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toledovila24 de Octubre de 2012
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Metáfora
La metáfora (del griego μεταφορά, formado a partir de la preposición μετά, metá, «más allá, después de», y el verbo φορεῖν, phorein, «pasar, llevar») consiste en la identificación entre dos términos, de tal manera que para referirse a uno de ellos se nombra al otro.
El término es importante tanto en teoría literaria (donde designa a un recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en la teoría psicoanalítica desarrollada por Jacques Lacan.
La metáfora es una figura retórica que consiste en denominar, describir o calificar algo a través de su semejanza o analogía con otra cosa. Consta, pues, de tres elementos:
El tenor o término real es aquello de lo que en realidad se habla;
El vehículo o término imaginario es algo que se asemeja al término real;
El fundamento es la semejanza entre el tenor y el vehículo.
Así, en la predicación metafórica Tus ojos son el mar, el sintagma Los ojos es el tenor; el mar es el vehículo y el fundamento es el color azul oscuro de los ojos.
La metáfora se diferencia de la comparación (que también asocia dos términos en función de su semejanza) porque en vez de relacionar dichos términos mediante verbos que indican semejanza (Tus ojos se parecen al mar) u oraciones comparativas (tus ojos son como el mar), los une mediante el verbo ser (Tus ojos son el mar) o convirtiendo uno de los términos en complemento del nombre (El mar de tus ojos) o aposición (Tus ojos, el mar) del otro. Dado que esta diferencia es formal, muchos teóricos optan por tratar la comparación (o símil) y la metáfora como un único fenómeno, denominado a veces imagen.
Hipérbole
Hipérbole es un tropo que consiste en exagerar, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado, de tal forma que el que reciba el mensaje, le otorgue más importancia a la acción en sí y no a la cualidad de dicha acción.
Figura retórica
La hipérbole es una figura retórica que consiste en una exageración intencionada con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o una imagen difícil de olvidar. Los grandes maestros literarios de la historia han recurrido a menudo a esta figura literaria. Un ejemplo de ello es Gracián cuando dice: «Devoró libros, pasto del alma».
Otros ejemplos «Érase un hombre a una nariz pegado» (Quevedo)
«No hay extensión más grande que mi herida» (Miguel Hernández)
«Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento» (Miguel Hernández)
«Porque te miro y muero» (Mario Benedetti)
«¡Te llamé como un millón de veces!»
«Sus brazos eran tan largos que se salían por la ventana»
«El folio parecía una lámina de nieve»
«Sonrisa de oreja a oreja»
Símil
Símil es una figura retórica que utiliza el recurso de la comparación o semejanza entre términos. Su carácter es más simple que el de la metáfora, y por ello aparece con más frecuencia que esta, tanto en las epopeyas clásicas como en la poesía popular.2
Los símiles pueden ser reversibles (disponiendo sucesivamente los dos términos en distinto orden) o graduados (de inferioridad, igualdad o superioridad), así como asociarse a otras figuras (exemplum, alegoría, alusión, antonomasia, etc.)3
En la actualidad, los repertorios de figuras literarias no establecen distinción entre el símil y la comparación4 y se insiste en el uso de elementos de relación como “como”, “cual”, “que” o “se asemeja a” para diferenciar formalmente a esta figura de la metáfora.
Con el nombre latino de similes se designan en retórica los razonamientos que se apoyan en la analogía o relación de semejanza entre los asuntos tratados.5
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