Calentamiento Global

Desde que una persona se levanta por las mañanas e inicia su día normal de actividad, hasta que vuelve a reposar en sus aposentos, por las noches, realiza una serie de acciones que devienen en una contaminación del medio ambiente lenta y casi imperceptible por ese ser humano.

Acciones como el uso de jabones y detergentes para asearse (químicos que luego de entrar al conducto del desagüe, desembocan en algún lugar del extenso mar contaminando de a pocos un ecosistema), el uso excesivo de agua en los quehaceres diarios (se pensaba que el líquido elemento era inagotable, hoy la realidad nos hace ver que es una idea desfasada), el desperdicio de papel, en todas sus variedades (el papel proviene de la tala de árboles, y eso es un severo problema), el consumo desmedido de alimentos de origen animal (que, aparte de dañar la salud, genera un desequilibrio ambiental), etc. Estas y muchas otras acciones son las que afectan nuestro ambiente, pero es notorio que no podemos prescindir de estas actividades, pues son ellas las que permiten el normal y correcto desarrollo de nuestra existencia diaria.

Si esto lo hace una persona, ¿Cuánta contaminación genera, en suma, la población de un país, de un continente, del mundo? Es una interrogante que nos lleva a la concientización, la cual no debe ser pasajera sino permanente.

Con motivo de la concientización es que podemos centrarnos en el problema que si bien no es el más importante por sobre los demás, es el que está más a la vista – al tacto en este caso- del ser humano, y hablamos del CALENTAMIENTO GLOBAL, términos que encierran una problemática mundial.

Uno de los exponentes más notable sobre esto es el ex postulante a la Presidencia de los Estados Unidos de América, Albert Gore, quien en su “Verdad Inconveniente” resume y hace hincapié en el efecto de los gases invernaderos (tomando como principal CO2 – anhídrido carbónico) sobre el cambio del clima de los últimos años, específicamente sobre el aumento de calor.

Lo resume de la manera más didáctica y entendible posible, el CO2 es un gas que se genera de la combustión incompleta de algunos productos químicos, el cual se libera y va a la atmosfera (la capa más delgada que permite la vida en la Tierra), engrosando esta capa, al engrosarse la atmosfera continua permitiendo el paso de los rayos solares pero ya no los deja escapar, eso genera que se queden atrapados en nuestro planeta, motivo por el cual el clima aumenta; en conclusión: más CO2, más calor.

El problema no queda con que aumente el calor, ya que esto provoca que las fuentes de agua más grandes del mundo, los glaciares, los polos: Norte y Sur, Groenlandia, empiecen a derretirse, y se mezclen con el agua salada del mar. Este efecto no solo es notorio en los glaciares que reposan en el mar, también es observable en los nevados, y el caso palpable para nosotros, los peruanos, es el del nevado Pastoruri, ubicado en la provincia de Huaraz, en la Región Ancash, el cual en los últimos setenta años ha sufrido una curva ascendente de deshielamiento en sus dominios. Y eso sucede en los nevados de todo el mundo.

Todo es una cadena de efectos, el agua que proviene de los glaciares desembocan en el mar, el mar aumenta su nivel y se expande hasta las orillas, lo cual para los Países Bajos (hablamos de Holanda por ejemplo) es un problema muy grave pues el mar desaparecería muchas de sus regiones, la gente tendría que huir hacia otros lugares, provocando superpoblación.

Y seguir enumerando los serios efectos del CALENTAMIENTO GLOBAL no es el objetivo de este artículo, sino es mostrar que depende de nosotros que esto siga en aumento, si bien no es posible dejar de realizar nuestras actividades diarias, lo que sí es posible, es tomar algunas consideraciones que ayudarían a disminuir este efecto (los cuales son expuestos en “La Verdad Inconveniente” de A. Gore), tales como:

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