Biopoder

Biopoder

En las últimas décadas las ciencias sociales tienden a mirar el poder como un conjunto de prácticas de control y de gestión, esto es lo que Michael Foucault denominó “Biopoder” y que atañe a la “microfísica del poder”. Estos conceptos ya existían pero fue él quien los retomó y reformuló.

Desde esta visión, la creación de las estructuras de los Estados modernos o la aparición de documentos de identidad se analizan como dispositivos de control social y de gestión de movimientos de poblaciones .La creación de los documentos de identidad a comienzos del siglo XIX surgía como una necesidad de vigilar los desplazamientos de vagabundos e indigentes , extendiéndose a la identificación de criminales para tenerlos “identificados” como “peligrosos”, el control y la represión de clases peligrosas formaron parte de la creación de los Estados nacionales .

También las migraciones, el racismo y el colonialismo suelen interpretarse desde esta perspectiva. Las nociones de sociedad disciplinar y Biopoder ofrecen un marco metodológico para interpretar formas de autoritarismo y de control social a partir de la década del veinte. En la Unión Soviética, la población, la urbanización e industrialización de regiones desérticas eran el resultado de una gubernamentalidad totalitaria dirigida a forjar el “hombre nuevo”, donde el concepto de Biopoder excedía el campo de aplicación foucaultniano bajo la forma de “el enfermo, el desviado y el loco”.

La “misión civilizadora” del colonialismo de las potencias occidentales durante el siglo XIX destaca la dimensión destructora y genocida. Destruyen formas sociales tradicionales volviendo los territorios vulnerables a enfermedades, inundaciones o sequias. Se convirtieron en espacios de dominación biopolítica, donde el hambre fue el medio de sometimiento de las poblaciones y actuó como regulación “ecológica”. Según Jurgen Osterhammel, la historia del colonialismo se resume en un vasto proceso de “desestabilización política, social y biológica”.

En el modelo foucaultniano, a diferencia del modelo clásico de poder, el Biopoder “invade la sociedad y penetra en el tejido de la vida misma”. No es un aparato coercitivo sino un mecanismo difuso de gestión de la vida a través de medios impersonales, prácticas administrativas y reglas a menudo no escritas a fin de “administrar la vida”. El eje no es la violencia del Estado sino la política económica de gobierno que no apunta a reprimir sino a controlar y regular la vida y los movimientos de las poblaciones, población no como pueblo sino como conjunto de seres vivos en una trama social y económica, objetos de distintas políticas(demográficas, alimentarias, sanitarias, educativas, higiénicas, etc.). A diferencia de la concepción aristotélica de que el hombre es un animal político, la biopolítica considera al hombre como “un animal en la política cuya vida de ser vivo de halla en cuestión”. El ámbito de acción del Biopoder es el territorio como espacio habitado por seres vivos donde el orden está regido por una “mano invisible” que orienta las prácticas y modos de vida desde el interior de manera automática

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