre todo en lo que pasa por mi cabeza al momento en que pretendo reflexionar y proyectar mi forma de pensar.
Si intentará desprender la identidad cultural de la educación, creo que mostraría mi lado analfabeta sobre la realidad de las cosas, la educación es y ha sido un proceso que se desarrolla de manera constante, exista o no un profesor como tal, en nuestra vida cotidiana tenemos tantos profesores que al que tenemos en la escuela, le vemos la formalidad y quizá por ello, algunas veces no les tengamos la confianza que debe existir para que estos procesos se desarrollen, ahora, qué es la identidad cultural, pues como lo hemos escuchado en repetidas ocasiones por parte de Freud, el hombre es sólo la experiencia que ha experimentado. Lo mismo sucede en las sociedades, en el caso de nuestro país, México sigue siendo y lo será, sólo el resultado de lo que sus sociedades han vivido, han reconocido, han transmitido y sobre todo lo que en estos momentos se está construyendo, no podemos hablar de un México sin pasado, sin presente, lo mismo sucede con nuestros alumnos, con nosotros, ambos tenemos que asumir la responsabilidad de lo que hemos hecho, de lo que se ha dejado de hacer, de lo que se construye y que son representaciones de lo que somos, si nosotros observamos el cuaderno de un alumno y ahí encontramos un desorden, tenemos casi el 100% de probabilidad de que si revisamos su cuarto estará de la misma manera, pero si nos metemos a la cocina y revisamos, nos encontraremos que es una parte que ha ido adquiriendo por medio de la observación, ya que los demás cuartos de la casa estarán de la misma forma, de esa manera se ha educado, de esa
...